En el día a día disponemos cada vez de más servicios y utilidades a distancia. Es cada vez más habitual tener Internet en nuestras casas y navegar con nuestro ordenador para consultar casi cualquier tipo de información, además de otras muchas cosas. Poco a poco también estamos disponiendo de esos servicios en cualquier lugar gracias a los teléfonos móviles avanzados.
Ahora está cada vez más cerca el disponer de este tipo de utilidades también en nuestros coches. Los sistemas telemáticos, los servicios en la nube, la conexión con otros dispositivos, el acceso remoto a nuestro coche, o navegar por Internet a través del sistema operativo del coche, y disponer de nuevas posibilidades, están disponibles como opción en varias marcas y modelos, y quizás, dentro de unos años, sean un equipamiento de serie más.
Coches con sistema operativo
Como si de un teléfono o tableta se tratara, los coches empiezan a llevar un sistema operativo que permita gestionar las cada vez más funciones que tienen a nuestra disposición. Entre ellos destacan las versiones de:
Windows Embedded: como Microsoft Auto, que se utiliza en coches como el Nissan LEAF (coche 100% eléctrico).
Meego: basado en Linux, desarrollado entre intel y Nokia, presente en marcas como BMW (entre otras).
Android, desarrollado por Google para dispositivos portátiles, cada vez más presente en smartphones, y por ejemplo empleado en el Chevrolet Volt o en su hermano casi gemelo Opel Ampera (ambos coches eléctricos de autonomía extendida).
Multimedia, comunicación, GPS y ahora también internet
Las principales funciones que se gestionan con estos sistemas han ido ampliándose con los años. Las más habituales suelen ser:
Conexión de otros dispositivos portátiles, y reproducción de archivos de música de múltiples formatos.
Telefonía manos libres por bluetooth, con sincronización de la agenda.
Navegación GPS, con información en tiempo real sobre tráfico y meteorología.
Ayuda para emergencias (en caso de accidente).
Localización y seguimiento del coche en caso de robo.
Recepción de mensajes de texto y de mails.
Lectura de noticias y otras fuentes de RSS, incluso navegación por Internet.
Los coches eléctricos también se benefician
Otra de las funciones que los sistemas telemáticos permiten, específica de los vehículos eléctricos, eléctricos de autonomía extendida e híbridos enchufables, es la gestión a distancia de la recarga de sus baterías, y la integración de estos vehículos en redes eléctricas inteligentes.
Podemos citar los ejemplos de General Motors y On Star o de Toyota y G-Station. Con estos sistemas telemáticos se puede por ejemplo, ver el estado de la recarga de las baterías del coche desde un teléfono móvil, o iniciar y parar la recarga. Pero también se puede utilizar para activar o desactivar el climatizador del coche, antes de vayamos a cogerlo, como por ejemplo en el BMW i8 (y otros).
Redes sociales en los coches
Otra función novedosa, y que también suele incluirse en los nuevos coches eléctricos o híbridos, es que nuestro coche forme parte de una red social de coches, como la de Toyota. Os preguntaréis para qué puede servir esto, pues por ejemplo el sistema Carwings del Nissan LEAF compara nuestro consumo con el de otros coches, y podemos competir por mejorar en el ranking de los conductores más eficientes.
Claro, la conectividad de nuestro coche en Internet puede suponer ciertos riesgos para nuestra privacidad e intimidad, pero sabiendo a qué atenerse (para ello es vital que las marcas informen adecuadamente sobre el funcionamiento), y cómo manejar el sistema, no es muy diferente a navegar con nuestro ordenador de casa.
Algunos ejemplos que ya están disponibles
Citaré algunos ejemplos de los que hemos hablado con más detalle en Motorpasión Futuro (pero eso no quiere decir que sean los únicos que hay).
BMW Connected Drive: es un sistema integrador de múltiples otros, como el navegador GPS, el asistente de estacionamiento o el sistema de visión nocturna, pero, sin que haya hecho mucho ruido, nos permite por ejemplo conectarnos a internet utilizando la conexión de datos de nuestro teléfono móvil y leer (mejor dicho que “el coche nos lea”) los mails y mensajes de texto que recibamos.
Hyundai Blue Link: funciona como servicio de suscripción que hay que pagar anualmente. Permite entre otras cosas abrir y cerrar (o arrancar o parar) el motor de nuestro coche desde el teléfono, o incluso programar un toque de queda para que el coche no se pueda utilizar entre unas determinadas horas (esto es algo así como un control parental en el coche).
Ford Sync con MyFord Touch: la última evolución del sistema telemático y de conectividad de Ford, permite crear una red WiFi en nuestro propio coche para que cualquier otro dispositivo portátil que llevemos acceda a internet, y por supuesto para que el propio coche lo haga, por ejemplo para leer los últimos RSS, noticias y más. Esto, además de ser todo un centro multimedia y poder leernos los sms que lleguen a nuestro móvil mientras seguimos conduciendo.
Según la marca y cuánto equipamiento adicional incluya el sistema telemático (a veces viene integrado con más sistemas) puede ser un equipamiento más o menos caro. El sistema de Ford por ejemplo no es demasiado costoso, son unos 400 dólares (al cambio actual eso son menos de 300 euros), así que podrían ir generalizándose en modelos medios y habituales como el Ford Focus (de nuevo por citar un ejemplo de los varios que puede haber).
El pequeño inconveniente que suele tener este tipo de sistemas en los coches, es que pueden complejizar el uso de estos para personas no tan jóvenes, y no tan acostumbradas a lo digital. Aunque se pueden manejar de diferentes maneras, con mandos en el volante, a través de una pantalla táctil a color o mediante la voz, algunas personas pueden sentir que conducir su coche nuevo es muy difícil, ya que no solo es cuestión de apretar cuatro botones.
De todos modos, poco a poco nos hemos adaptado (los jóvenes más rápido, los mayores quizás un poco más despacio) a las nuevas tecnologías y a lo digital (sirva el ejemplo de que casi todos tenemos un teléfono que hace bastantes más cosas que llamadas), por lo que creo que no hay que asustarse ante estos sistemas, que muy probablemente pueden ser la línea por la que avanzarán los coches hacia el futuro.
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