Hace años de las colaboraciones entre marcas de electrónica de consumo y fabricantes del mundo de la automoción y parece que no sea algo que vaya a detenerse. El turno le llega ahora a la casa alemana Tidal, que quizás nos suene más por el servicio de música del mismo nombre, quienes se han lanzado con una colección de altavoces con Bugatti con una apariencia llamativa y con cierto toque de coche clásico.
Este primer paso de lo que parece una línea con más modelos, 'The Bugatti of Home Audio', se estrena con el Royale, un altavoz grande y estático que por las dimensiones recuerda a los modelos BeoLab de Bang & Olufsen. Puede que quizás se parezcan en el rango de precios, aunque de momento no han especificado ese detalle.
Ficha técnica del Bugatti Royole
Bugatti Royole | |
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Altavoz para graves | Multicanal (4-way hybrid-active) |
Tweeter | 30 mm (diamante) |
Driver de rango medio | 127 mm (diamante o cerámica) |
Drivers frontales | 2 x 170 mm (aluminio) |
Driver para subwoofer | 4 x 256 mm (aluminio) |
Conectividad | LAN, XLR, entrada de corriente |
Dimensiones y peso | 44 cm x 28 cm x 60 cm |
La exclusividad por bandera
¿Qué ha llevado a unirse a la gente de Bugatti y de TIDAL? Según el comunicado de prensa ambas marcas comparten la filosofía de lograr la excelencia con la base de un "diseño excepcional", algo que no es de extrañar cuando lo habitual en estas colaboraciones es que la marca de automóvil ponga su logo y algo de su estilo. Ya lo vemos en los Porsche Design de Huawei, en el OnePlus 7T Pro McLaren (de los que no habrá más) o hace muuuchos unos años en los Acer Ferrari One.
Las compañías buscan claramente colocarse en el mercado del audio de lujo, aquél que más allá de cumplir con unos estándares de calidad de sonido más alto atiende también a la exclusividad en estética y/o materiales. De ese modo, la serie Royale ofrece esta exclusividad pudiendo personalizar (hasta cierto grado) los altavoces, que parten de dos bases o temas: Monocoque y Duotone. Elegir uno u otro supone decantarse por acabado estilo lacado de piano o bien una combinación de colores y materiales entre fibra de carbono, telas, cuero, aluminio, acero pulido u otras superficies metalizadas.
El logo de la marca de coches, por supuesto, está. Lo vemos presente en una placa en la parte frontal de los altavoces, construida en acero. También está en el controlador, que va a parte y que mantiene un estilo clásico.
En los interiores (que quizás a algunos es lo que más nos interese de un producto así) hay cuatro drivers para subwoofer por altavoz y una unidad frontal a tres bandas con un driver de rango medio y un tweeter con diafragmas diamante. De hecho, es algo que también incorporan alguno de los automóviles de Bugatti.
Estos altavoces empezarán a estar disponibles en forma de sus ediciones limitadas: ‘Edition Noir’ y ‘Edition Blanc’, cada una de ellas con 15 pares de unidades disponibles. ¿El precio? Como cabría pensar, no están hechos para todos los bolsillos.
Los Bugatti Royole parten de los 260.000 euros, siendo para el modelo base fabricado en metal y aluminio. El modelo con acero parte de los 300.000 euros, y si optamos por el de los diafragmas de diamante (de 13 quilates) es de 380.000 euros. Una ganga.
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