Hoy vamos a explicarte qué son los discos duros SSHD y cuáles son sus ventajas. Se trata de unas unidades que se venden con la promesa de ofrecerte velocidades como las de un SSD pero con una capacidad de disco duro mecánico HDD, pero realmente se trata de un híbrido que une parte de las ventanas de ambos tipos de disco, pero que tampoco son tan perfectos como parecen.
Vamos a empezar explicándote qué son exactamente los discos SSHD y cómo es su funcionamiento interno. Luego, pasaremos a decirte sus ventanas y desventajas, todo ello explicado de forma entendible y mencionando los casos en los que pueden llegar a ser realmente un buen aliado.
Qué son los discos duros SSHD
Los discos duros híbridos o unidades de estado sólido híbridas (SSHD) son unas unidades de almacenamiento que combinan las tecnologías de los discos HDD y SSD, de ahí que se les llame híbridos. La idea de la unidad es aunar la capacidad de los HDD y la velocidad de los discos SSD, todo a un precio inferior del de los segundos.
Para conseguirlo, estas unidades integran una cantidad significativa de memoria NAND en un disco duro HDD, combinándose ambas en un único disco. Las memorias NAND es las que se basan los SSD, por lo que en la práctica y salvando las distancias sería algo parecido a tener un SSD dentro de un HDD.
Estos discos también incluyen un controlador dirigido a identificar los datos más directamente asociados con el rendimiento, como los que accedes frecuentemente o los de inicio del sistema operativo, y almacenarlos en la memoria flash NAND. Esto hace que el sistema arranque a velocidades parecidas a las de un HDD y accedas rápidamente a tus archivos más utilizados, aunque en el resto de archivos y tareas se parecerá más a las velocidades de un disco mecánico convencional.
Una cosa que hay que tener clara es que los SSHD combinan los elementos de ambos tipos de memoria y las integran como un único disco. Por lo tanto, no hay que confundirlos con otros tipos de discos que también combinan componentes SSD y HDD, aunque lo hacen por separado y de manera que el sistema operativo los ve como dos particiones diferentes.
En este esquema puedes ver las diferencias entre utilizar dos discos duros por separado y un único disco SSHD. Los discos por separado requerirán dos ranuras, mientras que el SSHD irá instalado en una de ellas. La conexión con el ordenador se hace mediante la misma interfaz SATA, por lo que tampoco necesitarás un cableado diferente.
Ventajas e inconvenientes de los SSHD
La promesa de los discos SSHD es la de ofrecer el rendimiento de las unidades SSD con las capacidades de un HDD, pero a un precio razonable. Con esta promesa se intenta dar a entender que obtendrás los beneficios de ambas tecnologías, pero la realidad es un poco diferente y no es tan bonito como parece.
Al final, las SSHD son básicamente discos duros tradicionales que añaden capacidad NAND al controlador que se comporta como un caché adicional. Eso sí, ayudan a que el sistema operativo cargue más rápido, y acelera la carga de los archivos recientes para que se acceda más rápido a ellos al estar cargados en esa memoria.
Pero la parte negativa, es que más allá de esos archivos más comunes no deja de ser un HDD, por lo que las velocidades en otras tareas siguen siendo igual de lentas. Su funcionamiento es parecido por lo tanto a tener dos discos duros, un SSD y un HDD, siendo esta una opción mejor si estás buscando las capacidades de almacenamiento de un disco mecánico y las velocidades de un SSD en archivos concretos que tú controles colocando en esa unidad.
Aun así, si sólo tienes una ranura en tu ordenador o portátil no deja de ser una solución a la que puedes recurrir si no te puedes permitir un SSD. Además también consumen algo menos de energía que un HDD por no tener los platos del disco mecánico girando todo el rato, lo que lleva a un aumento de la autonomía en portátiles.
Las capacidades de almacenamiento de los discos híbridos no suelen ser tan grande como los mecánicos, aunque sí algo más que los SSD por un precio inferior. Sin embargo es importante que tengas en cuenta el tamaño de la ranura para el disco duro de tu PC, ya que los SSD tienen un tamaño similar al de los HDD con formato de 2,5”, por lo que si tu portátil está diseñado para memorias SSD no vas a poder utilizarlo.
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