Algo que me parece muy práctico de los parkings públicos es la información sobre las plazas que quedan libres y dónde se encuentran. Esa idea la está llevando a cabo Siemens en toda una ciudad.
La compañía, en colaboración con Intel, ha convertido determinadas zonas de la ciudad de Munich en un parking gigante controlado en todo momento gracias a sensores radar. Situados sobre farolas y edificios, su misión es vigilar las plazas de aparcamiento en las calles, tomando nota de dónde hay sitios libres así como el tamaño y situación de los vehículos.
Monitorización continua con información al conductor
La información que recogen los sensores radar se transmiten de forma inalámbrica a un centro de control de datos, el cual se encarga de calcular la ocupación del espacio y proporciona esa información a los conductores. En la aplicación móvil, alguien que esté buscando aparcamiento, puede conocer en tiempo real la situación de las plazas.
Pero ese conocimiento del entorno urbano se va almacenando y da lugar a estadísticas y un historial que permitirá conocer de antemano si, en un determinado lugar y momento, habrá una plaza libre.
La tecnología de Siemens e Intel, que irá ampliándose progresivamente en la ciudad de Munich, también dará datos a las autoridades sobre coches y obstáculos que se encuentren en carriles bici, de autobús o en las entradas de los parkings.
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