Hoy vamos a explicar qué son la ISO, la apertura y la obturación cuando hablamos de los controles manuales de una cámara. Cuando estés utilizando un móvil o cámara para sacar una foto, tendrás la posibilidad de hacerlo en modo automático o manual. El modo automático ajusta por sí mismo estos parámetros, mientras que con el manual eres tú quien los ajusta para sacar exactamente la fotografía que quiere.
Dependiendo de cómo cambiemos estos ajustes, la foto que saquemos puede tener unos resultados bastante diferentes, por lo que conviene conocer los aspectos básicos de cada uno de estos modos para tener un mayor control sobre estos resultados. Y esto es lo que vamos a hacer hoy, intentar explicarlo de manera clara y sin entrar en detalles técnicos para que cualquiera pueda hacerse a una idea de lo que se consigue con cada uno.
Qué es la apertura
La apertura del diafragma de nuestra cámara hace referencia a la cantidad de luz que el objetivo dejará entrar hasta el sensor cuando estemos tomando una fotografía. Se representa con números f, y cuanto menor sea el número mayor será la apertura y viceversa. Esto quiere decir, que una apertura f/1.7 dejará pasar más luz que una f/2.0.
Salvo algunas excepciones como el Galaxy S9, esto tampoco debe ser algo que nos coma mucho la cabeza con nuestro móvil porque por lo general no solemos poder cambiar la apertura de forma manual. Sin embargo, en la fotografía convencional con cámaras si es un aspecto a tener en cuenta para controlar la entrada de luz.
Otro de los aspectos para los que sirve la apertura es para controlar la profundidad de campo, que es el área de la fotografía que va a aparecer enfocado. Con una profundidad de campo amplia habrá más elementos enfocados, y con una reducida podremos enfocar menos cosas de una fotografía. ¿Has notado cómo al sacar una foto con el móvil se enfoca sólo una parte de un objeto? Pues eso es por la profundidad de campo.
Podemos decir que cuanto mayor sea la apertura de diafragma menor será la profundidad de campo. Por ejemplo, la cámara de f/1.7 de un móvil enfocará menos elementos en una foto que una que tenga f/2.0. Manipulando esto, podemos conseguir algunos efectos como el de desenfocar el fondo de una foto, aunque también hay otras maneras de conseguirlo.
Qué es la velocidad de obturación
La velocidad de obturación o tiempo de exposición es el periodo de tiempo que el sensor de la cámara va a estar recibiendo luz cuando estemos sacando la foto. Esto es importante porque en función de la luz ambiental tendremos que elegir un valor u otro.
Con tiempos de exposición cortos, que quiere decir que la foto se toma de forma muy rápida, el sujeto al que estamos enfocando aparecerá congelado en la foto. Y en los tiempos de exposición largos el objeto puede aparecer movido o con un efecto que le de sensación de movimiento, ya que se habrá estado moviendo mientras el sensor estaba captando la luz.
En exteriores con una luz intensa habrá que elegir un tiempo de exposición breve para que no haya exceso de luz que haga que la foto quede sobre expuesta. Y en interiores con poca luz al revés, incrementar el tiempo de exposición para que la foto salga más luminosa. Aunque hay que tener cuidado con esto, porque si te mueves lo más mínimo mientras el sensor está captando la luz la foto saldrá movida o borrosa, o sea que es recomendable utilizar un trípode.
Jugar con la velocidad de obturación para mantener el objetivo abierto captando la luz también nos permitirá conseguir algunos efectos curiosos, como dibujar con la luz. Lo único que hay que hacer es mover una luz haciendo un dibujo durante el tiempo que esté la cámara captando iluminación, de manera que todos los movimientos los capte como uno solo.
Qué es la sensibilidad ISO
La sensibilidad es un valor en nuestra cámara que está representado por un número ISO, y modificarlo nos permite indicarle al sensor qué sensibilidad debe tener a la hora de recoger la luz. Si queremos realizar una fotografía en interior y con poca luz ambiental, incrementando la sensibilidad ISO el sensor recogerá más luz permitiéndonos sacar la fotografía sin tener que utilizar un tiempo de exposición muy prolongado.
Sin embargo, hay un aspecto negativo en aumentar la sensibilidad, y es que cuanto mayor sea el ISO más fácil es que aparezca el ruido en las fotografías. Este ruido no se incrementa de forma lineal, y por ejemplo puede que incrementemos el valor ISO hasta un 80% haciendo que el ruido crezca paulatinamente, pero que a partir de ahí lo haga de golpe. La manera de saber a partir de qué punto incrementa fuertemente la velocidad es simplemente experimentar.
Aunque hay veces en las que puede interesarnos que las fotos tengan ruido, como para darle más grano en las fotos de blanco y negro, lo normal es que queramos tener siempre el mínimo ruido posible. Por lo tanto, es importante sacar las fotos siempre con el mínimo ISO posible para reducir el ruido al máximo.
Todo depende de la foto que quieras tomar
No hay una regla estricta sobre cómo se deben utilizar estos tres parámetros, pero podemos pensar en ellos como las puntas de un triángulo equilátero. Cuando están niveladas la fotografía es perfecta, y si movemos alguno de estos valores será necesario compensarlo con el resto para mantener el triángulo equilátero.
En apariencia los tres elementos puede parecer que sirven para lo mismo, controlar la cantidad de la luz que entra al móvil, pero como todos ellos tienen un uso secundario, manipular uno u otro puede ayudarnos a tomar la fotografía perfecta. Si quieres captar un momento exacto sin movimiento tendrás que bajar la velocidad de obturación, y si quieres controlar el enfoque la apertura.
Esto quiere decir que al final todo depende del tipo de foto que quieras conseguir, y que dependiendo de él podrás hacer unos ajustes u otros. Y es que al final lo mejor es siempre investigar mucho y probar mucho, ya que la fotografía es una cosa que se aprende sobre todo experimentando.
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