Mercedes EQ es la submarca que Daimler ha creado para sus coches eléctricos y electrificados. Primero fueron los Smart EQ tanto de cuatro como de dos plazas, le siguió el SUV Mercedes EQC y ahora llega otro SUV compacto llamado Mercedes EQA como coche eléctrico al 100% con una autonomía máxima de 426 kilómetros. Ya lo hemos conducido y estas son nuestras primeras conclusiones.
El nuevo Mercedes EQA es, por contarlo de forma muy resumida, la versión 100% eléctrica del Mercedes GLA. Con este comparte plataforma, su tamaño exterior es casi idéntico con 4,41 metros para el GLA y 4,46 metros para el EQA, mientras que la distancia entre ejes es la misma, demostrando que su base común a ambas versiones.
Las semejanzas entre ambos SUV compactos se aprecian a simple vista por las formas de la carrocería, calcadas en sus líneas principales, como el contorno del techo o el volumen dedicado al capó. Solo encontramos cambios en el diseño del frontal y la parte posterior.
El EQA al ser un coche eléctrico no necesita una parrilla delantera que dirija aire hacia el motor como en los coches de combustión. Así pues, se han permitido diseñar una parrilla cerrada, ficticia, puramente estética, en color negro y bien diferente a la de un GLA.
Cambia ligeramente el diseño del paragolpes delantero y lo que no se ve a simple vista es que los bajos del vehículo están casi completamente tapados para mejorar la aerodinámica, consiguiendo así un coeficiente de resistencia aerodinámica de 0,28 Cx.
También si vemos desde atrás el nuevo Mercedes EQA apreciaremos notables diferencias respecto al GLA, sobre todo porque este incluye una línea de luces LED que lo recorre a lo ancho, de forma que consigue lucir un estilo propio cercano al del EQC que ya conocíamos.
Mecánica del Mercedes EQA
El Mercedes EQA acaba de ser presentado con una primera versión llamada EQA 250. Se trata de una versión bastante simple, con un motor asíncrono ubicado en el eje delantero, tracción delantera y una batería de 66,5 kWh situada en el suelo del vehículo gracias a la que homologa 426 km de autonomía WLTP.
Más adelante llegarán otras versiones con diferentes niveles de potencia, capacidades de batería e incluso con tracción a las cuatro ruedas, pero mientras tanto este será el único EQA que se venda en España.
Habrá tres niveles de acabados para el EQA: Progressive como acabado básico, Electric Art como nivel intermedio y el AMG Line como tope de gama para los que busquen un aspecto más deportivo.
Si nos vamos al sistema de carga de la batería, necesita 5 horas y 45 minutos para pasar del 10 al 100% de carga en una toma CA de 11 kW, mientras que si se carga en una estación de carga rápida CC con 400 V de tensión el tiempo se reduce a 30 minutos.
Al volante del Mercedes EQA
Mercedes trajo a España una unidad del nuevo Mercedes EQA 250 para que pudiésemos conducirla en una breve toma de contacto el mismo día en que fue presentado en sociedad.
La cita era ya de noche, a las 19:00 y el día estaba de lo más desapacible, con una incesante lluvia. Así pues, entenderás que no hay fotos de la prueba de conducción, porque era literalmente imposible hacerlas.
Después de firmar las pertinentes autorizaciones para conducirlo, me entregan las llaves del Mercedes EQA y me subo al coche. Lo primero que destaca es que el habitáculo es prácticamente idéntico al de un GLA, con sus materiales de máxima calidad y unos ajustes como esperas en un Mercedes.
La unidad que íbamos a probar venía cargada de elementos tecnológicos Destaca a simple vista el sistema multimedia en versión widescreen (opcional), de 10,25 pulgadas o lo que es lo mismo, 26 centímetros.
El sistema de infoentretenimiento MBUX (Mercedes-Benz User Experience) que puede incorporar de forma opcional la navegación con realidad aumentada, es de lo más moderno y completo que hay hoy en día en el mercado y hay que reconocer que a pesar de las casi infinitas opciones que ofrece, es sencillo manejarse por sus menús aunque no estés del todo familiarizado con ellos.
Salgo de la sede de la marca para una prueba de conducción de 30 minutos que tampoco iba a permitir demasiado, pero sí cogerle un primer pulso al coche antes de poder realizar más adelante una prueba en detalle algo más completa.
Encaro la autovía A1 y lo primero que percibo más allá del parabrisas que funciona a máxima velocidad, es que el habitáculo del coche está excelentemente bien insonorizado y que apenas se escuchan ruidos en su interior.
Eso puede parecer algo obvio en un coche con mecánica eléctrica como este, donde no hay ruido de un motor de combustión, pero no lo es tanto. En un coche con motor de combustión el propio sonido de este llega a camuflar ciertos sonidos de rodadura, posibles crujidos o incluso aerodinámicos. Por eso, que un coche eléctrico sea tan silencioso como este, no es casualidad.
Efectivamente comentándolo con los responsables de la marca, nos confirmaron después que el silencio abordo fue una de los objetivos principales en los que se centraron los esfuerzos a la hora de diseñar el coche, de ahí que este cuente con algunos elementos de aislamiento mayores que en un GLA.
El agua de la lluvia seguía cayendo e incluso el sonido de esta al golpear contra los pasos de rueda estaba muy bien amortiguado, de forma que al conducirlo no se escuchaba prácticamente nada.
Circulando a ritmo normal entre el tráfico de la autovía un miércoles a media tarde, el GLA destaca también por su respuesta a los movimientos de acelerador, casi instantáneos y de gran precisión.
Aunque comparados con otros coches eléctricos que he tenido ocasión de probar, como el Jaguar I-PACE, el Porsche Taycan o el Ford Mustang Mach E, la potencia del Mercedes con 190 caballos es notablemente inferior, a ritmos normales y en condiciones de lluvia no echas en falta una respuesta más enérgica cuando quieres ganar velocidad, cambiarte de carril o simplemente cambiar el ritmo al que circulas.
Otro aspecto que destaca pasados unos cuantos kilómetros y empezando a hacer alguna ligera curva con él, es el aplomo que transmite y con el que pisa el asfalto. Se nota que estamos ante un coche en este sentido muy robusto, y eso transmite tanto a través de los mandos de conducción como al tacto en general.
La dirección va bien asentada, tiene la dureza adecuada cuando la movemos y en general el coche lee bien la carretera, transmitiendo mucha confianza. En parte esa calidad de rodadura se debe al peso extra que suponen las baterías, que al ir situadas en el suelo hacen que el centro de gravedad del coche baje mucho y tenga tanto aplomo.
Empiezo a fijarme en los consumos que iba haciendo y hasta el momento apenas alcanzaba los 20,5 kWh/100 km, lo cual está bastante bien para ir en autovía con un coche 100% eléctrico de más de dos toneladas de peso. Empiezo entonces a jugar con los diferentes modos de conducción, que se pueden seleccionar desde un mando situado en la consola entre ambos asientos.
En Dynamic el carácter del coche cambia bastante, es más directo a los movimientos del acelerador, que interpreta con más ímpetu. Gana velocidad con mayor rapidez, la dirección se vuelve algo más dura y directa y en general el coche va más tensionado. También aumentan los consumos en consecuencia, aunque en ningún momento me pareció que se disparasen demasiado.
Pasando al último modo ECO, pensado para optimizar al máximo los consumos de energía, el coche pierde esa respuesta inmediata. Queda capada por la electrónica para evitar que el consumo de combustible sea muy alto, pero al mismo tiempo el coche también rueda más suelto y mejor cuando suelas el pie del acelerador, maximizando los metros que recorre "a vela".
En este sentido el Mercedes EQA cuenta con un sistema que a través de las levas situadas en el volante, que parecen las del cambio en un coche automático secuencial, permite elegir entre los modos de intensidad de recuperación (D+, D, D- y D--) y un nivel automático (Dauto).
Los primeros son simplemente cuatro niveles de menos a más intensidad de retención cuando sueltas el pie del acelerador, mientras el Dauto también va midiendo la distancia respecto a otros coches que nos rodean y va adaptando automáticamente la intensidad para evitar que nos acerquemos demasiado a ellos y tengamos que frenar, perdiendo parte de la energía que habíamos consumido.
Una opción interesante si realmente va a costar 49.900 euros
Devolví el Mercedes EQA después de algo más de media hora de conducción con muy buenas impresiones. Me gustó el confort de marcha, la calidad de rodadura y cómo entrega la potencia, ya que a pesar de no se un coche eléctrico muy potente, parece suficiente para moverte con soltura en vías urbanas y más allá.
Como viene siendo habitual en los coches eléctricos, el factor clave para su éxito estará en el precio con el que llegue al mercado. En otros mercados como el alemán ya se ha anunciado por debajo de los 50.000 euros, aunque en España Mercedes todavía no ha dado a conocer su precio.
De estar en ese umbral, sería el coche eléctrico Premium no urbano más asequible del mercado, ya que un BMW iX3 es más grande y caro con un precio de 72.300 euros, mientras un Audi e-tron parte de los 73.040 euros y también es notablemente más grande. El Tesla Model Y todavía no se vende, pero está previsto que comience en 64.000 euros.
Así pues, el éxito de este nuevo coche eléctrico llamado Mercedes EQA residirá en el precio y en el desarrollo de la red de carga rápida en los próximos tiempos, porque desde el punto de vista del puro producto, ya tiene los deberes hechos y con buena nota.
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