A inicios de año, y tras dos trimestres de ensueño con ingresos récord para Tesla, Elon Musk anunciaba que para el primer trimestre de 2019 presentarían pérdidas, lo que nadie se esperaba es que fueran tan grandes. Tras los resultados financieros del primer trimestre de 2019, Tesla está reportando pérdidas por 702 millones de dólares, que es más del doble de lo estimado por los analistas y se convierte en su cuarta peor caída desde que la compañía salió a bolsa en 2010.
En resumen, Tesla terminó el primer trimestre del año con 2.200 millones de dólares en efectivo, una caída respecto a los 3.700 millones del trimestre anterior. Ingresos por 4.500 millones, que también es una disminución ante los 7.200 millones de dólares del cuarto trimestre de 2018. Asimismo, Musk adelantó que tampoco esperan ganancias para el segundo trimestre de 2019 y espera que hasta el tercer trimestre vuelvan al camino de la rentabilidad.
Reducción en las entregas y confusión en la comunicación
Durante la llamada a inversores, Zach Kirkhorn, el nuevo director financiero de Tesla, fue claro al mencionar que estuvieron ante "uno de los trimestres más complicados que ha visto en la historia de la empresa". Y es que la compañía se enfrentó a una gran variedad de factores que terminaron por afectar sus ingresos, vamos, Tesla ni los inversores ni los analistas pronosticaban una caída de este nivel.
Para este trimestre que terminó, Tesla entregó 63.000 coches eléctricos, casi una tercera parte por debajo de lo que entregaron hace un año y una importante caída con respecto a los 90.000 coches que entregaron durante el cuarto trimestre de 2018.
Elon Musk explicó que este descenso en las entregas se debió en primer lugar a su expansión internacional, ya que el Model 3 se empezó a vender en Europa y China. Musk habló de la dificultad que significa entregar tres modelos a nivel mundial desde una sola fabrica: "éste ha sido el problema logístico más difícil que he visto en mi vida, y creanme que he visto muchos difíciles".
El otro factor que tuvo un impacto en los resultados financieros de Tesla fue el término del apoyo gubernamental de 7.500 dólares en Estados Unidos a los coches eléctricos, que hizo que a partir del 1 de enero de 2019 los coches Tesla fueran más caros. Musk intentó minimizar el impacto al disminuir sus precios en 2.000 dólares, pero no fue suficiente.
Y por último, otro factor fue el caos de comunicación tras el lanzamiento de la versión Standard o "económica" del Model 3, cuando Musk anunció el cierre de tiendas y el despido de empleados para centrarse en ventas online. Algo que a los pocos días se revirtió junto a un aumento en los precios de sus coches. Según los analistas, esto causo confusión y nerviosismo en el sector, lo cual terminó afectando las ventas de Tesla.
Musk explicó que los cambios en la operación le costaron 67 millones de dólares, mientras que los diversos ajustes de precios en los coches significaron pérdidas por 121 millones de dólares por gastos operativos. También hay que mencionar que en marzo, Tesla tuvo que pagar 920 millones de dólares en efectivo de deuda vencida.
Tesla cerró el trimestre con 768 millones de dólares provenientes de reservas de clientes para el Model 3, Model Y, Roadster y Semi, lo cual es una ligera caída con respecto a los 793 millones de finales del año pasado.
Sin embargo, Elon Musk sigue adelante con su agresivo plan
Si alguien cree que estos números y descalabros cambiarán los planes de Elon Musk con Tesla, sentimos decirles que están muy equivocados. Antes de presentar las cifras, Musk anticipó que necesitará buscar más fondos para ayudar a financiar un objetivo enormemente ambicioso: el despliegue de su red de taxis autónomos compartidos, el cual estima tener listo el año que viene con más de un millón de coches Tesla completamente autónomos en Estados Unidos.
Musk también aprovechó para soltar uno de sus habituales y agresivos pronósticos, ya que mencionó que la nueva Gigafactory de Shanghai, China, estará lista para operar durante el cuarto trimestre de 2019, con lo que serían capaces de producir hasta 500.000 coches.
"Este es un calendario agresivo, pero es lo que nos proponemos. Sin embargo, basándonos en lo que sabemos hoy, es muy probable que podamos producir más de 500.000 vehículos en todo el mundo en el período de 12 meses que terminará el 30 de junio de 2020".
Kirkhorn reafirmó lo que mencionó Musk, que esperan ver flujo positivo de efectivo durante el tercer trimestre de 2019. Sin embargo, aclaró que están excluyendo gastos de capital y nuevas inversiones. Ante esto, uno de los inversores preguntó cuánto le está costando a Tesla todos estos esfuerzos, a lo que Musk respondió: "básicamente toda nuestra estructura de gastos".
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