Vamos a explicarte cómo mejorar el sonido de tu televisor utilizando algunos ajustes que vienen en muchas de ellas, sobre todo las más costosas. También te daremos al final algunos consejos sobre su mejor colocación para mejorar el sonido. Todo ello sin que necesites comprar ningún aparato adicional ni altavoces.
Porque a veces pensamos que si la tele no se oye demasiado bien sea culpa de sus propios altavoces, y que la solución rápida sea comprar otros o una barra de sonido. Sin embargo, antes de recurrir a estas inversiones también puedes probar con hacer algunos ajustes que te diremos. El resultado dependerá de tu televisor, pero merece la pena probar antes de gastar el dinero.
Utiliza la corrección acústica y la ecualización
Por lo general, en los televisores de alta o media-alta, en la configuración sueles tener sistemas de corrección acústica o ecualización, como una opción del operativo de tu televisor. Se trata de dos tipos de configuración que son bastante útiles para adaptar el sonido de los altavoces a las características de tu habitación.
El corrector acústico ayuda a minimizar las deficiencias sonoras de la sala, porque al final, el salón de nuestra casa tampoco está pensado para que el televisor suene lo mejor posible. Esta configuración utiliza dos ajustes, el dominio de la frecuencia y del tiempo, y puedes configurar cada uno de ellos por separado.
Para estas configuraciones, muchos televisores vienen con un micrófono en el mando a distancia, para poder escuchar lo que escuchas y poder calibrarse. Con este mando a distancia, te pones en el sitio desde donde suelas ver la tele, y luego el televisor interactúa con el micrófono para realizar la calibración.
Con el dominio de la frecuencia vas a poder variar la amplitud de las señales en cada rango de frecuencias en función de las características de la sala y los altavoces, obteniendo una respuesta lo más plana que sea posible. Mientras, el segundo ajuste analiza cuánto tarda en llegarte la señal del sonido desde el altavoz. En este proceso, el televisor estudiará las reflexiones y las fases de cada señal para corregirlas en el punto de audición de forma que escuchemos señales en la misma fase.
Como resultado, lo normal es que el televisor sea capaz de eliminar picos de sonidos graves, de ofrecer una respuesta más equilibrada, y un mejor sonido desde sus altavoces. Tendrás más claridad en los efectos que suenen, y el audio tendrá más pegada. Estas opciones son automáticas, se ajustan solas, aunque no todos los televisores las tienen.
Es posible que algunos televisores ofrezcan estas opciones de forma manual y no con un ajuste automático, como parte de sus ecualizadores. Aquí, no hay ajustes predefinidos perfectos porque cada salón es diferente, por lo que tendrás que variar la amplitud de las señales en cada rango de frecuencias disponible tratando de obtener una respuesta lo más plana que sea posible.
El consejo que te puedo dar para esto es que pongas en el televisor algún vídeo o algún archivo de sonido específicos como el que tienes aquí para utilizarlo como referencia y notar los cambios que puedas estar haciendo, y que puedas ver que no hay sonidos que suenen por encima de otros. Hacerlo por tu cuenta y a oído será difícil, pero quizá puedas ir notando las diferencias y ajustarlo a tu gusto.
Utiliza los modos de sonido
Otros tipos de ajuste que suelen ofrecer los televisores modernos son las opciones con modos de sonido o de audición, que son una serie de ecualizadores y efectos. Se trata de una serie de ecualizadores que vienen preconfigurados por defecto y a los que vas a poder acceder desde la configuración de sonido de tu televisor.
Aquí, vas a encontrarte con diferentes modos que ajustan automáticamente el sonido de tu televisor para diferentes objetivos. A veces, son configuraciones de sonido específicas para diálogos, música, o para reproducir otro tipo de sonidos específicos. Sin embargo, hay veces que el fabricante también puede añadir ecualizadores para distintos ambientes, como para películas de acción o de terror, además de para ver deportes o conciertos.
Estas opcioens siempre van a variar dependiendo de cada fabricante. Lo ideal es que te pongas algún tipo de audio y empieces a probarlas todas una tras otra para comprobar las diferencias. Al final, encontrarás alguna que suene especialmente bien para tus gustos personales o para lo que quieras ver.
También es recomendable probar cualquier otra opción que tu fabricante pueda incluir en su configuración de sonido. Por ejemplo, algunos pueden incluir sistemas para optimizar y amplificar el sonido, o para añadir sonido envolvente. Ve probándolos mientras escuchas lo mismo con todos para poder percibir las diferencias y elegir.
Puede haber fabricantes que incluso añadan algún ecualizador de Sonido de IA. En estos casos, son ecualizadores que analizan con algoritmos lo que estás viendo para hacer pequeñas variaciones y que siempre lo escuches mejor. No siempre van a dar el mejor resultado, pero conviene probarlos.
Utiliza el volumen inteligente
También hay televisores que incluyen una opción de volumen inteligente. Esto ya no es tanto para ecualizar, sino para mantener siempre el mismo nivel de volumen cuando cambias de canal o cambias de fuente. Por ejemplo, puede que a veces cambies de canal y suene todo más fuerte, o que este nivel cambie cuando conectas la consola y pasa a ella, o cuando lo haces con un reproductor de discos.
Hay ocasiones en las que también se incluyan opciones como escucha nocturna, o algún modo específico para la noche. Estos modos suelen incrementar los sonidos con menor volumen y bajar los sonidos más fuertes. Con eso, consigues que si pones la tele con un volumen bajo puedas escuchar bien susurros y conversaciones sin que luego te de un infarto cuando haya explosiones.
El objetivo de este último modo de volumen inteligente es el de poder ver películas y contenidos por la noche a un volumen bajo sin molestar a alguien que esté durmiendo en otra habitación y sin que te quedes sin escuchar la mitad de los diálogos.
Intenta colocar bien la tele
Y por último, también tienes algo más rudimentario. También puedes hacer algunos cambios en la colocación del televisor. Por ejemplo, puedes acercar o alejar el televisor de la pared que hay tras él para ajustar la respuesta de los sonidos graves gracias a la amplificación natural de los modos de onda resonantes de la sala.
Vamos, que dependiendo de lo cerca que tengas la tele de la pared puede escucharse todo de forma distinta. No hay una distancia óptima a tener en cuenta, ya que cada sala, televisor o los muebles son diferentes. Por lo tanto, tocará ir probando, y los resultados los notarás sobre todo cuando tu tele tenga woofers en la parte trasera apuntando hacia atrás.
En cuanto a cómo moverla, tener la tele más cerca de la pared hará que escuches más frecuencias graves, algo que puede servirte de guía. Sin embargo, te repito que no siempre tendrás los mismos resultados, ya que entran en juego otros factores como el tipo de mueble o el material del muro de la pared.
Otro consejo es evitar colocar algunos tipos de dispositivos debajo de la tele, como tu router, el receptor de la TDT, un reproductor multimedia, y otros similares. Vamos, que no cubras la parte inferior de la tele, porque muchas pueden tener ahí altavoces, y puedes obstaculizar la salida directa del sonido.
También es recomendable evitar que tu tele quede encajonada con muchos muebles alrededor que sean de madera o de plástico, ya que esto hace que el sonido retumbe más r los ecos que crean los muebles. Esto, también puede amplificar demasiado algunas frecuencias medio-graves.
Pero como tampoco es cuestión de vender el costoso mueble de tu salón por la tele, si no tienes más remedio, lo mejor es poner la tele lo más hacia afuera posible en el mueble, para que así se minimicen al máximo los efectos resultantes.
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