Internet en el coche va un paso más allá de integrar un smartphone o un tablet en el coche, si lo recordáis, un tema del que os hablé en esta misma serie especial de artículos hace unos días. Estamos hablando del coche que como tal es un integrante más de la red y no un simple intermediario con el que controlar nuestro teléfono (que también puede serlo, y bienvenido sea).
Es un poco pronto todavía, y aunque empieza a haber algunos intentos son aún un poco tímidos y minoritarios. Los primeros modelos en conectarse a Internet suelen recurrir al teléfono móvil, compartiendo su conexión de datos, pero la tendencia es que los propios coches incorporen una tarjeta SIM y su propia conexión de datos, haya o no un teléfono asociado presente.
‘La nube’ también será útil para los coches
De hecho una de las líneas que parece con bastante seguridad que se seguirá en los próximos años es la de utilizar la nube (Toyota por ejemplo ya comunicó que lo estaba haciendo). Un coche podrá servirse de la nube no solo para el tema computacional, sino también para que el usuario disponga de sus contenidos desde el coche, allá donde sea que se encuentre.
Un coche conectado a Internet puede permitirnos un gran número de funciones y posibilidaes que van más allá de la mensajería (mails o guasaps). Por ejemplo los actuales sistemas de navegación GPS podrían emplear servicios como Google maps, Google Earth o Google Streetview que enriquezcan la información y la experiencia del navegador. Lo podemos ver ya por ejemplo en el coche eléctrico Tesla Model S.
Buscar cualquier cosa y que el coche nos lleve allí
La propia herramienta buscador, tipo Google, o la que prefiera cada usario, estaría también integrada en el coche, y por supuesto con su sistema GPS. Así que estando en cualquier lugar podríamos ordenar al coche que nos buscara, por ejemplo, el restaurante mexicano más cercano, o una tienda de artesanía china, o lo que fuera, y que nos dijera cómo llegar hasta allí.
Pero además el control del sistema debería ser lo más intuitivo y natural posible, y de una manera que nos permita apartar la vista de la carretera lo menos posible, o incluso nada, hablando directamente a nuestro coche. Los fabricantes van en esa dirección, como por ejemplo Ford con su última evolución de SYNC con MyFord Touch.
Imaginad también que a la hora de buscar ese restaurante del ejemplo, podríamos a su vez consultar rápidamente qué opinión sobre él tiene la gente que ya lo probó alguna vez, o consultar su menú, cuál es el plato del día, o qué precios tiene.
La búsqueda también puede ser una plaza de estacionamiento, pero no solo para buscar un parking subterráneo, también serviría para buscar un hueco para aparcar en la calle, como con el sistema SFpark. Y claro, además de buscarlo, con un sistema conectado, tanto en un caso como en otro también se podría reservar la plaza.
Y quien dice reservar una plaza, también dice reservar en el restaurante del ejemplo anterior, o comprar las entradas del cine mientras vamos hacia él, o…
Un automóvil conectado también se mueve mejor y más inteligentemente por las calles y carreteras conociendo minuto a minuto el estado del tráfico, la meteorología, el estado de las obras, accidentes, u otras incidencias, y por tanto buscando siempre la ruta más rápida y segura para llegar a nuestro destino.
Pero Internet permite más cosas, por ejemplo coches eléctricos como el Nissan LEAF, con su sistema Carwings, guarda en la nube un histórico de nuestras rutas y consumos (si lo autorizamos) y esto se utiliza para saber cuánta energía consume este coche en diferentes circunstancias, estimar su autonomía o incluso permite competir entre los miembros de la comunidad de usuarios del LEAF por ver cuál es el conductor más eficiente.
También en el ámbito de los coches eléctricos Internet nos permite acceder al coche para controlar la recarga de las baterías, ver cuánto les falta y detenerla, o volver a iniciarla.
Desde el propio coche de nuevo estar conectado a Internet le permite estar al tanto de manera totalmente actualizada de dónde están los puntos de recarga más próximos, y saber de qué tipo son. Incluso para reservar una plaza y turno para dejar el coche recargándose (algo que hoy en día hay que hacer con un smartphone, pero que acabaría integrándose en el coche).
Radio por Internet: ‘casi’ infinitas emisoras
Más posibilidades que ya utilizan algunos coches como por ejemplo los BMW equipados con el sistema Connected Drive es escuchar radio por Internet, con la ventaja de que estés donde estés, puedes escuchar tu emisora favorita, como por ejemplo con TuneIn. Y esto se podría aplicar a cualquier otro contenido multimedia.
Y por supuesto, cuando el coche esté parado, y el conductor no corra el riesgo de distraerse fatalmente, siempre queda la opción de navegar por la red libremente y visitar páginas y páginas: para leer el periódico, consultar la bolsa, acceder a tal o cual blog..
Como podéis ver todas estas posibilidades, y muchas más que se les ocurran a los desarrolladores, ya las tenemos, o podríamos tener a través de un smartphone o una tablet, el resto está en que se integren totalmente y se sinergicen dentro del coche y que se puedan utilizar con la mínima distracción y máxima seguridad.
En Xataka | Tecnología para el coche: las fronteras de los coches eléctricos