Echa un vistazo a la foto. Nada fuera de lo común, ¿verdad? Un policía de tráfico pidiendo los papeles a un coche pequeñito... ¡Espera! Pero si es uno de los coches autónomos de Google... Así es. Tal y como reconocen desde el propio proyecto después de que la imagen se hiciera viral, un agente ha ordenado parar a uno de los vehículos prototipo de Google.
¿Por ir demasiado rápido? ¿Por saltarse un semáforo o una señal? No: por ir demasiado despacio. En concreto, a 25 millas por hora, que equivaldrían a 40 kilómetros por hora aproximadamente. Desde Google explican que todos sus coches autónomos circulando en carreteras reales no superan esa velocidad. Además de por motivos de seguridad, quieren evitar que la gente los rechace y sienta miedo ante ellos.
No deja de ser una anécdota, pero la situación plantea una pregunta interesante: ¿si no hay nadie en el coche, a quién podría multar el policía? Aunque en la imagen no se distingue, en este caso en su interior va un conductor de apoyo. El agente charló con los responsables del vehículo y determinó, según explica la propia web de la policía, que no habían vulnerado ninguna norma, por lo que el coche autónomo de Google no recibió una multa.
Seguramente, y con los coches de Google ya recorriendo las carreteras de California, iremos conociendo más situaciones interesantes. De momento, desde la compañía nos dejan una estadística interesante: sus vehículos llevan más de 1,2 millones de millas recorridas (casi 2 millones de kilómetros), lo que, según sus cálculos, equivalen a 90 años de experiencia al volante en un ser humano.
Más información | Post de Google
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