Alargar la autonomía de un coche electrificado se ha convertido en una de las mayores obsesiones de la industria. Y en esa obsesión se ha hecho un hueco el techo solar. Pero no el techo solar de cristal que deja ver el cielo estrellado mientras conducimos. El techo solar entendido como una superficie con espacio para paneles solares y nutran de energía nuestro coche.
Hasta ahora, el uso de paneles solares para vehículos electrificados ha sido testimonial. Durante años se han sucedido los experimentos para conseguir el "vehículo que nunca necesite cargarse" y se mueva exclusivamente mediante luz solar. Pero, spoiler: esto no tiene pinta que vaya a suceder. Y esto es porque la superficie para recibir la luz solar es pequeña y la energía que necesita un vehículo es demasiada para lo que el panel puede dar de sí.
Pequeño, pero... ¿decisivo?
El Mercedes Vision EQXX, el eléctrico más avanzado y que servirá de desarrollo para futuros modelos, cuenta con paneles solares en el techo. Aprovechando su amplia superficie, los ingenieros han implementado unos paneles solares que podrán alimentar al eléctrico hasta en 25 kilómetros.
Desde luego, no parece una cifra espectacular pero, al fin y al cabo, sí puede ser decisiva. Es el mismo caso que las versiones Solar de los relojes deportivos de Garmin. ¿Consideras imprescindible el extra de autonomía de unas pocas horas que da mientras realizas una actividad? Probablemente, no. Pero sí es cierto que, de necesitarlo, ahí están y seguro que te resultan útiles.
Lo mismo sucede con los paneles solares del Mercedes Vision EQXX. La firma asegura que su eléctrico es capaz de alcanzar los 1.000 kilómetros de autonomía. En esas condiciones 25 kilómetros no son muchos... pero sí pueden ser decisivos el día que se necesiten. Es otra manera de reducir la denominada "ansiedad por la recarga" o el miedo a quedarse tirado en la carretera por falta de autonomía.
Y el mejor ejemplo es el récord de autonomía conseguido por el Lightyear One, un eléctrico capaz de recorrer 710 kilómetros sin parar... y en el que los paneles solares aportaron un total de 12 kilómetros extras.
Un gran paso que puede quedarse en mera curiosidad
Pese a todo, no debemos perder de vista que hablamos de un prototipo, el Mercedes Vision EQXX, al que se le ha implementado en el techo unos paneles solares con 117 células fotovoltaicas. Tendríamos que tener más datos para saber si esta tecnología es potencialmente exportable a un modelo de producción si atendemos a sus costes pero el mercado no dice eso.
El modelo más conocido que implementa un techo solar es el Toyota Prius Plug-in Hybrid. La versión híbrida enchufable de la berlina cuenta con unas placas en el techo que se utilizan para cargar la batería cuando se está en parado y para alimentar la batería auxiliar (luces o infoentretenimiento, entre otros) cuando se está en movimiento. Según sus datos, el coche tiene un ahorro de 0,1 kWh cuando utiliza la energía obtenida por los paneles solares y es capaz de recuperar hasta un kilómetro cada hora que está detenido al sol, con un máximo de unas cinco horas y, por tanto, kilómetros extra.
En 2019 supimos que Toyota estaba investigando con este sistema y que su objetivo es que los paneles solares les llegaran a aportar más de 40 kilómetros diarios de autonomía si el vehículo recibía la luz suficiente durante un día. Pero, de momento, los avances en este sentido no han llegado a los modelos de producción.
A todos los datos anteriores hay que sumar que el vehículo reciba la luz suficiente para ser útil en el día a día, lo que se puede complicar en climas fríos donde las lluvias y los nublados son habituales. Sin olvidar que los mejores resultados se consiguen con el techo completamente limpio y que la suciedad también disminuye la eficacia de estos paneles solares.
Para hacernos una idea de la luz necesaria para mover un coche eléctrico, se calcula que un metro de panel solar estándar recibe unos 1000 vatios de luz solar a la hora y que apenas es capaz de convertir un 12% en energía eléctrica. Con un espacio de unos dos metros y medio de carrocería útil en el caso de un vehículo de gran tamaño, hablaríamos de 120 vatios a multiplicar por 2,5 metros cuadrados, obteniendo 300 vatios de potencia.
Tomando las previsiones de Toyota, de cinco horas efectivas de luz solar, esos 300 vatios se pueden transformar en 1.500 vatios cada día. Es decir, 1,5 kW cada día. ¿Es mucho o poco? Actualmente un coche eléctrico se mueve en unos 15 kWh de consumo por cada 100 kilómetros. Las cuentas, por tanto, nos dicen que un panel solar actual apenas nos entregarían 10 kilómetros de autonomía con el coche aparcado al sol entre cinco y diez horas. Y sin olvidar que los paneles implementados en el techo de los vehículos tienen que ser menos pesados que uno de uso doméstico.
En definitiva, es posible que en un futuro un panel solar pueda entregar un extra de autonomía que siempre es bienvenido pero la relación de la industria automovilística con este sistema de energía siempre ha sido conflictivo y no parece que vaya a mejorar notablemente en el futuro.
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