Las compañías que están desarrollando coches autónomos pueden solicitar un permiso para probarlos en las carreteras públicas de California, que entre otras cosas exige que los fabricantes desglosen los fallos y problemas que han presentado sus vehículos durante las pruebas. Así es como, por ejemplo, sabemos que el coche autónomo de Google o los propios conductores desconectaron el piloto automático en 341 ocasiones durante los 682.000 km recorridos entre septiembre de 2014 y noviembre de 2015.
De esas 341 ocasiones, 272 se debieron a algún tipo de fallo técnico: problemas en las comunicaciones, lecturas extrañas de algún sensor o problemas en algún sistema crítico, como los frenos o la dirección. Cuando se encuentran en una de estas situaciones, el conductor es alertado y debe pasar a controlar el volante. Según Google, el tiempo media de reacción de los conductores de prueba a estos avisos está en 0,8 segundos.
Especialmente relevante es también cómo en 13 de las ocasiones que el conductor tomó control del volante consideran que el conductor humano evitó un choque que se hubiera producido de haber continuado el vehículo con su conducción autónoma. Esto no quiere decir que hayan estado cerca de causar 13 accidentes, sino que es posible también que se viera afectado por accidentes causados por otras personas, como ya vimos en el pasado.
¿Y la diferencia entre 341 casos en los que se detuvo el piloto automático y los 272 en los que se hizo por algún tipo de fallo? En esos 69, y según explica Google a The Guardian, la iniciativa fue de los propios conductores, que en ocasiones toman esta decisión si creen que el coche no está preparado para afrontar una situación. En realidad no fueron 69, sino miles, aunque Google sólo está obligada a reportar aquellas situaciones en las que está justificado que el conductor pase a tomar el control, y no aquellas en las que el coche podría haberse arreglado por su cuenta.
¿Y el resto de fabricantes?
Google no es el único que tiene que remitir estos datos a las autoridades californianas. Tesla, por ejemplo, dice no haber tenido problemas, mientras que Nissan asegura que en sus algo más de 2.000 km de pruebas, llegaron a desconectar el piloto automático en 405 ocasiones.
El informe de Mercedes es muy completo. Además de aclarar que los coches dejaron temporalmente de ser autónomos en 1051 ocasiones durante los apenas 2.700 km de trayecto, sabemos que 502 de ellas fue por una desconexión automática (producida por algún fallo técnico) y 529 fueron por decisión del conductor. Además, muestran las razones, siendo una de las más comunes que "el conductor estaba incómodo", suponemos que con alguna de las situaciones generadas.
Volkswagen, por su parte, desconectó 1002 veces el sistema de conducción autónoma, 85 de ellas por problemas técnicos. En el caso de Bosch, tuvieron experiencias de este tipo en 625 ocasiones, pero aseguran que todas ellas fueron "pruebas planificadas de tecnologías". El número total asciende a 405 en caso de Delphi, que también da más detalles sobre las causas: la más común, el que las líneas de los carriles estuvieran mal señaladas.
Todas ellas, eso sí, han probado sus coches durante muchos menos kilómetros que Google, no superando los 32.000 en el mejor de los casos. Merece la pena señalar que se trata de incidencias ocurridas durante las pruebas en carreteras públicas y no en circuitos de prueba cerrados, donde los fabricantes no están obligados a hacer públicos este tipo de datos. Además, y por la propia definición de los mismos, ya hemos visto que hay algunas "desconexiones" que pueden quedar sin reportar.
Imagen | Michael Shick, Nobert Aepli
Vía | Ars Technica, The Guardian
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