Sin duda, si el chico protagonista de esta historia estuviera entre mis alumnos, el sobresaliente lo tendría seguro. Y es que aprovechando que la carcasa de su memoria USB se había estropeado, pensó en proporcionarle una nueva, y cual mejor que un flamante Ferrari, de HotWheels evidentemente.
Así, en su web podemos ver los sencillisimos pasos que siguió hasta conseguir esa memoria USB tuneada. Ahora solo falta esperar a que Ferrari se ponga en contacto con él para comprarle la patente.
Sin duda, uno de los hack más sencillos y prácticos para ir postulándose a Mr gadgets.
Vía | Gadgetizer. Más información | Johnaho.
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