Ya sabéis, los que dedicáis tiempo a juegos de conducción, o lo hayáis hecho, estaréis al tanto de las diferentes vistas que nos suelen proponer a la hora de ver la carretera. Creo que los más puristas suelen elegir el interior, pero a mi siempre me ha gustado ver las cosas desde arriba, algo que en el mundo de los videojuegos siempre ha sido fácil de conseguir.
No tanto si nos vamos a la vida real, lo que vemos es lo que hay. A menos que se nos ocurra utilizar tecnología auxiliar y montar la que han montado Tom Scott y amigos. Eso sí, en circuito cerrado, como podéis ver en el siguiente vídeo:
Creo que la idea ha quedado clara, coger un drone que nos persiga en la conducción, retransmitiendo lo que se ve desde ahí arriba. El conductor lleva puesto un casco con el que ve justamente eso, y nada más. Por lo que es importante que el refresco de la información no tenga retraso, y la calidad de la imagen buena, que no es el caso (resolución y refresco).
En esta ocasión, el hexacoptero está dirigido por otra persona, pero la idea se puede llevar a un siguiente punto si juegan con sistemas como el que propone Hexo+ y su AirDog, capaces de seguir a una presa de forma autónoma a una distancia determinada.
Supongo que más que sensación de velocidad, se gana en control de la situación: ver las cosas desde ahí arriba lo que ofrece es anticiparte a elementos que vayamos a encontrarnos, e ir viendo la propia pista con antelación.
Pero ir con un casco puesto en la cabeza mostrando una imagen generada por otro dispositivo - independientemente de la calidad -, es de todo menos seguro, así que mejor lo dejamos en un hecho curioso. La vista directa del drone es mucho mejor:
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