Rodeados como estamos de tecnología punta para la conducción y los sistema de entretenimiento, algo tan básico como la conexión del smartphone y coche y poder usar las aplicaciones que nos ayuden en la conducción no acaba de ser algo intuitivo ni estándar. La compra de Livio por parte de Ford busca mejorar esa faceta.
Esta empresa de Detroit pasa a ser un brazo más de Ford, con todo su equipo y tecnología, y según el fabricante americano, el objetivo principal es conseguir un sistema de comunicación y traspaso de aplicaciones (especialmente las de pequeños desarrolladores que no pueden tener sus creaciones en las diferentes plataformas) que funcione independientemente del coche que conduzcamos. Igual guerra estamos viviendo en los Smart TV y por ahora no hay una salida clara para el consumidores en el camino de un solo sistema compatible.
Este intento de Ford será el segundo que hace tras ofrecer una versión open source de su sistema AppLink, que dicho de paso, no ha tenido la acogida que no se si ellos pensaban que tendrían cuando cada fabricante está metido en su propia guerra.
Vía | Wired.
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