El coche eléctrico va a llegar, más tarde o más temprano. Hay muchas dudas sobre si esto será algo inminente (2020, 2025) o algo más lejano, sobre si habrá periodos de transición (coches híbridos o híbridos enchufables) o si el paso al eléctrico será directo.
Hay todavía algunos retos técnicos (disponibilidad y velocidad de la carga, autonomía) y económicos (precio de las baterías) pero hay motivos suficientes para un impulso del coche eléctrico (eficiencia energética, facilidad del mantenimiento y sobre todo, la contaminación) que harán que se conviertan en una realidad. Y esto cambiará el mundo.
El mercado de la automoción
Está claro que los primeros afectados ante un cambio así serán las empresas relacionadas con la automoción. El mercado del los vehículos de combustión es bastante estable, hay bastantes marcas y unos suministradores. Existe la competencia, es cierto, pero más o menos uno sabe a qué atenerse.
Sin embargo el cambio al vehículo eléctrico trae una verdadera revolución al sector. Primero, aparecen nuevos jugadores como Tesla que pueden llevarse una pieza importante de la tarta. Y quizá no sean los únicos (hay rumores de Apple lanzando un coche). Esto puede revolucionar el mercado de fabricantes y suministradores, las cuotas de mercado pueden bailar significativamente.
Otro aspecto importante de los vehículos eléctricos es que su motor es significativamente más sencillo que el de combustión. Muchas empresas que están en el sector pueden quedar completamente desplazadas: nada de bujías, radiadores, aceites refrigerantes, etc. Y las empresas que se dedican a la creación de motores eléctricos, baterías, circuitos de carga y un largo etcétera se pueden ver muy beneficiadas si saben subirse al carro.
Las empresas de servicios de coches también se verán afectadas. El mantenimiento de un coche eléctrico es mucho menor en la parte del motor, así que los talleres tendrán menos trabajo, mucho menos. No sería raro ver cierres masivos de este tipo de negocios.
Pero todos estos cambios son normales. Cuando surgieron los PCs las empresas de máquinas de escribir se hundieron (o cambiaron) y las nuevas compañías eran las reinas. Pero lo realmente interesante es cómo cambió la economía del resto del mundo el uso generalizado de los PCs. Y eso es lo que vamos a ver ahora con los coches eléctricos.
El petróleo y la electricidad
La más grande consecuencia del uso generalizado del vehículo eléctrico es en el mercado del petróleo. Actualmente el 50% del consumo de petróleo del mundo va destinado a crear combustibles para los vehículos. Y si sustituimos vehículos de combustibles por eléctricos esa parte del consumo desaparece.
Un momento, ¿habrá que generar electricidad para dichos vehículos, no? Sí, pero el petróleo no se usa apenas para generar electricidad. Veamos el caso de España: tenemos una capacidad de generar unos 100 GW, de los cuales menos del 10% vendrían de fuel. Es cierto que un gran porcentaje (el 25%) es gas, pero eso no es petróleo, es un mercado parecido pero no es el mismo (distintos productores, por ejemplo).
En general los mayores consumidores de energía del mundo tienen una estructura similar, quizá nosotros tenemos mayor capacidad de eólica e hidráulica, pero otros tienen más capacidad nuclear. La conclusión es que ante una migración masiva a coches eléctricos el mercado del petróleo se hundiría.
Esto tendría consecuencias económicas y políticas increíbles: menos dependencia de países productores por parte de occidente y economías que dependen mucho del petróleo hundiéndose (Noruega, países de Oriente Medio, Venezuela, Rusia...).
Puede parecer catastrofista pero hay gente que mueve mucho dinero y lo tiene muy claro. Por ejemplo en la última conferencia de azValor (fondo de inversión español) dijeron que estaban invirtiendo en materias primas por lo que habían caído pero monitorizan de forma frecuente el número de unidades vendidas de coches eléctricos en todo el mundo por si tienen que deshacer sus posiciones en empresas de petróleo.
Por otro lado tenemos la tendencia contraria. Las empresas eléctricas van a crecer mucho en ventas. Lo que ahora se consume por el surtidor de la gasolina se consumirá por la red eléctrica. Esto quiere decir que habrá que aumentar capacidad de generación (quizá en España no, tenemos una sobre capacidad de generación brutal, es por eso que nuestra factura es tan alta) y mejorar las redes de distribución. El reto para la red eléctrica es la carga rápida, que requiere un consumo instantáneo muy alto y breve.
También se está comentando que los coches eléctricos pueden hacer de backup de la red. Si hay escasez de generación en un momento dado y hay coches enchufados y cargados al 100% (lo normal será que cuando los coches estén aparcados estén cargando) puedan vender su electricidad a la red para evitar apagones. Esto nos haría, en parte, productores.
Contaminación y salud
Otro cambio que va a traer el coche eléctrico en la economía mundial es en la contaminación de las ciudades. La mayor fuente de contaminación ahora mismo son precisamente los vehículos de combustión. Se estima que en las grandes ciudades el 80% de la contaminación proviene de los vehículos.
Con la llegada en masa de los vehículos eléctricos seguramente las ciudades prohibirán la entrada de otro tipo de vehículos en las zonas más congestionadas y eso disparará aún más la tasa de sustitución.
Muchos pensarán que la sustitución del vehículo de combustión por eléctrico lo único que hace es llevarse la contaminación fuera de las ciudades, a las centrales de generación. Pero se obvian dos cosas: primero, que las centrales eléctricas son más eficientes que los motores de combustión y por tanto para la misma cantidad de energía contaminan menos; y segundo que la red eléctrica es más limpia que los motores de combustión, estamos hablando de que en España tenemos una gran cantidad de hidráulica y eólica, aparte de la nuclear, llegando muchos meses a un 50% de generación sin emisiones de CO2. Es más, una vez que los coches son eléctricos se puede ir migrando a una red cada vez más verde teniendo un impacto directo en la contaminación y emisiones, no como ahora.
La sustitución de los motores de combustión por eléctricos tendrá por tanto un impacto en la contaminación, que a su vez repercutirá positivamente en la salud. Y no olvidemos que una mejor salud no es solo algo bueno para los ciudadanos, también tiene una relación directa con el gasto sanitario.
Otro aspecto económico importante es que las emisiones de CO2 se reducirán considerablemente y si logramos parar el calentamiento global el vehículo eléctrico será el gran impulsor. Económicamente la diferencia puede ser muy importante (como extinguirnos o no), aunque las consecuencias del aumento de temperatura son a tan largo plazo que nadie realmente se las toma en serio.
Cambios económicos que cambiaran el mundo
El mundo que conocemos no será el mismo cuando el vehículo eléctrico se imponga. Geopolíticamente cobrarán más importancia los productores de gas que los de petróleo. Las empresas eléctricas serán aún más potentes. Las ciudades estarán menos contaminadas, y nuestra salud se verá afectada.
Este tipo de cambios los hemos visto en el pasado: cuando se pasó de una economía basada en los caballos a una basada en el coche de combustión las ciudades mejoraron mucho y algunos países cobraron mucha importancia (Arabia Saudí hace no tanto tiempo era un país muy pobre). Y ahora estamos de nuevo cerca de ver una transformación profunda de nuestra economía.
Imagen | Michael Fraley, nestor galina, DavidHBolton
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