Hoy te traemos una guía para hablarte de los sistemas de archivo, de forma que puedas aprender cuáles de ellos son los mejores a la hora de formatear una unidad de almacenamiento dependiendo del uso que le quieras dar. Nuestra idea es explicarlo todo pensando en los usuarios con menos conocimientos, simplificando todo lo que se pueda simplificar para que puedan entender cómo funciona todo esto incluso si nunca han oído hablar de ello.
Vamos a empezar explicando primero qué son exactamente los sistemas de archivos, que es una de las opciones que se te da al formatear un USB o disco duro. Luego, pasaremos a explicarte cuáles son los principales disponibles, así como sus diferencias y compatibilidades. Terminaremos recomendándote cuáles utilizar en diferentes casos, y cómo formatear una unidad cambiando el sistema de archivos en Windows y macOS.
Como ves, este es un tema que puede resultar un poco denso, y de ahí que hayamos intentado simplificarlo en la medida de lo posible. Sin embargo, si crees que nos hemos pasado de frenada o crees que hay algunas cosas que los usuarios primerizos también debieran saber, te invito a que lo compartas con todos en la sección de comentarios.
Primero, qué son los sistemas de archivo
El disco duro de tu ordenador, el de tu móvil, el disco duro externo que conectas a otros dispositivos, las unidades USB, o incluso las tarjetas SD. Todas ellas son unidades de almacenamiento, que necesitan una infraestructura para alojar los datos. Vamos, que los datos no se vuelcan en bruto en ellas.
Piensa en estas unidades de almacenamiento como una biblioteca. No puedes simplemente abrir la puerta y tirar dentro los libros, que serían los datos, sino que debes tener algunas estanterías para ordenarlos todos.
Es aquí donde entran en juego los diferentes sistemas de archivos, que son un componente del sistema operativo que se encarga de administrar la memoria de cada unidad. Se encargan de asignarle a los archivos el espacio que necesiten, ordenarlos, permitir el acceso a ellos y administrar el espacio libre de las unidades de almacenamiento.
Volviendo al ejemplo de la biblioteca, el sistema de archivos ya no sólo hace de las estanterías donde se guardan todos los libros, sino que también hace las veces de bibliotecario. El sistema de archivos es el que ordena los datos y registra su posición física, ese punto exacto en el que se ha escrito un fichero dentro de la unidad, y que así cuando el sistema operativo lo busque, pueda encontrarlo de la forma más rápida y eficiente posible, sabiendo dónde empieza y acaba cada uno.
¿Y por qué hay diferentes sistemas de archivo en vez de crear uno universal? Pues aquí podemos volver a la analogía del bibliotecario. Y es que cada uno puede tener un método diferente para organizarlo todo, y de la misma manera, los diferentes sistemas de archivos también los organizan de formas diferentes.
Cada sistema de archivos tiene sus propias características, con sus ventajas y limitaciones. Por eso mismo, dependiendo de qué dispositivo vayas a utilizar, cómo lo quieras utilizar, y sobre todo dónde tengas pensado conectarlo, tendrás diferentes tipos de opciones recomendadas a la hora de elegir el sistema de archivos.
Principales sistemas de archivos
Ahora, vamos a pasar a describirte cuáles son los principales sistemas de archivos que puedes utilizar en la actualidad. Nos vamos a dejar fuera algunos míticos como el FAT que ya no se utilizan, pero sí incluiremos esos sucesores que a día de hoy siguen estando entre nosotros.
- Sistema de archivos FAT32: Establecido en 1996, es uno de los viejos rockeros del mundo de los sistemas de archivo, robusto pero anticuado. Muy versátil gracias a su enorme compatibilidad con prácticamente todos los dispositivos y sistemas operativos, pero que sólo permite guardar archivos de hasta 4 GB.
- Sistema de archivos exFAT: Podríamos referirnos a él como una actualización al FAT32 introducida por Microsoft en Windows Vista para acabar con la limitación de 4 GB de su hermano mayor. Puedes usarlo en Windows, macOS o GNU/Linux, aunque sólo en las versiones más recientes como a partir de Windows XP SP3 u OS X 10.6.5 Snow Leopard.
- Sistema de archivos NTFS: Otra alternativa al sistema FAT32 promovida por Microsoft, y el sistema que Windows utiliza por defecto. Sin los límites del tamaño máximo del FAT32, es una muy buena opción para discos duros y otras unidades externas. Su mayor desventaja está en las compatibilidades. Por ejemplo, de forma nativa macOS puede leer las unidades formateadas con él, pero no puede escribir en ellas.
- Sistema de archivos HFS+: Ha sido uno de los sistemas de archivo de referencia de Apple, quien lo creó a su medida. Se da la casualidad de que mientras los sistemas GNU/Linux pueden trabajar con él sin problemas, en Windows sólo podrás leer el contenido de los discos formateados con él, pero no escribir en ellos.
- Sistema de archivos APFS: Es el sucesor del HFS+ creado por Apple, y que vio la luz por primera vez con iOS 10.3. Está especialmente diseñado para memorias de estado sólido (SSD), y es el que utiliza ahora en todos los iPhone, iPads de 64 buts, así como los Mac con memoria SSD y macOS High Sierra, y dispositivos tvOS, watchOS y audioOS.
- Sistema de archivos Ext2, ext3 y ext4: Así como Apple y Microsoft tienen sus propios sistemas, estos tres (cada uno evolución del anterior) son los utilizados por las distribuciones GNU/Linux. El principal inconveniente es que sólo puede ser utilizado en esta familia de sistemas operativos.
Existen otros muchos sistemas de archivos, como por ejemplo un ZFS muy popular en GNU/Linux, así como otros como XFS, BRTFS, F2FS o ReiserFS. Sin embargo, en un intento de centrarnos en los usuarios básicos que suelen leer nuestra sección y de no liarles con sistemas de archivos menos comunes para los ordenadores que posiblemente utilicen, vamos a dejarlos de lado.
Ahora, vamos con una tabla importante en la que vas a poder ver los tamaños máximos que soportan estos sistemas de archivos. Esto quiere decir que los archivos que vayas a usar o las propias unidades externas como los pendrive, o los discos duros que vayas a formatear con cada uno de estos sistemas de archivos podrán tener como máximo el tamaño que indica la tabla.
Sistemas de archivo | Tamaño máximo de volumen | Tamaño máximo de archivo |
---|---|---|
FAT32 | 8 TB | 4 GB |
NTFS | 16 EiB (1,845^7 TB) | 16 EiB (1,845^7 TB) teóricos |
exFAT | 16 EiB (1,845^7 TB) | 64 ZiB (6,4^10 TB) |
HFS+ | 8 EiB (9,223^6 TB) | 8 EiB (9,223^6 TB) |
APFS | 8 EiB (9,223^6 TB) | 16 EiB (1,845^7 TB) |
EXT4 | 1 EiB (1,153^6 TB) | 16 TiB (17,5921 TB) |
Como ves, salvo en el caso del FAT32, un sistema de archivos bastante antiguo ya, no vas a tener problemas con prácticamente ninguno a la hora de utilizarlos en tu unidad de almacenamiento, ya sea un disco duro o un pendrive. Eso sí, lo que deberás tener en cuenta son las compatibilidades de los sistemas de archivo con los diferentes sistemas operativos.
Compatibilidades de los sistemas de archivos
Elegir qué sistema de archivos quieres utilizar en cada unidad no es tan sencillo. Y es que además de tener en cuenta las características de cada uno en cuanto a sus limitaciones de espacio, también debes tener en cuenta con qué sistema operativo son compatibles. Y es que existe la posibilidad de que configures uno para Windows, y luego no puedas usarlo en macOS. Para tenerlo claro, aquí tienes nuestra tabla de compatibilidades para que le eches una ojeada.
Sistemas de Archivos | Windows 8/10 | MacOS (10.6.5 o posterior) | GNU/Linux | Android | iOS 11 en adelante | PS4/PS5 | Xbox |
---|---|---|---|---|---|---|---|
FAT32 | Sí | Sí | Sí | Sí | No | Sí | Sí |
NTFS | Sí | Con apps de terceros | Sí, aunque puede necesitar drivers | No | No | No | Sí |
ExFAT | Sí | Sí | Sí, aunque puede necesitar drivers | Sí | No | Sí | Sí |
HFS+ | Con apps de terceros | Sí | Sí | No | No | No | Sí |
APFS | Con apps de terceros | Sí, con macOS 10.13 o posterior | No inicialmente, aunque hay drivers para intentarlo | No | Sí | No | No |
EXT4 | Con apps de terceros | Con apps de terceros | Sí | Sí | No | No | Sí |
Qué sistema utilizar en tu disco duro interno
Elegir el sistema de archivos a utilizar en un disco duro de tu ordenador es bastante sencillo. Si es el disco duro principal no te vas a tener que calentar demasiado la cabeza, ya que el propio sistema operativo elegirá el sistema cuando vaya a instalar el sistema operativo o a formatear el disco por algún motivo. Y si detectase que tu disco utiliza otro sistema de archivos, entonces te pedirá formatearlo al sistema que usa el SO por defecto antes de instalarse.
Vamos, esto quiere decir que si utilizas un viejo disco duro en un ordenador portátil o nuevo ordenador, y quieres usarlo por ejemplo para instalar Windows 10, el propio sistema operativo sabrá si el sistema de archivos no es compatible. De ser así, automáticamente te dirá que necesita formatear el disco para poder utilizarlo.
En el caso de que quieras utilizarlo como disco duro secundario dentro del ordenador, la cuestión es que el sistema operativo casi siempre te pida formatear el disco antes de empezar a utilizarlo, y al hacerlo le pondrá ya el sistema de archivos que necesite.
Y si vas a reutilizar un disco duro que tengas en otro ordenador y quieres formatearlo ya directamente en ese otro equipo, aquí sí que podrías tener que tomar decisiones. Por lo general, si vas a utilizar Windows tendrás que utilizar el sistema de archivos NTFS, mientras que en los Mac tendrás que asegurarte de tener APFS.
Qué sistema usar en tu disco duro externo
Cuando vas a utilizar un disco duro externo y quieres darle formato, vas a tener que pensar bien en los ordenadores que vas a utilizarlo. Por ejemplo, si tu ordenador principal es Windows cabe la posibilidad de que le des formato con el sistema NTFS, pero si haces eso luego lo tendrás algo más complicado a la hora de utilizarlo en un Mac o MacBook que puedas tener aparte. Lo mismo pasa al revés con los formatos nativos de Apple para Mac.
Esto puede ser especialmente importante ya no cuando utilices este disco duro en tu casa con los ordenadores que tengas controlados. También debes tener en cuenta si vas a usar el disco fuera de tu casa en otro ordenador, ya que sería una molestia ir a trabajar con un disco duro donde tienes datos importantes, y acordarte demasiado tarde de que en tu empresa se utilizan Macs, y no poder utilizar esos datos.
Para la mayoría de casos, suele ser suficiente con recurrir al clásico inmortal del FAT32. Es un sistema de archivos muy veterano, perfectamente probado y fiable, y que es compatible con prácticamente todos los dispositivos. Para llevar archivos no muy grandes como fotografías o vídeos a baja resolución, suele ser más que suficiente.
Pero el FAT32 no puede almacenar archivos únicos de más de 4 GB, por lo que con vídeos 4K la cosa se puede complicar. En estos casos, tocará recurrir a otras alternativas. Si utilizas un NTFS porque tienes Windows posiblemente podrías utilizar este disco duro externo en la tele, pero no en otros dispositivos o en ordenadores Mac.
Por lo tanto, tocaría recurrir a sistemas de archivos con mejores compatibilidades, y aquí el ExFAT es posiblemente la solución más universal cuando tengas archivos grandes y diferentes sistemas operativos en los ordenadores de casa.
Qué sistema utilizar en tu USB
A la hora de formatear un USB, los consejos a seguir son los mismos que cuando vas a darle formato a un disco duro externo. Qué sistema de archivos utilizar dependerá de los dispositivos donde vayas a conectarlo para ver los archivos que tengas alojados.
Los USB son todavía incluso más versátiles que los discos duros externos. Son más pequeños, y es más fácil que los acabes llevando por ahí y conectando a otros ordenadores. Por eso, en su caso es todavía más importante utilizar un sistema de archivos lo más compatible posible para evitar problemas inesperados.
Si vas a utilizar archivos que no pasen de los 4 GB de tamaño individual, entonces puedes ir sin problemas al clásico FAT32 "de toda la vida", mientras que si vas a manejarte con archivos que sean más grandes, como puedan ser vídeos de alta resolución, entonces el ExFAT es una de las mejores opciones que tienes a tu disposición.
Uno puede pensar que vaya, si mi tele soporta NTFS y solo uso Windows, entonces nada me impide optar por este sistema de archivos. Pero cuando decidimos llevar un USB a la oficina o a casa de alguien no solemos acordarnos del sistema de archivos con el que lo formateamos, no es algo en lo que pienses si estás acostumbrado a que te funcione en casa. Por lo tanto, para evitar sorpresas y no poder utilizar ese USB cuando lo lleves fuera, lo mejor es formatearlos siempre en sistemas de archivos ampliamente compatibles.
Discos duros y USBs para consolas
El problema con las consolas de nueva generación es que los fabricantes no han especificado oficialmente con qué sistemas de archivo son compatibles. Sin embargo, las pruebas hechas por algunos usuarios parecen llevar a pensar que se repiten las mismas compatibilidades que en la generación anterior, con unas nuevas Xbox que soportan mayor cantidad de sistemas, y una PS5 que se queda con los FAT32 y ExFat.
En cualquier caso, el sistema de archivos recomendado sigue siendo el ExFAT si vas a tener archivos que pesen más de 4GB, y FAT32 si vas a tener archivos pequeños. Esto se aplica tanto a unidades USB como a los discos duros externos a la hora de usarlos para visualziar archivos que hayas metido desde un ordenador.
Si utilizas un disco duro externo como unidad de almacenamiento secundaria, una opción que te dan la mayoría de consolas, entonces no necesitas elegir sistema de archivos. Será suficiente com que permitas que tu PlayStation o tu Xbox formateen ellas mismas el disco duro y les apliquen el sistema de archivos que estén diseñadas para aplicar. Eso sí, serán discos duros que has formateado para que formen parte de la consola, y no para luego conectarlos a un PC y meter más datos.
Cómo formatear un USB o disco duro eligiendo el sistema de archivos
Y para terminar, vamos a recordarte paso a paso cómo formatear una unidad para cambiar el sistema de archivos. Vamos a explicártelo en los dos sistemas operativos de sobremesa más utilizados, primero en Windows 10 y después en macOS.
Formatea tu unidad en Windows
Para hacer esto en Windows, puedes empezar por abrir la aplicación Explorador de archivos, ya sea mediante un acceso directo o abriendo el menú de inicio y buscando la palabra "explorador" para que te aparezca como principal coincidencia. El explorador también se abrirá cuando metas el USB en el ordenador, verás una ventana emergente que te aparece y te pregunta si quieres abrirlo en el explorador.
Cuando estés en el explorador de archivos, en la columna de la izquierda debes encontrar la unidad USB, aunque todo esto también lo podrás hacer con cualquier variedad de SD o un disco duro externo. Cuando la encuentres en la columna de la izquierda, haz click derecho sobre la unidad de almacenamiento (1) para que se muestre el menú emergente de opciones. En este menú, pulsa en la opción Formatear (2) para ir a la herramienta interna de Windows para realizar los cambios.
Se abrirá una ventana con la herramienta interna de Microsoft para el formateo de unidades. En ella, pulsa sobre la opción Sistema de archivos y elige uno de los sistemas de archivos disponibles en la ventana emergente. Por lo general, los sistemas que de archivo que te deja usar Windows para formatear son FAT32, NTFS o exFAT.
Una vez hayas elegido el sistema de archivos que quieres utilizar, pulsa Iniciar para formatear la unidad y cambiar este sistema de archivos. Puedes elegir un formato rápido o lento dependiendo de cuán a fondo quieras borrar los datos anteriores, pero para simplemente cambiar el sistema de archivos cualquiera de las dos opciones es buena. Una vez terminado, vuelve a meter los archivos que quieras reproducir en la unidad.
Formatea tu unidad en macOS
En macOS, lo primero que tienes que hacer es pulsar sobre la aplicación Utilidad de discos. Es una herramienta de sistema que verás en la lista de aplicaciones instaladas de macOS. Tienes que ir a Se trata de una herramienta de sistema, la cual verás junto al resto de aplicaciones que tengas instaladas en tu macOS. El camino a seguir es Aplicaciones > Utilidades > Utilidad de discos, aunque también puedes hacer una búsqueda directamente escribiendo Utilidad de discos.
Dentro de la Utilidad de discos, primero selecciona la unidad cuyo sistema de archivos quieres cambiar (1) en la columna de la izquierda, que es donde se muestran las unidades de almacenamiento internas y externas que tienes conectadas. Una vez seleccionada la unidad externa, pulsa la opción Borrar (2) que verás justo encima de la información de la unidad seleccionada.
Irás a una ventana en la que te preguntarán si quieres borrar la unidad, un proceso en el que también vas a poder cambiar el sistema de archivos. Para ello, en esta pantalla pulsa sobre el menú de Formato que tienes debajo de donde pone nombre.
Ahora se abrirá una pequeña ventana donde debes elegir el sistema de archivos que quieras aplicarle al USB, tarjeta SD o disco duro externo que tengas conectado. Una vez lo hayas elegido, puedes ponerle un nombre si quieres para reconocer la unidad, y cuando lo tengas pulsa en el botón Borrar. MacOS formateará la unidad y le aplicará el nuevo sistema de archivos que hayas elegido.
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