Vamos a explicarte qué es el FTP y cómo funciona, un protocolo de intercambio de archivos que lleva 50 años con nosotros, y que es más antiguo que la propia Internet. A día de hoy todavía se utiliza en algunos contextos, aunque de cara a intercambiar archivos entre usuarios suelen utilizarse más otras alternativas como el P2P o el alojamiento en la nube.
En cualquier caso, no deja de ser una tecnología con la que puede que te encuentres todavía alguna vez, y que es pura historia de Internet. Por lo tanto, nunca está de más poder conocerla. Nosotros, vamos a intentar explicártelo de la forma más sencilla posible, simplificando algunos conceptos de manera que lo puedas entender.
Qué es el FTP
Las siglas de FTP significan File Transfer Protocol, que se traduce como Protocolo de Transferencia de Archivos. Como su nombre indica, se trata de un protocolo que permite transferir archivos directamente de un dispositivo a otro. Actualmente, es un protocolo que poco a poco va abandonándose, pero ha estado vigente más de 50 años.
El protocolo FTP se empezó a utilizar en abril de 1971, y terminó de definir su estructura en el 73, aunque durante las décadas de los 70 y los 80 del siglo pasado fue perfeccionándose. Para que te hagas una idea, este protocolo nació antes de que existieran Internet o el correo electrónico, ya que fue uno de los componentes básicos de ARPANET, que fue esa red primigenia que luego dio lugar a Internet.
Este protocolo funciona entre ordenadores que estén conectados a una red TCP, que significa Transmission Control Protocol o Protocolo de control de transmisión. Este protocolo TCP da soporte a muchas tecnologías, entre ellas a Internet. Para que te hagas a la idea, la familia de protocolos que forman Internet se llama TCP/IP.
Pero vamos, dejándonos de palabrerías y nombres extraños, simplemente decirte que el protocolo FTP funciona para compartir archivos entre ordenadores que estén conectados a Internet, y los archivos se comparten de forma directa y sin ningún intermediario.
El protocolo FTP tal cual es un protocolo inseguro, ya que su información no viaja cifrada. Sin embargo, en 2001 esto se solucionó con el protocolo FTPS, que le añade una capa SSH para hacerlo más seguro y privado.
El FTP es un protocolo muy útil para el envío de archivos, ya que te permite enviarlos de un equipo a otro a gran velocidad de transferencia, y no hay ningún tipo de límites de tamaño como puede pasar en la descarga directa. También suele utilizarse en contextos como la creación de webs, pudiendo enviar pro FTP los ficheros de una web al servidor donde están. Vamos, que una vez tengas alguno de los mejores hosting, luego el FTP te ayuda a subir archivos.
Cómo funciona el FTP
El funcionamiento de este protocolo es bastante sencillo. Simplemente, un ordenador A se conecta directamente a un ordenador B, y podrá ver los archivos que tiene disponible para compartir. Al verlos, simplemente podrá descargarlos directamente en el equipo que se ha conectado al otro.
Las conexiones FTP tienen una relación de cliente y servidor. Esto quiere decir que un ordenador tiene que estar configurado como servidor FTP, ese en el que se aloja el contenido, y luego tú te conectas a él como un cliente. En los ordenadores, los datos del protocolo FTP se envían a través de los puertos 20 y 21, que son los que están asignados en todos los equipos para llevar a cabo sus transferencias de archivos.
Aunque eso de tener un ordenador como cliente y otro como servidor puede parecer complicado si no entiendes de estas cosas, afortunadamente hoy en día todo esto es sencillo. Sólo vas a tener que utilizar un programa que se encargue de todo, que son esos a los que se les llama clientes FTP. Muchos son gratis, y como usuarios sólo tendrás que establecer la dirección del servidor a la que te quieres conectar y listo. Además, suelen tener también versiones para crear el servidor.
Posiblemente, el cliente FTP más popular entre la mayoría de usuarios sea FileZilla de Mozilla, los mismos creadores que Firefox. La mayoría de clientes son parecidos, y para conectarte necesitas tener la dirección IP y el puerto del servidor (1), saber el modo de conexión (2), y el usuario y contraseña (3) para acceder a ese servidor FTP.
Porque claro, estos servidores no suelen estar abiertos para que cualquiera entre y coja los archivos que quiera. Necesitarás tener una cuenta de acceso para conectarte. Esto, en parte, ha hecho que otras alternativas más sencillas de cara a los usuarios como las nubes o el P2P se acabasen imponiendo a la hora de compartir archivos.
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