Estos lectores de DVDs portátiles tienen una principal utilidad, que me atrevería a decir que es casi la única. Los lectores como el LG DP281B, nombre fácil, se utilizan principalmente en los coches para mantener a los pequeños del hogar atentos a la pantalla y a los dibujos animados.
Es de esperar que, al ser aparatos totalmente portátiles y autónomos, tengan reducidas dimensiones, como las 8 pulgadas del DP281B, cuyo diseño es bastante atractivo en ese color negro brillante que hace que debamos alejarlo de las manos de los pequeños. Ofrece además una resolución panorámica 16:9.
Lee prácticamente todos los formatos de discos ópticos, compatible con audio, vídeo e imágenes en JPG, MP3, WMA y DivX, unas dimensiones de 216x33.8x181.3 milímetros y, eso si, algo caro: 250 euros.
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