Partes de una placa base: componentes y para qué sirve cada uno

Vamos a explicarte qué es una placa base y qué partes tiene por dentro, de forma que si vas a montarte un ordenador puedas tener unas mínimas nociones de lo que supone elegir la placa base. En Xataka, ya tenemos una guía en la que te explicamos de forma técnica los componentes de una placa base, pero en Xataka Basics te lo vamos a intentar contar de una manera más sencilla de entender para los que no tenéis tantos conocimientos tecnológicos.

Por lo tanto, vamos a intentar simplificar los conceptos al máximo para que cualquiera los pueda entender, y luego, si necesitas una información más técnica o detallada, vas a nuestro artículo técnico sobre este tema. Empezaremos explicándote qué es la placa base en sí, y luego pasaremos a explicarte cada uno de sus componentes para que puedas elegir una conociendo lo que tienen y lo que supone comprarlas.

Qué es la placa base del ordenador

La placa base es la columna vertebral del ordenador, esa en la que están algunos de los componentes o partes más importantes de tu equipo. A la hora de montarte tu propio PC, la placa base es probablemente uno de los elementos que más detenidamente tienes que elegir, ya que de ella van a depender muchas de las características que puede y podrá tener tu ordenador.

La placa base es esa en la que se conectan todos los componentes internos del ordenador, desde el procesador hasta los discos duros, la memoria RAM o la tarjeta gráfica. Cada uno de estos componentes tiene su propia ranura para que puedas conectarla.

Estos conectores que tiene la placa base para cada uno de los elementos que se conectan a ella, en parte, también van a determinar cómo vas a poder actualizar tu ordenador en el futuro. Por ejemplo, si tienes una placa base con determinada versión de memoria RAM, ese conector no lo vas a poder cambiar en el futuro, y no podrás instalar versiones superiores de ese estándar.

En la estructura básica de la placa base destaca la placa de circuito impreso, también conocida como PCB (Printed Circuit Board). Se trata de ese sustrato no conductor de la carga eléctrica sobre el que se colocan los demás componentes. Vamos, que es esa base que suele ser de color verde y que tiene como unos canales o líneas por las que va la información, que son pistas de material conductor, y tiene zonas determinadas donde poner colocar el resto de componentes.

En estas placas de circuito impreso van conectados otros componentes, como los circuitos integrados, zócalos, condensadores y otros dispositivos eléctricos y electrónicos. Todos estos son los componentes básicos, esos que vienen preinstalados en la placa base, y que son los que se aseguran de que los subsistemas de la placa base funcionen y puedan establecer las conexiones e intercambios de información por parte del resto de partes que hay en ella.

A continuación, vamos a irte explicando cuáles son esos otros componentes o partes que hay dentro de una placa base, y de la que dependen su correcto funcionamiento. Estos son componentes a los que no se les suele prestar tanto caso como a los conectores que incluye, pero que también son importantes.

El chipset

El chipset es el auténtico cerebro de la placa base. Lo puedes identificar fácilmente porque suele ser el circuito integrado más grande de todos. Su nombre significa literalmente conjunto de chips, y su función es controlar el flujo de datos entre diferentes componentes clave del ordenador, como el procesador, la memoria y los diferentes periféricos que haya conectados.

Debes tener en cuenta que tu equipo está compuesto por muchos componentes de diferentes tamaños y funciones. En la placa base tienes la tarjeta gráfica, la CPU o los módulos de memoria, y también conectas el monitor y muchos otros. Entre ellos está el propio chipset, que es el responsable de que el resto de componentes puedan comunicarse correctamente entre sí.

Podríamos decir que el chipset es el centro de comunicaciones de la placa base. Es el que controla y organiza los datos entre el procesador y el resto de componentes para que todo funcione correctamente. Piensa que todos los componentes de tu PC emiten un flujo de datos que tiene que ser interpretado por el procesador.

Por lo tanto, si cuando mueves el ratón ese movimiento se ve reflejado en la pantalla, es porque el chipset ha llevado esos datos del ratón al procesador, y de ahí los ha llevado al monitor. Y lo mismo pasa con todo lo demás, desde los datos que se escriben y borran del disco duro, hasta el funcionamiento de cualquier otro componente. El chipset es el encargado de controlar el tráfico de los datos, el centro de operaciones donde todos se organizan.

El tipo de chipset que tenga tu placa base determinará otras características que puedes o no puedes tener. Por ejemplo, no todos los chipsets pueden convivir o son compatibles con todos los procesadores de cada marca. Para evitar problemas, hay veces que grandes fabricantes como Intel o AMD hacen que sus nuevas familias de procesadores mantengan el zócalo que se utiliza por la generación anterior para que sean compatibles, aunque en algunos casos pueden necesitar actualizar la BIOS o UEFI.

Sin embargo, esto no pasa siempre. Otras veces las nuevas generaciones de placa base cambian también el zócalo, y esto es algo que pasa cada cierta frecuencia. Esto provoca cambios en cascada, ya que hay componentes que pueden dejar compatibles con los zócalos de los nuevos modelos. Esto puede depender un poco de la antigüedad.

Además de esto, el chipset de la placa base también condiciona las cantidades máximas de conectores como los PCI Express, puertos SATA o USB que puede haber. Esto, a efectos prácticos, viene a significar que establece un máximo de módulos como las tarjetas gráficas, la memoria RAM o conectores USB y discos duros.

Es común que los nuevos chipsets sean presentados junto a nuevos procesadores. En mayo AMD presentó los chipset B550, que incluyen interfaz PCI Express 4.0, así como conectividad USB 3.2 de segunda generación y soporte para dos tarjetas gráficas. Permite tener hasta seis puertos USB 3.2 Gen 2, pero también otros de otras generaciones, y ocho puertos SATA.

Con estos datos, me refiero a que cada chipset tiene soporte para determinadas versiones de conectores y cantidades de ellos. Por lo tanto, vas a necesitar tener en mente el ordenador que quieres tener ahora mismo y cómo o cuánto vas a querer ampliarlo en el futuro, y a partir de ello, elegir el chipset que mejor se adapte no solo a los conectores que quieras tener, sino a las versiones de ellos. Si quieres la última tecnología en USB o unidades de estado sólido, lo mejor es optar pro chipsets más modernos.

Sistema de alimentación eléctrica

Uno de los aspectos que condicionan la calidad de la placa base es su sistema de alimentación eléctrica. Viene a ser todo el conjunto interno de componentes que se encargan de la regulación del voltaje interno de la placa base, así como sus fases de alimentación eléctrica.

El sistema de alimentación eléctrica que tengamos en el ordenador será especialmente importante cuando lo sometamos a un estrés intenso, cuando el procesador necesite más energía por el trabajo que le estamos encargando. Esto hace que sea la característica más relevante en casos como cuando el usuario intenta hacer overclocking, que es hacer más rápido el procesador para intentar ganar un pequeño extra de potencia en el PC.

Hay dos componentes de los sistemas de alimentación que son especialmente importante. El primero son los módulos reguladores de voltaje o VRM (Voltage Regulator Module). Son los componentes de la placa base que adaptan el voltaje de la fuente de alimentación a los componentes de nuestros ordenadores, de manera que no sea insuficiente para que funcionen correctamente y no sean demasiado como para forzar el sistema de refrigeración, o comprometer la salud del componente.

Los VRM están colocados en la superficie de la placa principal de la placa base, cerca del procesador y los módulos de memoria, y cada uno de ellos es un pequeño circuito. Muchas veces está cubierto por los disipadores que traen las placas bases modernas.

El otro componente clave son las fases de alimentación eléctrica, cuya misión es hacer que el procesador o la memoria principal de la placa base tengan una alimentación lo más plana y estable posible, de forma que no haya ningún pico que afecte a su funcionamiento.

Los fabricantes de placas base ponen en el VRM varias fases de alimentación, y cada una de ellas actúa como una etapa de rectificación y filtrado para estabilizar la corriente que llega. Como varios filtros. Por eso, cuantas más fases de alimentación eléctrica tenga el VRM, más estable será la señal de alimentación que proporciona a los componentes que alimenta.

Disipadores

La placa base de tu ordenador tiene muchos componentes y circuitos, y algunos de ellos pueden llegar a generar mucho calor, y si algunos componentes alcanzan o superan ciertos umbrales máximos de temperatura durante mucho tiempo podrían dañarse para siempre. Por eso, la mayoría de placas base actuales tienen varios disipadores para que ayuden a evacuar el calor residual al resto de componentes que puede haber en la placa base para ello.

Algunas placas bases, sobre todo los de alta gama, pueden tener la superficie de su PCB recubierta de disipadores. Incluso algunos modelos van más allá, recurriendo a ventiladores o incluso placas metálicas en el reverso denominadas escudos térmicos de metal que ayuden con la disipación de la temperatura.

La conectividad depende de cada placa base

Otra de las partes que tiene la placa base son los diferentes tipos de conectores, que sirven para conectar periféricos y componentes. Aquí, es el chipset que tengas el que establece un número máximo de estos conectores, por lo que los que tengas y sus versiones van a depender en cada caso del modelo de placa que tengas en tu ordenador.

Los conectores que suele haber son los PCI Express, que sirven para conectar tarjetas. Generalmente se utilizan para las tarjetas gráficas, pero puede haber otras tarjetas enfocadas a aspectos más técnicos como tarjetas de comunicaciones. También hay conectores para los puertos USB o los puertos SATA de los discos duros o los M.2 de las unidades de estado sólido o SSD.

Además de la cantidad de conectores, el chipset también determina la versión de cada uno de ellos. Por ejemplo, casi todas las placas bases modernas tienen por lo menos un puerto M.2, aunque también las hay con múltiples conectores.

Por eso, a la hora de montarte un ordenador es recomendado tener claras las necesidades que tienes, y buscar un chipset que cumpla con esas necesidades. Una vez lo tengas elegido, entonces busca una placa base que lo incorpore y que tenga un precio que te encaje en el presupuesto.

Módulos integrados de WiFi y sonido

Las placas base de los ordenadores también suelen tener chips de sonido, que determinan la calidad del sonido que va a tener tu PC. Aquí, por lo general, cuanto mejor sea la placa base mejor puede ser el módulo de sonido, aunque en gamas altas también puede haber algunas diferencias. En las gamas medias, en cambio, no suele haber tan buen sonido. Sin embargo, esto es algo que luego puedes solucionar comprando una tarjeta de sonido dedicada o un DAC externo que conectar al equipo para que tenga mejor sonido.

Más allá del sonido, las placas base también incorporan módulos WiFi y controladoras Ethernet, que van a determinar cuál es la velocidad máxima de conexión que puede obtener tu ordenador, tanto mediante el WiFi como con la conexión de Ethernet de tu casa. Por lo general no hace falta que instales en tu PC una tarjeta de red dedicada, a no ser que sea una placa de gama baja o antigua con un tipo de conexión obsoleta.

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