El siglo XX ha sido el del automóvil: pasó de ser una máquina extraña, ruidosa y pestilente que muy pocos podían permitirse comprar, a finales del siglo XIX, a haber más de 1.200 millones de vehículos automóviles en uso en total en el mundo, casi 1.000 si hablamos específicamente de coches, a principios del siglo XXI (según datos de OICA, la Organización Internacional de Constructores de Automóviles).
Durante ese siglo la forma mayoritaria de uso del coche ha sido la de propiedad, sobre todo si hablamos de particulares. En general quien quería tener y usar un coche, y no había ningún impedimento al respecto, se lo compraba, al contado o a crédito, se hacía cargo de los gastos que conlleva y cuando lo deseaba, o cuando el coche en cuestión no aguantaba más por viejo y usado, lo cambiaba por otro.
Incluso los modelos un tanto más modernos de comercialización de coches, como el leasing (arrendamiento financiero), o el renting (alquiler a largo plazo), al que suelen recurrir más las empresas que los particulares, vienen a ser más o menos lo mismo: tener un coche para uso exclusivo de uno mismo. Y es que en el siglo XX casi todo el mundo quería tener un coche: era signo de progreso, de prosperidad y de estatus.
El coche formaba parte de aquel anhelado American Way of Live que se veía en las películas, y que se nos vendía como el estándar de vida más alto del mundo.
En España por ejemplo, después de la guerra, cerca de los años 60 cuando la economía iba mejorando con la industria y el turismo, ese deseo por tener un coche en propiedad se reflejó en que durante casi dos décadas casi todas las familias querían tener un SEAT 600, el vehículo que ayudó a la motorización el país.
En este siglo, la popularización y relativamente bajos precios del petróleo, así como el abaratamiento de la fabricación de los coches gracias a la producción en cadena espolearon todavía más el deseo de tener un coche.
Algunos signos apuntan a que el modelo de uso del coche podría cambiar
Sin embargo en el siglo XXI, y sobre todo después de la grave crisis económica y financiera mundial de 2008, parece que las cosas empiezan a cambiar en cuanto al automóvil, de tenencia y propiedad, a uso y servicio.
Hay quien sostiene que el siglo XXI será más duro de lo que nos imaginábamos, por culpa de tener menos energía barata disponible, por los problemas con ciertos recursos naturales que se irán agotando, por la precarización del empleo o el aumento del paro debido a la robotización, por tener que luchar contra la contaminación, o por impuestos más altos para que los Estados consigan cuadrar las cuentas.
Puede que Internet y la conectividad casi universal (casi en todas partes, casi a todas horas, casi de cualquier manera), o quizás la concentración cada vez mayor de la población en ciudades cada vez más grandes que tienden a la megalópolis, también pueden tener parte de culpa en el cambio que podría llegar.
En un mundo conectado es probable que ya no necesitemos tanto como antes desplazarnos de acá para allá, mientras que en las grandes ciudades, con problemas para poder desplazar diariamente grandes cantidades de personas lo más rápida y eficazmente posible, los coches, que ocupan muchísimo espacio público, y que se ven atrapados casi a diario en atascos de tráfico, pierdan paulatinamente atractivo.
De hecho aquí mismo ya se empieza a notar, pero con cierta polarización: mientras que en pueblos y pequeñas ciudades sigue creciendo el número de coches, en las grandes ciudades desciende (mientras aumenta el uso del transporte público).
Por ejemplo aquí en España se observa que hay cada vez menos conductores jóvenes. Y si hay menos conductores jóvenes también hay menos jóvenes que se compran un coche, aunque hay diversos factores culpables de que esto suceda, como por ejemplo el poder adquisitivo.
No en vano tener coche en propiedad no es nada barato, y no solo porque comprarlo cuesta dinero, sino porque después hay que añadir otros costes de uso: combustible, seguro, aparcamiento, tasas anuales, revisiones, mantenimiento... de media en España tener un coche en propiedad cuesta al final casi 45.000 euros (obviamente habrá personas que se gasten menos dinero y habrá personas que se gasten más, es un valor estadístico medio).
Quizás también sea porque algunas personas se han dado cuenta de que tener un coche en propiedad puede ser un sinsentido cuando resulta que el 97 % del tiempo el coche está aparcado sin usarse. O tal vez el coche autónomo lo revolucione todo, y ya no queramos conducir, sino simplemente montarnos como simples viajeros en un coche que se conduce solo, que viene y se va cuando queremos... ya veremos.
Puede que haya muchas razones. Lo cierto es que hoy en día algunas voces empiezan a decir que el modelo de uso del coche en propiedad va a cambiar o casi desaparecer, y se impondrá un modelo de uso del coche como servicio.
Algunos incluso se atreven a vaticinar fechas, como el CEO de Lyft, una de esas empresas que se dedican al ride sharing (viaje compartido) y alquiler de coches con conductor (coche con chófer), que dice que para 2025 dejarán de tenerse coches en propiedad en las principales ciudades de EEUU.
Con todo esto, ¿qué piensan los principales actores de este sector, como los fabricantes, los concesionarios, las plataformas de coches con conductor y las plataformas de coches compartidos? Vamos a conocer algunas opiniones.
Los fabricantes de coches se adaptan a las necesidades y demandas de los usuarios
Toyota durante muchos años ha sido el fabricante que más automóviles ha producido a nivel mundial, incluso por encima de los 10 millones de unidades al año. Nos parecía por tanto interesante conocer su opinión. Jaime Arruz, de Toyota España, nos ha contado lo siguiente.
Para empezar le preguntamos si es más difícil vender coches ahora que antes. Nos responde que "puesto que la adquisición de un coche es para muchas familias una de las decisiones económicas más importantes, en épocas de incertidumbre económica es uno de los primeros sectores en verse afectado". Como además es un sector tremendamente competitivo, no es fácil vender coches, aunque en Toyota nos dicen que se nota la recuperación y no se pueden quejar porque suben las ventas.
No podíamos dejar la pregunta en el tintero: ¿están ahora los jóvenes menos interesados en comprar coches y en conducir que años atrás? Nos dice que "estamos en una sociedad en constante cambio y es cierto que vamos de modelos de consumo basados en la propiedad a otros más basados en el uso. Todo depende obviamente de las necesidades de movilidad de cada usuario, y los fabricantes de automóviles nos estamos adaptando."
Nos preguntamos también si económicamente hablando es más complicado comprar un coche ahora que en antes. Nos comenta que desde Toyota creen que "las condiciones económicas no son hoy día un impedimento para acceder a tener coche ya que hay diversas fórmulas adaptadas a cada cliente (venta, pago por uso, renting, leasing…)."
Aparte de vender coches como siempre, le preguntamos también a Toyota qué otras opciones "para tener coche" contempla como fabricante. "Además de renting y leasing, en algunos países, estamos testando otras fórmulas, como servicios de carsharing en Irlanda o Italia (Yuko) o el proyecto ‘Ha:Mo’ con pequeños vehículos eléctricos de tres ruedas, en varias ciudades de Japón y también en Grenoble (Francia)."
Esto nos lleva a preguntarnos por el quid de la cuestión: ¿va a cambiar el modelo de coche en propiedad a uno de coche como servicio? (alquiler, coche compartido, coche con chófer). En Toyota creen que "coexistirán las fórmulas tradicionales con otras más innovadoras. Aparte de las anteriormente comentados y otras iniciativas que se pondrán en marcha próximamente".
Entonces, para un fabricante de automóviles, ¿tener un servicio de coche compartido o de coche bajo demanda es la solución de futuro para seguir fabricando y vendiendo coches?
Nos responde que "hay que adaptar los productos y servicios a las nuevas realidades que los clientes demandan. Un ejemplo de ello sería el acuerdo alcanzado con Uber en materia de coches compartidos, los programas piloto de carsharing antes mencionados, la puesta en funcionamiento de transporte colectivo con tecnología de pila de combustible en Tokyo, etc."
Para los concesionarios vender coches ahora es diferente que antes
Los fabricantes de coches producen y venden coches, ese es su negocio, pero en general, en casi todas partes y en casi todas las marcas, el trabajo de ventas está delegado en los concesionarios y distribuidores locales, normalmente empresas independientes del fabricante.
Además hay un hecho que no debemos ignorar: las ventas de coches en España cayeron fuertemente debido a la crisis económica y financiera de 2008. Del máximo de 1,6 millones de unidades vendidas en 2007, se bajó hasta un mínimo que no llegó por poco a 0,7 millones en 2012. Muchos concesionarios lo pasaron muy mal, y se perdieron muchos empleos.
Aunque en este momento parece que la tendencia ya ha cambiado, y van recuperándonse las ventas poco a poco, no podemos evitar preguntarle a Faconauto, la Federación de Asociaciones de Concesionarios de Automoción de España, si es más difícil vender coches ahora que antes. Raúl Morales, su responsable de comunicación, nos responde.
"No es ni más fácil ni más difícil, simplemente es diferente. La competencia es enorme, sin embargo, el mayor cambio al que quizá hemos tenido que hacer frente es un comprador cada vez más experto e informado que, además, tiene como primer argumento de compra el precio, pero no sólo del vehículo, sino también de todo lo que rodea a éste, es decir, el seguro, los impuestos o el combustible."
Seguimos teniendo en mente qué sucede con los jóvenes y el coche, así que le planteamos también a los concesionarios la pregunta que también le hicimos a los fabricantes: ¿están los jóvenes menos interesados en los coches y en conducir, o en comprar un coche para tenerlo en propiedad?
"Los jóvenes sí que se interesan por los coches. Tenemos comprobado que, en cuanto las nuevas generaciones tienen poder adquisitivo, se compran un coche, y no cualquier coche. Los jóvenes son compradores exigentes, especialmente bien informados y que valoran el plus que les puede proporcionar el concesionario durante el proceso de compra, donde buscan vendedores expertos."
La Federación representante de los concesionarios de España coincide también con lo que nos decía el fabricante antes: creen que "el acceso no es complicado, ya que las ofertas de financiación, tanto de las marcas como de las financieras, es amplia."
Si como nos acaban de contar vender coches ahora es diferente, nos preguntamos ¿qué piden los clientes cuando llegan a los concesionarios? ¿comprarlo como siempre, un alquiler a largo plazo, otras fórmulas...?
Faconauto nos responde que "la mayor parte de las compras son las habituales, es decir, adquirirlo en propiedad, ya sea al contado o financiándolo. Ahora bien, se van abriendo paso fórmulas flexibles (leasing, renting…) que permiten cambiar de vehículo cada pocos años pagando todos los meses la misma cuota."
Pues bien, siendo así, no podemos tampoco dejar de preguntar a los concesionarios si va a cambiar el modelo de coche en propiedad a uno de coche como servicio. La respuesta nos aporta un dato interesante, atentos.
"De hecho, empiezan a coexistir en las grandes ciudades, pero el modelo de vehículo en propiedad no va a desparecer. Son muchas las encuestas que coinciden en señalar que lo que más valora la gente de un coche es la disponibilidad y la libertad que les proporciona; y esto no va a cambiar. Siempre habrá un coche en cada casa, aunque, en paralelo, se puedan usar las opciones que ya están aquí, o sea, el alquiler, el coche compartido etc., la mayor parte de ellas vinculadas a las grandes ciudades."
Hay quien afirma que con el coche compartido (y con el coche autónomo un poco más adelante) al final acabará habiendo menos coches. Así que también le preguntamos a Faconauto si estos pueden afectar negativamente a las ventas y a los concesionarios.
Nos responde con seguridad y decisión que "el modelo de distribución de vehículos se va a seguir basando en los concesionarios, que son los mejores representantes de las marcas y de sus productos (...) Estamos asistiendo a una evolución del sector, pero no a una revolución. El papel de los concesionarios seguirá siendo central y protagonista en esta evolución (...) aún así tenemos que estar atentos a nuevas posibilidades de negocio que se nos abren."
Las grandes ciudades crecen cada vez más, y deben enfrentarse a problemas de tráfico y contaminación del aire. En Europa, y también en España, ciudades como Madrid o Barcelona se ven obligadas a aplicar planes para intentar solucionar estos problemas. La pregunta también ronda nuestras cabezas: ¿se venderán menos coches? ¿impulsará esto un cambio de modelo?
A lo que Faconauto nos responde algo que ya nos suena (y con lo que no todo el mundo está de acuerdo): "Las medidas restrictivas del tráfico en las ciudades deben ser tomadas teniendo en cuenta el interés de todos. Respecto a la calidad del aire, el gran problema no es el número de vehículos, sino su antigüedad. Se mejoraría mucho la calidad del aire si se pusieran en marcha medidas para achatarrar los vehículos con más de diez años."
Para Uber urge cambiar el modelo actual de movilidad
Uber es una conocida plataforma que gestiona el alquiler de coches con conductor, algo que en España se conoce como licencia VTC, y que podríamos llamar también "coche a demanda" (lo pides con la aplicación del teléfono, te lleva a tal destino y lo pagas). Además también se ha interesado en desarrollar coches autónomos, como una posibilidad a futuro para aumentar el servicio. Como muchos sabréis el sector del taxi no ha recibido con muy buenos ojos a plataformas como Uber, u otras similares.
Uber no fabrica ni vende coches, pero su negocio sí que se basa en ellos, así que también queríamos saber qué nos pueden contar al respecto de esta cuestión que hoy nos planteamos, si cambiará o no el modelo actual de coche en propiedad a otro modelo de simplemente uso o servicio. Yuri Fernández de Uber España nos ha dicho lo siguiente.
Para empezar, le planteamos a dónde nos puede conducir el crecimiento de la población y de las grandes ciudades, y si eso derivará hacia un modelo de movilidad diferente al actual. Yuri nos explica esto.
"Los problemas medioambientales derivados de un uso intensivo e ineficiente del vehículo privado hacen evidente la urgencia de cambiar el modelo actual de movilidad. Las ciudades se ahogan y los atascos y la ocupación de espacio público para el estacionamiento de los vehículos también suponen un importante problema para las grandes ciudades."
"A pesar de los importantes esfuerzos e inversiones de la administración, el transporte público sigue teniendo limitaciones geográficas y temporales que requieren de alternativas más flexibles que cubran los trayectos de última milla."
"Así, parece evidente que los coches seguirán siendo parte de la ecuación, pero la tecnología nos ofrece la oportunidad de impulsar modelos más eficientes y sostenibles. Por primera vez en la historia somos capaces de conocer los niveles de oferta y demanda y hacerlo de forma telemática, con total exactitud y a tiempo real. Esta información permite que los sistemas sean dinámicos y altamente eficientes."
Se refiere también al informe Shared Mobility and the Transformation of Public Transit de 2016 (pdf en inglés), de la Asociación Americana del Transporte Público (APTA), "el cual sugiere que es necesario acelerar el tránsito de las ciudades hacia las smartcities. Este mismo informe asegura que la tecnología, y las app de smartphone en particular, está transformando el sector del transporte y cambia la manera en que la gente se mueve e interacciona con las ciudades".
Yuri hace hincapié en algo: "los servicios como Uber son complementarios al transporte público y su objetivo es conseguir reducir el uso ineficiente del vehículo privado."
De hecho Yuri también nos aporta algunos datos que provienen de la primera encuesta sobre movilidad en Madrid realizada el año pasado por la propia Uber: "Un 45,2% de los usuarios de la plataforma en Madrid afirma usar Uber como alternativa habitual para complementar sus trayectos con transporte público y un 18,1% usa estos servicios para trasladarse y conectar con las estaciones de tren, metro o autobús en un mismo trayecto. (..) Además también se complementan horariamente: metro y autobús se usan mayoritariamente para ir a trabajar, mientras que servicios como Uber se utilizan para ocio, en horas en las que normalmente hay menos transporte público disponible."
Queremos ser más concretos, y le preguntamos si el modelo de coche en propiedad va a cambiar, si se venderán menos coches, o qué se puede esperar en el futuro. Nos responde citándonos otro dato también interesante: "en una encuesta realizada en EEUU por la consultora Frank N. Magid Associates, un 22% de los usuarios de Uber manifestaron que habían pospuesto la decisión de comprarse un coche gracias a sus servicios."
De nuevo hace referencia a Estados Unidos, donde más presencia tiene Uber, "allí se ofrece también el servicio uberPOOL, de viaje compartido, que hace posible que aquellos pasajeros que realizan trayectos coincidentes en un momento determinado puedan compartir el trayecto, y su coste," al estilo de lo que en España conocemos ya con plataformas como BlaBlaCar o Amovens, por citar algunos ejemplos. "Esto ayuda a disminuir los niveles de congestión y contaminación en las ciudades porque se reduce el número de coches necesarios para transportar a la misma gente."
Nos cuenta Yuri también que "a pesar de los claros beneficios del carpooling urbano, tanto en coste para el ciudadano como para la congestión, la regulación no hace posible su implementación en España. La ley española de transporte limita el número de licencias VTC, (1 por cada 30 taxis) y prohibe el carpooling en los servicios operados con VTC al no permitir el alquiler por separado de las plazas del vehículo."
Grupo PSA y emov: posiblemente la venta de coches a particulares disminuya
Emov ha sido una de las últimas plataformas de coche compartido que han llegado. Muy similar a esta ya conocíamos por ejemplo Car2Go. En estas plataformas se alquilan coches por minutos sin conductor a través del teléfono, con la particularidad de que en Madrid la flota es enteramente de coches eléctricos. Detrás de emov está el grupo PSA, otro fabricante de automóviles, y Eysa, empresa de servicios de movilidad y smartcities.
El grupo PSA engloba a marcas de coches como Peugeot, Citroën, DS y Opel. Carlos Blanco, de emov, y José Antonio León Capitán, de Grupo PSA, nos han contado lo siguiente.
Recordando que en España bajaron mucho las ventas de coches por culpa de la crisis, quisimos preguntarle a Grupo PSA como fabricante si fue este el motivo para formar parte de una plataforma de coche compartido como emov. José Antonio nos responde.
"El mundo está cambiando y la manera de desplazarse también. Para el Grupo PSA, además de producir y comercializar vehículos es fundamental proponer una completa gama de servicios de movilidad. Por eso también se lanzó en 2006 Free2Move o la plataforma de carsharing eMov."
No conocíamos Free2Move. Es una aplicación para teléfonos que engloba en una sola app todas plataformas de vehículo compartido, y no solo coches, también motos (emov, Car2Go, Avancar, Drivy, Bluemove y eCooltra). No suena mal.
Tal como planteamos a Toyota como fabricante, les preguntamos también si es más difícil vender coches ahora, si los jóvenes están menos interesados, o si económicamente es más complicado tener coche en propiedad. Esto es lo que nos dice el Grupo PSA.
"El uso del vehículo y el perfil del consumidor está evolucionando y los fabricantes tenemos que adaptarnos y disponer de una oferta de productos y servicios que se adapte. Por ejemplo hoy se exige vehículos más respetuosos con el medio ambiente y con funciones avanzadas de ayudas a la conducción que ofrezcan vehículos más seguros e intuitivos. Esto desembocará después de varias fases, ya para la próxima década, en el coche autónomo, que permitirá al conductor aprovechar su tiempo de manera distinta y eliminar los inconvenientes de la conducción tal y como la conocemos hoy."
"En las fórmulas de comercialización se está produciendo un importante cambio de paradigma con amplias opciones de financiación, como el renting con una única cuota en la que estén todos los servicios incluidos y sea sencillo cambiar cada ciertos años de vehículo."
Con los cambios que nos reconocen que están viendo venir, nos preguntamos: ¿qué opciones para "tener" o utilizar un coche se contemplan como opciones de futuro en el mercado del automóvil?
Nos cuentan que "podemos anticipar que en un futuro la movilidad en las ciudades estará sustentada en tres grandes pilares: el coche eléctrico, el coche compartido (estos dos ya existen hoy en día) y el coche autónomo. Este último modificará completamente el paradigma actual de coche en propiedad. Ante este escenario, asistiremos a un futuro en el que las alternativas de movilidad en el centro de las ciudades pasen por la oferta de múltiples servicios de transporte de personas."
Entonces, ¿va a cambiar el modelo de coche en propiedad a uno de coche como servicio (alquiler, coche compartido, coche con chófer), donde usemos el coche en lugar de poseerlo?
En Grupo PSA nos responden que "no prevemos que haya una disrupción inminente y los modelos de coche compartido y coche en propiedad coexistirán. La tendencia será que el coche compartido vaya ganado terreno y posiblemente la venta de coches a particulares no crezca tanto o disminuya, pero sin embargo aumenten las flotas de vehículos. Morgan Stanley ha hecho público que los coches compartidos podrían ser responsables de 26% de las millas recorridas a nivel mundial en 2030."
Nos aportan un dato también interesante: "muchos de los usuarios de emov poseen un coche particular, pero han decidido que muchos de sus viajes en el centro de Madrid los realizan en emov en vez de su vehículo privado. Son también ya muchos jóvenes estudiantes los que deciden no traer su coche a Madrid."
Vale, entonces parece que las cosas sí que han empezado a cambiar ya, pero ¿cuándo el coche como servicio superará al coche en propiedad? (si es que lo va a superar)
Parece que en emov lo ven todavía más claro que en Grupo PSA: "desde emov estamos convencidos que el coche compartido ganará peso en los próximos años. En este sentido, un reciente estudio de una consultora estadounidense (RethinkX) con especial foco en la tecnología que está transformado la movilidad pronostica que en el 2030 el coche en propiedad será residual. Para ese año, las ventas de coches habrán caído el 80%, según sus cálculos."
Si tanto podrían caer las ventas de coches nuevos, nos preguntamos entonces si los servicios de coche compartido (alquiler por minutos, etc) son la solución para seguir utilizando coches en el futuro?
Carlos nos dice que "todas las fuentes consultadas nos indican que sí. Actualmente asistimos en muchas situaciones a escenarios en los que la demanda supera a la oferta. Asimismo, el crecimiento de usuarios de platafomas de carsharing como emov (100.000 usuarios en los primeros 100 días) sustentan esta teoría ya que cada vez son más los que apuestan por un servicio de movilidad eficiente y sostenible en el centro de las grandes ciudades."
Pues bien, como acabamos de ver con todas estas opiniones, parece que los fabricantes y los vendedores de coches siguen aferrándose a lo que siempre han hecho: fabricar y vender cuantos más coches mejor, aunque reconociendo que las cosas van cambiando y hay que ir adaptándose a los cambios.
Mientras en las plataformas que proponen nuevas formas de usar los coches, como el coche compartido, tienen más claro que más tarde o más temprano tendrá que haber menos coches, y que el coche en propiedad disminuirá. Veremos qué sucede en las próximas décadas.
Imagen | Petr Magera (Flickr), Emoro (Pixabay)
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