Ha sido, de manera incuestionable, el gran mito de las predicciones futuristas del siglo XX: el coche volador. Hemos soñado con él y lo hemos visualizado de muchas formas. Ya en el siglo XXI parece que ese vehículo sigue más cerca del mundo de la imaginación que de la realidad, o tal vez no.
Terrafugia, una compañía del estado de Massachusetts (Estados Unidos) lleva cinco años trabajando en llevar su coche volador a nuestro garaje. Están cerca de lograrlo, y quieren conseguir el último empujón a través del crowdfunding.
Dándole alas con el dinero de cualquier contribuyente
Con esta idea tan loca, y con las muchas preguntas que plantea, sus creadores son bastante realistas. Con esta financiación, que ya va por los 10 millones de dólares, pretenden producir al año alrededor de 300 unidades de estos vehículos.
Saben que todavía hay mucho camino que avanzar, que su precio (279.000 dólares) no está al alcance de todos pero prometen seguir adelante con su coche volador y demostrar que es fácil de conducir, tanto en tierra como en aire, ya que aseguran que con un entrenamiento de 20 horas es suficiente.
Tal y como llevan la financiación en WeFunder no cabe duda de que acabarán consiguiendo el objetivo económico y con él, la producción de estos coches (que originalmente parecían más aviones con ruedas). Ahora bien ¿dónde y cuándo podremos utilizarlos?
Sus creadores aseguran que viene con todos los controles y estándares correspndientes para correr en el asfalto, hasta ahí bien. Sin embargo, lo de volar implica muchas dificultades. No sólo ya encontrar un sitio donde despegar y aterrizar si no el permiso pertinente para subir a las alturas.
Un proyecto fascinante, no sólo por dar forma al sueño de muchos sino también por la cantidad de preguntas que plantea. Teniendo en cuenta las medidas de seguridad actuales, parece difícil que en los próximos años vayamos volando con el coche para saltarnos atascos.
Vía | WeFunder Más información | Terrafugia
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