Te traemos una guía sobre cómo puedes amplificar la señal WiFi de tu casa, donde vamos a intentar explicarte todo lo que debes saber para conseguirlo. Vamos a intentar hacerlo sin demasiados tecnicismos, y de una manera sencilla en la que puedas entenderlo todo. Empezaremos diciéndote cómo mejorar la señal del router que ya tienes sin necesidad de comprar nada más.
Pero también vamos a explicarte algunas alternativas que sí puedes comprar, como redes Mesh, repetidores o PLCs. Podrás saber qué particularidades tiene cada uno de ellos para que puedas hacer una compra informada. Y para terminar, lo haremos diciéndote algunas características que deberías buscar en un router nuevo en el caso de que decidas invertir en uno.
Y como siempre decimos en Xataka Basics, es posible que algunos de vosotros tenga amplios conocimientos sobre el tema y quiera compartir sus propios consejos y trucos. Para ello, te sugerimos que lo hagas en la sección de comentarios, de forma que todos los lectores puedan beneficiarse del conocimiento de nuestros xatakeros.
Por último, antes de empezar también quiero advertirte de que en este artículo hemos intentado, como solemos hacer también siempre en Basics, dejar los tecnicismos de un lado para intentar dar explicaciones más coloquiales y entendibles por todos. Por eso, a lo largo del artículo tendrás varios enlaces a otros artículos más técnicos de Xataka por si quieres profundizar en algunos temas.
Asegúrate de que tu router actual está bien colocado
Antes de empezar a gastarte dinero en mejorar la señal de tu WiFi, lo mejor es que intentes sacarle el máximo provecho a lo que ya tienes. En este caso, has de saber que colocar el router en el sitio oportuno puede ayudarte a mejorar mucho el alcance de su señal, y es que no es lo mismo ponerlo en un sitio que en otro de tu despacho, o en una esquina u otra de una habitación. Hay cosas que debes tener en cuenta.
Cuando contratas tu fibra o tu conexión, el técnico que viene a tu casa se limita a colocar el router en sitio más cercano a la conexión de cable. No va a gastar tiempo en mirar cómo es tu casa para ponértelo en el sitio donde mejor cobertura tenga, eso ya va a depender de ti.
Lo recomendable es colocar el router en el centro del área que quieras cubrir. Si estás en un piso, pues intenta que esté en la parte más central de ese piso que sea posible. Si pones el router en un salón que esté en uno de los extremos de tu casa, por poner un ejemplo, la señal tendrá que ir a mucha distancia y atravesar muchas paredes para llegar a la habitación que haya en el otro extremo, lo que acabará traduciéndose en que en esa habitación habrá muy mala cobertura.
Pero hay veces que esto tampoco es suficiente, ya que algunos obstáculos pueden perjudicar el alcance de tu WiFi. Las paredes y las puertas de tu casa obstaculizan la propagación de su señal inalámbrica, y dependiendo de su distribución, grosor o densidad la señal se verá más o menos atenuada. También pueden interferir con tu red WiFi otros dispositivos del hogar, como los interfonos inalámbricos, los hornos microondas o los teléfonos domésticos sin cables.
Por lo tanto, además de tenerlo en una zona bastante céntrica de tu casa, es igualmente importante que sea una zona despejada de obstáculos. Por mucho que lo pongas en el centro de tu piso, si está en un cuarto cerrado y rodeado de muebles u otros cacharros, pues tampoco va a ser tan efectivo como descentrarlo un poco y que esté en un sitio abierto. En las viviendas de varios pisos también es preferible buscar el piso central por las mismas razones.
Los routers no siempre son bonitos, pero por muy feos que sean, deben verse siempre. Esto quiere decir que, por la misma razón de evitar obstáculos, nunca debes dejar el router metido en sitios como puedan ser un armario o falso techo. Recuerda, siempre hay que dejarlo lo más libre de obstáculos que sea posible para que la señal consiga su máximo alcance.
Por último decir que también es importante colocar el router en una posición relativamente alta. Estos dispositivos suelen enviar ondas hacia abajo, y de no hacerlo estaremos desaprovechando parte de su alcance. Con esto, quiero decir que colocarlo en el suelo siempre va a ser menos efectivo que encima de una mesa, y si es una mesa elevada siempre será mejor que en un mueble bajito.
La colocación de las antenas también importa
Aunque no todos los routers tienen antenas, los que sí las tienen cuenta con una ventaja extra. Pueden que no siempre sean estéticas, pero las antenas importan, y su colocación también a la hora de intentar maximizar la cobertura de la WiFi que emite el router por toda tu casa. Y es que si simplemente las pones de cualquier manera o directamente ambas en la misma dirección buscando la estética, posiblemente no las estés aprovechando.
Lo recomendable es colocar las antenas en perpendicular entre ellas, teniendo una en horizontal y la otra en vertical. Esto es algo que dijo hace unos años un ingeniero de Apple, asegurando que la recepción de radio se maximiza cuando tanto el cliente como el punto de acceso coinciden con la polarización, vamos, cuando las antenas están orientadas en el mismo plano.
El resumen es que las antenas tienen que dibujar un ángulo de 90 grados entre ellas. No, con este truco no verás que tu WiFi ahora es mucho más rápida, pero ayuda a que mejore la cobertura en nuestros dispositivos y que no sufran tanto cuando están algo alejados del router.
Mantén actualizado el firmware de tu router
El firmware es el programa básico que controla los circuitos electrónicos de cualquier dispositivo, incluyendo los routers. Se trata de un programa que sabe lo que tiene que hacer un aparato, y se asegura de que lo haga haciendo que funcione lo mejor posible. Como si fueran unas instrucciones de las que depende lo bien que funciona todo.
Cuando te traen un router o lo compras, este viene con un firmware instalado. Sin embargo, este firmware puede no estar siempre actualizado, y en este caso podrías estar perdiéndote una actualización que mejore ligeramente o sustancialmente algunas características del router.
Por lo tanto, es importante asegurarte de que el firmware de tu router esté siempre actualizado. Esto no siempre es fácil, porque aunque muchos lo actualicen de forma automática, hay veces en las que algunos modelos pueden necesitar que los actualices de forma manual.
Esto no siempre va a quedar claro, por lo que puedes hacer dos cosas. Primero, puedes mirar en el manual de instrucciones del router a ver si especifica cómo se hacen las actualizaciones. Pero si no, también puedes entrar directamente a la página de configuración de tu router y buscar en ella alguna opción de buscar actualizaciones. A esta página, como te hemos dicho algunas veces, se llega escribiendo en el navegador las IPs 192.168.1.1 o 192.168.0.1.
Elige entre las bandas WiFi de 2.4 GHz y 5 GHz
Muchos de los WiFis actuales tiene una tecnología de doble banda. En estos casos, el router crea dos WiFis diferentes para las bandas de 2.4 GHz y de 5 GHz. Cada una de estas bandas tiene características diferentes, por lo que también va a ser importante elegir la más adecuada para cada dispositivo que conectes, y que así el aprovechamiento de tu red sea el más óptimo. Esto solo es para los routers de dos bandas, porque habrá otros que solo tengan una y generen una única red WiFi.
DIFERENCIAS | 2.4GHz | 5GHz |
Canales | 14 canales superpuestos | 25 canales no superpuestos |
---|---|---|
Interferencias | Más interferencias | Menos interferencias |
Velocidad máxima | Menos velocidad de conexión | Más velocidad de conexión |
Rango de red | Mayor rango | Menor rango |
Estándar | IEEE 802.11b, 802.11g, 802.11n | IEEE 802.11a, 802.11n, 802.11ac |
Como ves en esta tabla de arriba, la banda de 2.4 GHz suele tener más interferencias, lo que hace que la conexión pueda ser más lenta. También tiene menos canales, de los que hablaremos un poco más adelante, haciendo que todos los dispositivos conectados tengan que "pelearse" por el poco espacio que hay para todos. El gran punto positivo es que la WiFi de 2.4 GHz tiene mayor alcance, dándole cobertura a zonas de la casa donde no llega la de 5 GHz.
En cambio, la banda de 5 GHz tiene menos interferencias porque es más reciente y menos utilizada, y tiene más canales para repartir los dispositivos, por lo que queda más desahogada. Su alcance es mejor y tiene más problemas para superar obstáculos, pero tiene una mayor velocidad máxima de conexión, lo que hace que los dispositivos conectados a ellas tengan mejor conexión.
Con estas características en mente, aprovechar las posibilidades de tu WiFi con cada dispositivo dependerá de qué banda eliges para conectarlo. En el caso de que te llegue bien la cobertura, la WiFi de 5 GHz es la mejor para dispositivos que necesiten mayor velocidad de conexión, aunque tendrán que estar cerca del router o el amplificador que tengas para que la distancia no juegue en contra.
Para los dispositivos donde el alcance o cobertura es más importante que la velocidad, la red a elegir será la WiFi de 2.4 GHz. Por lo tanto, esta podría ser la opción para portátiles y tabletas, mientras que a lo mejor, las consolas o portátiles podrían funcionar mejor en la de 5 GHz. Por lo menos mientras sean compatibles, ya que algunos dispositivos menos modernos podrían no soportar las bandas de 5 GHz.
Has de saber que hace pocos meses han empezado a anunciarse los primeros routers WiFi 6 y WiFi 6E, que cuentan con una nueva banda de 6 GHz. Sin embargo, esta tecnología es aún demasiado nueva para verla en los routers de las operadoras, por lo que solo será una opción si quieres comprar un nuevo router.
En cualquier caso, te conviene saber que estos nuevos estándares ofrecen importantes mejoras, como un pequeño aumento en la velocidad máxima por dispositivo, y que sobre todo, mejora el rendimiento de la WiFi con muchos dispositivos conectados, algo que cada vez es más común en nuestras casas. También habrá mejora en la latencia, que será mucho menor, y también la seguridad con el nuevo estándar WPA3.
Busca los canales menos saturados
También puedes mejorar tu WiFi cambiando el canal de ti WiFi. Imagínate que los canales son carreteras, y puedes elegir por cuál va la señal WiFi de tu router. Puede que un canal, una carretera, la estéis ocupando tú y algunos vecinos, por lo que hay más tráfico y la circulación es más lenta. En estos casos, lo mejor es cambiar de canal WiFi para circular por una carretera menos transitada. Si hay señales de las WiFi de los vecinos interfiriendo con la tuya, también tendrás menos alcance en la señal.
Para cambiar esto puedes ir a la página de configuración de tu router, a la que accedes con las IPs 192.168.1.1 o 192.168.0.1. Allí dentro, normalmente en la misma página donde cambias los valores básicos como nombre del SSID, hay otra opción llamada Control Channel o control de canales. Sirve para elegir uno de los canales por los que puede operar tu router. Por lo general estará configurado para elegir automáticamente el canal menos congestionado, pero este es un modo auto que no siempre es del todo fiable.
El número de canales depende de si utilizas una WiFi de 2.4 GHz o 5 GHz, por lo que esta es una configuración que, si tienes un router de doble banda, puedes aplicar a cualquiera de las dos. Las bandas de 5 GHz tienen más canales, pero en las de 2.4 GHz solo tienen del 1 al 13, y tienes que estar atento a las congestiones, sobre todo si vives en comunidades con muchos vecinos.
Existen programas y apps que te ayudarán a saber qué canales están más congestionados. Una de las más recomendables es Wifi Analyzer de Android, que analizan el estado de los canales de tu alrededor. La app no te pide claves ni accesos raros, simplemente te muestra cuál es tu router de todos los de tu alrededor, y te dirá en qué canal estás y cuál es el recomendado ahora mismo.
Utilizando esta aplicación, yo he podido ver que mi router se ha configurado automáticamente para utilizar el canal 1, pero que los canales menos congestionados con los que mejor me iría la conexión son los 8, 9 y 13. Vamos, que el modo automático del router no ha atinado, y ahora tengo la información necesaria para cambiar el canal manualmente y mejorar la señal y velocidad de mi WiFi sin grandes molestias.
Redes Mesh, PLCs y repetidores WiFi
Hasta ahora, te hemos dado consejos para mejorar la señal de tu WiFi sin tener que gastar dinero. Pero hay veces en las que esto no es suficiente, y entonces toca tomar la decisión de comprar un repetidor WiFi, un PLC o un sistema Mesh para mejorar la cobertura de tu red en toda la casa. Son productos que buscan ayudarte con lo mismo, pero con precios y métodos diferentes, por lo que es importante conocerlos bien.
Los repetidores WiFi son en muchos casos la alternativa más económica para ampliar la cobertura de tu red. Lo que hacen es captar la señal de la red WiFi de tu casa y amplificarla para que llegue más lejos. La señal que amplifica el repetidor WiFi es exactamente la misma que la que envía tu router, con el mismo nombre para la WiFi y una misma contraseña.
Los PLC son una alternativa a los repetidores WiFi. También amplían la señal, pero en vez de recibir la WiFi que envía el router a través de ondas, obtienen la señal a través del cableado eléctrico. Suele constar de al menos dos dispositivos, uno que enchufas al lado del router y lo conectas a él a través del cable Ethernet, y a través del tentido eléctrico le llega al repetidor, que emite una WiFi que puede ser clonada con mismos nombre y contraseña o diferente según tus necesidades.
Por lo tanto, estas dos primeras son dos alternativas que hacen lo mismo, pero con algunas diferencias en su manera de funcionar. Si tu casa es pequeña es posible que con poner un repetidor entre tu router y la zona a donde quieras llevar la WiFi sea suficiente, pero si es grande, entonces puedes hacerlo con un PLC a través del cableado. Algunos PLC, además, también tienen salidas Ethernet para poder conectar a ellos directamente tus dispositivos.
Y luego están las redes Mesh o de malla, que son una alternativa más cara, pero que también suele ser más completa y compleja. Es una red WiFi compuesta por varios componentes, todos con el mismo nombre y contraseña. Por una parte tienes el router o estación base que recibe la señal del módem o router de tu operadora, y luego tienes los nodos, también llamados satélites o puntos de acceso, que son los que hacen de repetidores.
Por lo tanto, es como si tuvieras un receptor como los que usan los PLC, y este emitiese una señal que le llega a una red de repetidores que trabaja de forma unificada. La idea es la de crear una red WiFi homogénea e inteligente, en la que siempre te estarás conectando al repetidor que mejor señal le envíe a un dispositivo, aunque tú no notarás diferencia entre pasar de uno a otro. También suelen ofrecer opciones extra, como monitorizar la red desde el móvil o crear WiFis para invitados.
Aquí, cuál de ellas elegir depende siempre de cada caso y de las necesidades y el presupuesto de cada persona. Las redes Mesh son en muchos casos la mejor opción posible para mejorar tu WiFi sin cambiar de router, aunque siendo la que más opciones de control ofrece y la más avanzada, también suelen tener precios algo mayores.
Los PLCs también son una opción bastante viable, aunque podrían no ser tan efectivos ni enviar una señal tan potente dependiendo de lo directo que sea el cableado que va desde el enchufe junto a tu router hasta ese donde está el receptor que envía la nueva señal. Además, tampoco son tan baratos como los amplificadores, que son la opción más modesta para aquellos con menos presupuestos o pisos más pequeños.
También puedes comprar un router nuevo
Pero si estás dispuesto a gastar dinero en mejorar tu red WiFi, otra alternativa es comprar un nuevo router de terceros o router neutro que mejore las prestaciones del que te ha dado la operadora. Aquí, lo que debes saber es que estos routers irán conectados directamente al de tu operadora, ya que sustituir el router de tu operadora es algo bastante más complejo.
Sin embargo, conectar un router neutro al de tu operadora hará que el segundo solo haga de enlace entre la fibra y tu conexión, y la red WiFi correrá a cargo de tu nuevo router. Algunos routers de operadoras no son demasiado buenos, pero conectando a ellos un buen router neutro puedes conseguir que tu red WiFi mejore sustancialmente.
En cuanto a qué pedirle a un nuevo router neutro que te vas a comprar, hay unos cuantos mínimos que deberían cumplir. Lo primero sería asegurarte de que el router tenga 3 o 4 puertos Ethernet libres, para poder conectar otros dispositivos directamente al router, y por si quieres utilizar enlaces cableados de Ethernet o PLCs en casa.
Ya puestos a comprar, otro mínimo es que tu router tenga interfaz WiFi N en 2,4 GHz de por lo menos 300 Mbps y WiFi AC en 5 GHz de 867 Mbps. Fíjate bien en las velocidades máximas que son capaces de ofrecer, e intenta que no sean inferiores a lo que tengas contratado para poder aprovechar toda tu fibra.
Pero estos son los mínimos. Lo recomendado si quieres que tu inversión te sirva para los próximos años es que el router también tenga al menos WiFi 6 o 6E, preferiblemente WiFi 6E, ya que es el último estandar que ha sido lanzado. Este tipo de routers posiblemente sean más caros, pero también tiene una mayor velocidad de conexión, que puede ser de hasta el 40% superior al WiFi 5 o AC, y mejor respuesta con muchos dispositivos conectados.
También es recomendable que el router tenga algún puerto USB 2.0 o 3.0 como conectividad extra, ya que así podrás conectar contenidos en un pincho USB o disco duro externo que podrás enviar por streaming a los dispositivos que haya conectados, sin tener que ir llevando el USB a la tele u otros dispositivos conectados.
Y aunque esto es más difícil de saber sin probarlo, también debes informarte de modelos para ver cuáles tienen una buena interfaz de usuario, que sea sencilla de usar pero ofrezca todas las configuraciones avanzadas que puedas necesitar, como contraseñas, la posibilidad de apagar y encender el WiFi, cambiar los canales de frecuencia, etcétera. Algunos routers de operadoras tienen funciones de estas bloqueadas, por lo que poder sacarles partido te ayudará mucho a mejorar tu red.
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