Aunque todavía es un proyecto que está un poco verde, quizá alguna vez hayas oído hablar de Galileo, la alternativa europea al GPS. Por eso, nosotros vamos a explicarte cuáles son las diferencias entre ambos sistemas de posicionamiento por satélite, explicándote también cómo funcionan.
Vamos a empezar explicándote de forma sencilla, entendible, y sin demasiados tecnicismos cómo son tanto el GPS como Galileo. Luego, pasaremos a decirte las diferencias entre ambos proyectos, con los beneficios que promete la red europea frente a sus principales competidores.
Qué es el GPS
Aunque más o menos todos sabemos de qué trata el GPS, puede haber detalles que no sepas y te ayuden a comprender por qué la Unión Europea está impulsando una alternativa. Vamos a empezar desde el principio, el Sistema de Posicionamiento Global (Global Positioning System o GPS) es un sistema desarrollado, instalado y utilizado por el Departamento de Defensa de Estados Unidos, y actualmente es propiedad de la Fuerza Espacial de los Estados Unidos.
Su objetivo, como ya sabes, es determinar la posición de un objeto en cualquier parte del mundo con una precisión que puede llegar a ser de centímetros si se utiliza el GPS diferencial, aunque por lo general suele ser de algunos metros.
Para ello se utiliza una red de varios satélites que están en órbita a 20.000 km de altura en la tierra. Cuando quieres saber tu posición, tu dispositivo con GPS localizará al menos cuatro de estos satélites, y recibes de ellos una señal que, midiendo cuánto tarda en llegar a ti desde cada satélite, mide la distancia a la que está en cada uno y con los datos de la posición de estos permite indicarte tu posición tridimensional actual.
Así pues, el GPS es un sistema de posicionamiento estadounidense, y no es el único. La antigua Unión Soviética desarrolló el suyo propio, llamado GLONASS, y que actualmente es gestionado por la Federación Rusa. GPS y GLONASS son las dos alternativas más populares en el mundo, aunque también hay una tercera bastante potente, que es la Beidou china.
Qué es Galileo
Galileo es un proyecto de navegación por satélites financiado y desarrollado entre la Unión Europea y la Agencia Espacial Europea (ESA). Su objetivo es de tener un sistema de posicionamiento de alta precisión que sea propio europeo para no depender del GPS o el GLONASS. De hecho, la idea es que el proyecto Galileo tenga mejor precisión que estos.
Tras varios problemas que el proyecto arrastró desde que se empezó a trabajar en él en 1999, tras unas primeras pruebas en 2005, en el año 2011 por fin se empezaron a lanzar los primeros satélites de este proyecto. Tras lanzar dos más en el siguiente año, en 2013 empezaron a hacerse las primeras pruebas con este sistema. Y desde entonces, poco a poco se han ido poniendo más satélites en órbita para mejorar su funcionamiento.
La idea es la de crear una alternativa al GPS con una precisión cinco veces mayor, y que además no esté compartida con los fines militares como pasa con GPS o GLONASS, lo que hace que Estados Unidos o Rusia pudieran desactivar si quieren sus redes para utilizarlas en su propio beneficio para operaciones militares. También está la desconfianza de que como GPS, GLONASS y Beidou son proyectos militares, los gobiernos responsables puedan usarlo con fines de espionaje.
El funcionamiento de Galileo es el mismo que el GPS, y tu dispositivo localizaría cuatro o más de sus satélites para calcular su distancia con ellos, y a través de ella calcular el punto exacto en el que estás en la tierra. El proyecto empezó este 2020 con 26 satélites en órbita, y con la idea de lanzar cuatro más para completar su red con 30. Puedes saber si tu móvil es compatible con Galileo.
Diferencias entre Galileo y el GPS
La principal diferencia entre Galileo y el GPS es que pretende tener una precisión cinco veces mayor en la localización. Según han recalcado varias veces desde la ESA, el margen de error de su posicionamiento debería ser de apenas un metro en vez de varios de ellos como suele pasar con el GPS en su uso general.
También quiere ofrecer un mejor posicionamiento tanto en medidas horizontales como verticales, y funcionar mejor en latitudes altas. Además, también quiere tener una mejor precisión en los polos, uno de los puntos débiles del GPS y el GLONASS. Para ello, los satélites de Galileo orbitan con una trayectoria ligeramente inclinada hacia los polos.
Y otro de sus puntos más importantes es que Galileo es un proyecto enfocado únicamente a su uso civil. Esto quiere decir que los ejércitos no tienen mano ni mandan en el proyecto, por lo que hay un poco menos de riesgo en cuanto a la privacidad o que su señal pueda ser interrumpida por una decisión unilateral.
Más allá de eso, Galileo también va a permitir transmitir más información que las alternativas, ya que es un proyecto con tecnología más moderna. Así, si un GPS puede localizarte en un tren o un autobús, Galileo podrá identificar también la vía o el carril de la carretera por la que circulas. Y si esto no es suficiente, para las empresas interesadas habrá una opción de pago con una precisión de apenas unos centímetros.
Y por último, otra de las grandes ventajas es que Galileo es mucho más útil para operaciones de rescate. Hoy en día, las alternativas pueden tardar hasta tres horas para reducir a 10 kilómetros el radio del posicionamiento de una persona a la que se está buscando. Sin embargo, Galileo permite localizarla en un radio de 5 kilómetros en 10 minutos.
Lo que hay que decir es que Galileo es un proyecto que todavía está muy verde, lo que hace que a veces tenga problemas como cuando estuvo caído más de 100 horas en 2019, aunque no se notó mucho por el poco uso que todavía tiene. Por lo tanto, aunque las promesas son muchas, todavía va a tardar bastante en ser un proyecto sólido.
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