La recarga de la batería o su cambio rápido en estaciones, es uno de aspectos a considerar actualmente cuando uno piensa en un coche eléctrico. Tienen mucha capacidad, por lo que suelen tardar en cargarse ... hasta que llegue el grafeno a sus vidas.
Así lo afirman unos científicos de Corea que están trabajando en una batería donde unos supercondensadores de grafeno son los protagonistas. En estos prototipos se ha conseguido almacenar la misma cantidad de energía que en una batería de iones de litio, pero con la ventaja de que su carga y descarga se produce en segundos, con ciclos de hasta 10.000 cargas posibles.
Con esta ventaja de la carga rápida, además de facilitar el repostaje, abre la posibilidad de desarrollar mejores sistemas de reutilización de la energía perdida por ejemplo en el frenado de los coches.
La búsqueda de un material poroso con el que fabricar los ánodos de las baterías no es nuevo (ahí tenemos los nanotubos de silicio para una recarga rápida de las baterías), pero las promesas por ahora no acaban de materializarse. Estas baterías desarrolladas en el Instituto de Tecnología Gwangju de Corea usan una formación muy porosa del grafeno para conseguir la mayor superficie posible y que la carga sea más eficaz.
Vía | MIT.
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