Cada vez más entre los músicos es muy habitual oír hablar del concepto "home studio". Esto no es más que montarse el estudio de grabación (o una parte de él, al menos) en el propio domicilio. La idea pasa por reunir una serie de elementos básicos para empezar a realizar grabaciones caseras, con las que, siempre y cuando se elija lo adecuado, podremos hacer más que construir el armazón de un tema.
Dependiendo de los elementos con los que nos hagamos, podremos contar con un equipo más o menos poderoso que determinará, en gran medida, qué clase de tareas podremos afrontar. ¿Has pensado en alguna ocasión en montar tu propio home studio? Pues entonces sigue leyendo, porque vamos a darte una serie de claves para saber qué es lo que necesitas.
En primer lugar, nos gustaría dejar claro que vamos a presentarte tres opciones en base a las que empezar a trabajar: gama de entrada, gama media y gama alta. Lo que no vamos a hacer es entrar en opciones en exceso profesionales, a fin de cuentas lo que se pretende es ofrecer una pequeña guía sobre qué equipo se puede encontrar, cuánto puede costar y dónde se puede conseguir.
Vale, pero ¿para qué sirve un home studio?
Un home studio puede servir para distintos propósitos. Depende de la persona que lo vaya a utilizar, de la experiencia que tenga trabajando con audio, de para qué lo quiera... Hay tantos motivos diferentes como personas. Cada uno tiene los y conoce sus razones, no necesita justificarlas.
Un uso posible podría ser grabar tus propias maquetas. Esto puede ser porque tengas un proyecto en el que tú seas el grupo, o porque te guste llevar a tu local de ensayo una idea más o menos presentable de tus temas: algo que tenga cara y ojos, que no sea sólo un riff suelto o una pieza musical suelta.
También puedes utilizarlo como una forma de ahorrar dinero si se te da bien el sonido. Las horas de estudio de grabación no son baratas en la mayoría de casos, y con razón: el técnico tiene que comer, el equipo profesional no es barato y hay que mantenerlo. Puedes usarlo para grabar guitarras, bajo, voces, teclados o lo que se te ocurra, y recurrir al estudio profesional sólo para grabar la batería si lo necesitas.
Ahora bien, el resultado nunca será el mismo que si utilizas un estudio profesional para todo. Me veo en la obligación de avisarte. Dicho esto, vayamos a lo importante: ¿qué te hace falta para tener un home studio?
El primer paso: un ordenador específico para audio
Antes de pensar en comprar microfonía o interfaces de audio, lo primordial es contar con un equipo informático, ya que será el soporte en el que grabaremos todas nuestras pistas de audio. Tiene que ser capaz de operar con una estación de trabajo de audio digital o DAW, aunque de estos programas hablaremos más adelante. Vamos primero con las máquinas que puedes configurar para trabajar con solvencia con pistas de audio.
Una cosa que debemos tener en cuenta a la hora de trabajar con audio es contar con un buen procesador y buena cantidad de memoria RAM, por dos razones:
- La DAW tirará mucho de procesador a la hora de trabajar, con lo que es importante que sea capaz de trabajar con fluidez y sin saturarse. Si lo hace podría interrumpirse la grabación periódicamente, o hacer que sea imposible mezclar.
- Los plugins con los que añadiremos efectos y procesaremos la señal necesitan una buena cantidad de RAM para funcionar, con lo que hemos fijado un mínimo de 8 GB.
Tengamos en cuenta que los precios que daremos a continuación sólo cubren el PC, no monitores ni periféricos. Eso prefiero dejarlo a tu criterio como usuario. Las piezas que listaremos a continuación se pueden conseguir en PCComponentes.
Ordenador de gama de entrada
Componente | Modelo | Precio (con IVA) |
---|---|---|
Caja del PC | AeroCool GT Advance USB 3.0 Edition Negra | 36 € |
Placa base | Gigabyte GA-F2A88XM-DS2 | 55 € |
Procesador | AMD A10-7700K 3.4Ghz | 89 € |
Memoria RAM | 2x Kingston ValueRAM DDR3 1600 PC3-12800 4GB CL11 | 66 € |
Disco duro de sistema | Avexir E100 SSD 120GB SATA3 | 48 € |
Disco duro de datos | Toshiba DT01ACA050 500GB 7200 SATA 3 | 42.95 € |
Fuente de alimentación | Tacens APII500 Fuente Alimentación 500W | 15.25 € |
TOTAL | 352.20 |
En el caso del PC de gama de entrada, vale la pena tener en cuenta que nos hemos dejado en el tintero elementos más "innecesarios" como la tarjeta gráfica dedicada. Hemos planteado esta máquina como lo básico para trabajar con audio en casa, así que nos hemos dedicado a hacer un presupuesto lo más ajustado posible.
Hemos ideado este equipo para quienes quieren grabar sus maquetas en casa o trabajar en labores de composición algo más elaboradas. Este equipo no está pensado para realizar grabaciones con cierto lustre, aunque si también has pensado en subir tus propios vídeos a YouTube es una buena opción para tener algo presentable.
Ordenador de gama media
Componente | Modelo | Precio |
---|---|---|
Caja del PC | AeroCool GT Advance USB 3.0 Edition Negra | 36 € |
Placa base | MSI B150 PC MATE | 93 € |
Procesador | Intel Core i5-7600K 3.8GHz | 259 € |
Memoria RAM | Corsair Vengeance LPX DDR4 2133 PC4-17000 16GB 2x8GB C13 | 132 € |
Tarjeta gráfica dedicada | Gigabyte GeForce GTX 750 Ti OC Windforce 2GB GDDR5 | 126 € |
Disco duro de sistema | Corsair Force Series LE 240GB SSD | 92.95 € |
Disco duro de datos | Toshiba DT01ACA200 2TB SATA3 64MB | 69 € |
Fuente de alimentación | Corsair VS 650W 80 Plus | 59.65 € |
TOTAL | 867.60 € |
Tal y como puedes ver, el salto en lo que a dinero (aunque también en prestaciones) se refiere es bastante grande. Estamos hablando de un equipo ya destinado a grabaciones y mezclas semiprofesionales. Este PC no está pensado sólo para quienes quieren grabar sus propias maquetas, sino también para quienes quieran empezar a introducirse en el mundo de la grabación con la idea de dar el salto a algo más.
En el caso de este PC habrás podido observar que ya hemos incluido una tarjeta gráfica dedicada. La razón es muy simple: a partir de este nivel es recomendable usar dos monitores para trabajar con una DAW: en uno irá el editor de audio, y la mesa de mezclas virtual en el otro. Esta tarjeta gráfica te permite hacerlo, incluso conectar dos monitores por HDMI si tienes la posibilidad.
Trabajando con dos monitores se consigue tener esos dos espacios de trabajo (el editor de audio y la mesa de mazclas virtual) separados, con lo que obtendrás un flujo de trabajo más eficiente sin que en ningún momento se molesten entre ellas, ni te molesten a ti.
Ordenador de gama alta
Componente | Modelo | Precio |
---|---|---|
Caja del PC | Antec Performance One P280 USB 3.0 | 122 € |
Placa base | Gigabyte GA-Z170-Gaming K3 | 135 € |
Procesador | Intel Core I7-7700K 4.2GHz | 369 € |
Memoria RAM | Corsair Vengeance LPX DDR4 3000 PC4-19200 32GB 2x16GB CL15 | 268 € |
Tarjeta gráfica dedicada | Gigabyte GeForce GTX 750 Ti OC Windforce 2GB GDDR5 | 126 € |
Disco duro de sistema | Corsair Force Series LE 240GB SSD | 92.95 € |
Disco duro de datos | Toshiba X300 3.5" 4TB SATA III | 139 € |
Fuente de alimentación | Corsair RM750i 750W 80 Plus Gold Modular | 145 € |
TOTAL | 1396.95 € |
A la hora de afrontar este PC de gama alta, verás que hay componentes que se mantienen con respecto al PC de gama media (como la tarjeta gráfica o el disco duro de sistema), pero por lo demás el resto de piezas ofrecen prestaciones muy superiores a cualquiera de los otros que hemos mencionado: tanto su capacidad de proceso, como la de absorver plugins en RAM mientras trabajamos una mezcla, están fuera de toda duda.
Se trata de la mejor opción si estás dispuesto a rascarte el bolsillo, claro que también hay que pensar que un equipo así en un home studio tiene sentido para músicos profesionales que estén buscando garantías a la hora de grabar en casa. Nunca será como un estudio profesional, pero con una máquina de estas características ya tenemos algo que, en teoría, nos permitirá trabajar a un gran nivel y conseguir grabaciones y mezclas con ciertas garantías de calidad.
Interfaces de audio: qué debes buscar para elegir una
En este apartado, de nuevo nos vamos a centrar en estas tres gamas ofreciendo una solución distinta para cada una. No vamos a detallar todas las existentes, pero sí vamos a ofrecer unas cuantas soluciones que pueden hacerte muy buen serivicio dependiendo del tipo de gama de precios en la que te encuentres. Todas las que te ofreceremos se pueden encontrar en Thomann.
Interfaces de gama de entrada
La primera que vamos a tratar es la Presonus AudioBox iOne. Se trata de una interfaz muy elemental: tienes una entrada XLR para conectar un micrófono y una jack para conectar una guitarra, un bajo o un teclado por línea. Se conecta al ordenador por USB y cuenta con dos salidas en la parte trasera, de forma que se pueda enviar el audio que estemos grabando por dos altavoces específicos para labores de estudio. Es la opción para home studios básicos más completa, ya que además cuenta con alimentación phantom para poder usar micrófonos de condensador con ella. Cuesta 98 euros.
La segunda opción que te ofrecemos es la M-Audio M-Track Quad. Dentro de las interfaces sencillas es una de las que más prestaciones ofrecen a la hora de montar un home studio básico, pero con ciertas garantías. Entre sus prestaciones se incluyen cuatro canales XLR y jack combinados, que nos permiten conmutar entre entradas de micrófono y de línea de forma independiente.
También se conecta al ordenador por USB y, como diferencia fundamental con respecto a la anterior, permite acoplar instrumentos por vía MIDI, además de contar también con alimentación phantom. También permite enviar sonido a través de altavoces de respuesta plana mediante unas salidas específicas situadas en su panel trasero. Se puede comprar por 248 euros.
Interfaces de gama media
A la hora de tratar con este tipo de interfaces, vamos a centrarnos de nuevo en dos interfaces que vale la pena probar. Por un lado tenemos la Presonus AudioBox 1818VSL. Esta interfaz cuenta con ocho canales de entrada con volúmenes regulables de forma independiente, alimentación phantom, posibilidad de conectar altavoces de respuesta plana, conectividad MIDI y USB.
Además de las salidas de altavoces, cuenta con ocho salidas más que son independientes, algo que puede venir bien si estamos trabajando con algún efecto externo. Se puede conseguir por 369 euros.
En segundo lugar contamos con la Steinberg UR824, responsabilidad del mismo fabricante que se encarga de desarrollar la célebre DAW Cubase. Cuenta, básicamente, con las mismas prestaciones que el anterior, con la diferencia de que permite conectar dos sets de auriculares al aparato y permite un mejor control de cada canal. Cuesta 689 euros.
Interfaces de gama alta
Ya que hablamos de un ordenador pata negra, aquí también vamos a hablar de una (sí, sólo una) interfaz de pata negra. Nos referimos a una pequeña maravilla hecha mesa compacta, la Yamaha 01V96i. En las anteriores interfaces que nombramos todo el procesado se tenía que hacer a través del programa de grabación, pero gracias a los faders motorizados de esta mesa y a su soporte para DAW, podrás actuar con ella directamente en el software.
En total cuenta con 40 canales de mezcla y 24 canales de entrada. Si estás pensando en utilizarla para sonorizar directos adelante, porque espacio para hacerlo tienes. Incorpora en su interior todo lo que hemos comentado anteriormente (conectores MIDI incluidos), pero multiplicado por 10.
Si lo que estás buscando es una forma de poder grabar, mezclar y conseguir un gran sonido con buenas garantías, esta mesa es lo que estás buscando. Tiene un abanico de opciones muy amplio con el que trabajar (con cualquier mesa digital recomiendo pasar varias horas leyendo el manual y probándolo todo a fondo) y es, ante todo, muy versátil. Puedes comprarla por 1.990 euros.
Monitores de escucha: una solución para todos los bolsillos
Hasta ahora hemos ofrecido tres opciones de productos, una por cada gama, pero dado que esto va de montar de un home studio, nos vamos a decantar por una solución específica que puede adecuarse a los tres presupuestos. Nos referimos a los M-Audio BX8 D2, que son de un buen tamaño, entregan 130 watios reales, cuentan con un woofer de ocho pulgadas, tienen una gran respuesta dinámica y, lo mejor de todo: se venden por parejas.
Entre los monitores de esucha (o altavoces de respuesta plana) es habitual encontrar precios por unidades, pero en el caso de estos lo que tenemos es una parejita muy bien avenida por tan sólo 298 euros. La respuesta dinámica que ofrecen es realmente buena, el sonido es claro y cristalino y su potencia es suficiente para realizar escuchas a media distancia sin perder definición.
De hecho, estos son los monitores que tengo en mi estudio. Ya llevo varias grabaciones y mezclas con ellos, y sólo tengo buenas palabras. Mi experiencia con ellos me ha puesto frente a unos altavoces fáciles de montar y de configurar (sube el control de volumen que encontrarás en la parte trasera y listo), que pesan un poco (unos 10 kilos cada uno, están recubiertos de un armazón de madera) y que suenan condenadamente bien. Tanto para estudios caseros, como para nuevos estudios de grabación que empiezan, son una gran opción.
Microfonía: observa los estándares de la industria
Debo reconocer que, después de pasar mucho tiempo sopesando modelos, marcas y fabricantes para otras partes de mi estudio, en el tema de los micrófonos tenía muy claro lo que quería. Independientemente de lo que pueda recomendar aquí, en el asunto de la microfonía te animo a que te quedes con lo que veas que funciona, al menos al principio.
Se trata de bucear buscando aparatos que casi son un estándar dentro del mundo de la grabación. Es a lo que me voy a ceñir a la hora de hablar de dispositivos captadores de sonido: cosas que sé que funcionan, que he probado y que sé que responden bien. Y todo eso sin volvernos locos con el precio. A todos nos encantaría tener un Neumann U87 Ai para grabar voces (a mí al menos), pero no todo el mundo se puede permitir lo que cuesta.
Por eso mismo, en este apartado vamos a limitarnos a micrófonos para voces e instrumentos, aunque quizá en el apartado de sonorizar un amplificador podamos hacer alguna observación que detallaré más adelante. Por ahora, paso a comentar los aparatos que he tenido ocasión de probar y que pueden dar alguna pincelada de por dónde empezar a construir un buen set de micros para el home studio. Vamos primero con la microfonía de voces:
- Rode NT1-A: hay varios motivos para recomendarlo en home studios de bajo y medio presupuesto. Este micro de condensador es fantástico para grabar voces, la captación es increíble y la cancelación a cierta distancia funciona de maravilla. Suele venir en un pack con su propia araña (la parte que lo sujeta al pie de micro) y un filtro anti-pop (que se usa para reducir el impacto que ciertas letras tienen en el diafragma del micro al pronunciarse). Además, cuesta 179 euros.
- Shure Beta 58 A: Shure fabrica unos aparatos fantásticos. Dentro de la familia de los micrófonos dinámicos, el Beta 58 A tiene una respuesta genial con las voces y se puede usar tanto en estudio, como en directo. De hecho, viene a mejorar un clásico, el Shure SM58. Es capaz de captar todas las sutilezas de la voz, y la respuesta a las dinámicas es brutal. Se puede conseguir por 175 euros.
- Sennheiser MK4: subimos un poco en el rango de precios para encontrarnos con otro grande de la industria como es Sennheiser. Al igual que la mayoría de los que comentaremos en este punto, la relación señal-ruido de este MK4 es tremendamente buena, lo que asegura unas grabaciones increíblemente nítidas. Su capacidad de captación es impresionante, hasta el punto de que, si lo vas a usar en un entorno que no esté debidamente preparado, puede que capte ruidos del exterior. Está a la venta por 277 euros.
- Shure KSM42 SG: cerramos este repaso con otra maravilla creada por Shure. Si te puedes permitir comprar algo que empiece a estar en la gama alta, entonces vale la pena. La nitidez que consigues con este micro es prácticamente cristalina, las voces suenan muy llenas tras pasar por él y, en definitiva, es una delicia usarlo para grabaciones vocales. Cuesta 699 euros.
En esta lista que acabas de leer hay tres micros de condensador y uno dinámico. ¿Con cuál deberías quedarte? En primer lugar, una obviedad: con el que te puedas permitir. En segundo lugar, yo personalmente prefiero los de condensador para grabar voces. El sonido que se consigue es mucho más cercano, nítido y cálido, pero eso ya es una mera cuestión de gustos. Si a ti te gusta más lo que propone el Shure Beta 58 A, no dudes en usarlo.
Ahora toca hablar de microfonía para instrumentos. Si vas a páginas de distribución musical como la ya comentada Thomann vas a encontrarte un vasto rango de opciones entre las que elegir, así que déjame simplificar un poco las cosas:
- Shure SM57: este es otro clásico. Personalmente llevo mucho tiempo usándolo a la hora de grabar instrumentos, y he tenido una experiencia muy buena con él. Sirve para grabar cualquier cosa: voces, guitarras y bajos desde el amplificador, instrumentos de viento, metales... Acepta grandes cantidades de volumen sin pestañear, es robusto y fiable al máximo. Se puede conseguir por 109 euros.
- Sennheiser E 906: el E 906 de Sennheiser es la mejor alternativa al SM57. Es algo más caro, pero también es más versátil. A la hora de grabar instrumentos es una de las mejores opciones que vas a encontar y, al igual que su rival de Shure, se trata de un micrófono robusto y fiable que aguanta lo que le echen. Cuesta 155 euros.
Volvemos de nuevo a la cuestión de antes: ¿cuál deberías quedarte? Aquí lo diré claramente: es una mera cuestión de gustos. Ni el SM57 es la verdad absoluta sobre el micro para instrumentos por antonomasia, ni el E 906 se va a convertir en el nuevo estándar de la noche a la mañana, por mucho que se lo alabe. Ambos son complementarios, ambos tienen cosas que el otro no, así que lo más interesante puede ser usar los dos a la vez si tu presupuesto lo permite. Y si no, elige el que creas que mejor resultado te va a dar.
¿Por qué sólo damos estas dos opciones y no incluimos micrófonos de batería? Bien, en primer lugar porque estamos hablando de montar un home studio y, a no ser que tengas una planta de 40 metros cuadrados a tu disposición que puedas transformar (y acondicionar) como una sala de control y una sala de grabación, no vas a grabar baterías en tu casa. La mayoría de las viviendas ofrecen un espacio limitado, así que hay que jugar con él.
Software de grabación: DAWs y plugins a tener en cuenta
Empezamos a entrar en terreno farragoso. Sobre las DAWs hay siempre un debate sobre cuál es mejor. Basta con echar un ojo a webs especializadas en sonido y producción musical como FutureMusic para comprobarlo. La cuestión principal es, ¿para qué vas a usar tu home studio? ¿Vas a usarlo para grabar instrumentos reales, o vas a producir música electrónica?
La pregunta puede parecer una perogrullada, pero es que en función de eso se puede dirigir al usuario hacia una DAW u otra. Si por ejemplo vas a producir música electrónica, la opción estandarizada es Ableton Live. Por otra parte, también puedes usar otras como Reason e incluso suites de secuencias como Fruity Loops.
Si lo que quieres es grabar instrumentos reales, la cosa se pone más peliaguda. Pro Tools es el estándar aceptado universalmente en los estudios profesionales, pero cuesta una dineral y requiere hardware específico (más dinero todavía) para funcionar. Otra opción posible es Cubase, que ha mejorado muchísimo con los años y compite directamente con Pro Tools. Después de esta y siguiendo con el orden de importancia tenemos a Reaper, que puedes usar sin rascarte el bolsillo _ad-infinitum_ (o comprar una licencia por poco dinero).
Desde mi experiencia yo recomiendo usar Reaper. Trabajé con Pro Tools en su momento (mientras estudiaba sonido, fundamentalmente), pero su filosofía no me gusta. También fui usuario de Cubase durante mucho tiempo, incluso probé Sonar de Cakewalk, pero fue la DAW desarrollada por la empresa Cockos la que acabó por conquistarme. Tiene una curva de aprendizaje algo elevada (sobre todo si eres novato en estas lides), pero vale la pena cuando consigues hacerte con él. Incluso me parece que mis producciones suenan mejor que con Cubase.
¿Y qué pasa con los plugins?
Los plugins son, básicamente, lo que vas a usar para darle brillo a tu grabación: ecualizadores, compresores, reverbs, delays, puertas de ruido, limitadores, maximizadores, efectos de distorsión, de manipulación vocal... La lista es casi interminable. Hay un mar inmenso de estos efectos para usar en una DAW, generalmente del tipo VST, aunque hay también de más clases (como RTAS o AAXnative).
Dentro de estos plugins, podrás encontrar opciones gratuitas y de pago. Entre las opciones gratuitas pueden encontrarse trabajos muy buenos, como por ejemplo los que se publicaron en el blog corporativo de Landr, una empresa dedicada a crear software de masterización. Entre las opciones de pago, una de las mejores que vas a encontrar son los paquetes de Waves , pero eso sí, prepárate para vaciarte los bolsillos.
Para tu home studio las opciones gratuitas pueden ser más que suficiente, ya que servirán para que te introduzcas en el mundo de la mezcla y vayas probando diferentes efectos y formas de proceso de señal que, más adelante, te serán de mucha ayuda. Ahora bien, si dispones del dinero y quieres pagar por un paquete de efectos para tu DAW, adelante.
En este punto me veo obligado a hablar de sofware de modelado para guitarra y bajo. También son plugins como los que ya hemos mencionado, pero si no tienes espacio para poder grabar una guitarra o un bajo directamente desde el amplificador, no es una mala idea probar sus capacidades. En algunos géneros, como por ejemplo el metal, hay quienes los usan para conseguir un sonido grueso y contundente.
Yo personalmente prefiero el sonido orgánico del amplificador, pero además cuento con dos plugins de modelado para guitarra y bajo, BIAS FX y Guitar Rig. Aquí tienes una demo de BIAS FX:
Y aquí tienes una de Guitar Rig:
He trabajado con los dos y ambos me han dado buen resultado, aunque personalmente me gusta más BIAS FX. Es una mera cuestión de gustos, puede que el tuyo sea totalmente opuesto al mío (quizá incluso prefieras Amplitube), pero sobre estos temas no hay nada escrito y en última instancia eres tú el que debe decidir qué usar.
¿Tienen ventajas con respecto a usar un micro? Sí. Para empezar, deberías tener menos ruido de fondo en tu señal, aunque si te decantas por el Shure SM57 o el Sennheiser E 906 debería ser casi imperceptible. Es más, algunos de estos programas de modelado incluso te permiten decidir qué micrófono virtual vas a usar, dónde vas a situarlo e incluso la distancia a la que lo vas a colocar del "amplificador". Otra gran ventaja es que es ideal si no tienes mucho espacio. Basta con que busques el sonido que más se ajuste a lo que quieres, que conectes tu guitarra o tu bajo a la interfaz y que te pongas a tocar.
Si has aguantado hasta aquí, felicidades. Ya tienes una idea general sobre lo que necesitas para montar tu home studio. A partir de aquí, las decisiones que tomes son todas cosa tuya. Lo que he pretendido con este artículo es ofrecer una serie de puntos de partida y de elementos a tener en cuenta, pero la última palabra la vas a tener tú.
Imágenes | WerbeFabrik, Thomann
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