La jubilación es un tipo de pensión contributiva, y es una pieza crucial en la economía doméstica de miles de hogares. A continuación vamos a repasar qué son este tipo de pensiones, además de cómo funcionan y cuál es su estado en este 2024. Recuerda que tenemos una tabla para saber cuándo te puedes jubilar.
¿Qué es una pensión contributiva? Una "paga" que garantiza el flujo de ingresos de quien la disfruta. Por supuesto, está sujeta a algunas condiciones: sus beneficiarios deben ajustarse a cierto perfil y su volumen está supeditado también a pautas claramente definidas. Las más populares son las de jubilación, que son las que cobran quienes han finalizado su vida laboral tras haber cumplido una edad y cotizado un periodo determinados. Básicamente, sustituyen con una paga vitalicia los ingresos que hasta ese momento el usuario percibía gracias a su trabajo.
Que sean las más famosas no significa que sean las únicas. Las hay también por incapacidad permanente, para viudos y huérfanos e incluso extraordinarias, para víctimas de terrorismo. Las propias pensiones de jubilación pueden diferenciarse en diferentes tipos, como las ordinarias o las de jubilación parcial y anticipada.
¿Las hay de otra naturaleza? Sí. Las no contributivas. Una de las principales diferencias entre unas y otras la determinada en qué medida el usuario ha cotizado a la Seguridad Social. Si bien hablamos de prestaciones económicas, igual que con las anteriores, las no contributivas están pensadas para las personas jubiladas o en situación de invalidez que no han cotizado nunca o no lo han hecho lo suficiente, por lo que no alcanzan el mínimo para disfrutar de una pensión contributiva. Su gestión se atribuye además a las administraciones de cada autonomía.
Lo que busca el Estado con este tipo de apoyo es garantizar un colchón mínimo a quienes las necesitan. "Se reconocen a aquellos ciudadanos que, encontrándose en situación de necesidad protegible, carecen de recursos para su subsistencia", anota la propia Seguridad Social. Bajo este paraguas, de "no contributivas", hay también diferentes modalidades: las pensiones de jubilación, para mayores de 65 años, o por invalidez, para quienes afrontan una discapacidad de al menos el 65%.
¿Qué requisitos hay que cumplir? Haber cumplido cierta edad y acreditar ciertos años cotizados, si bien puede anticiparse en determinados supuestos, como el de las jubilaciones anticipadas. En líneas generales, según la tabla de jubilación, necesitas tener al menos 65 años y demostrar que has cotizado 38 años, dos de los cuales deben haberse registrado durante la última década y media. Otra opción es que tengas 66 años y seis meses y tu cotización sume un mínimo de 15. En este último caso se exige lo mismo: dos de esos años deben haberse anotado durante los últimos 15.
¿Cambiarán esos requisitos? Sí. Esa "foto" variaría con el tiempo. Tanto la edad como el período de cotización aumentarán de forma transitoria hasta 2027. A partir de ese año se exigirá haber cumplido los 67. Se admitirán también los 65, pero solo si el usuario demuestra una cotización de 38 años y seis meses.
La Seguridad Social aclara que el período mínimo de cotización es de 15 años (5.475), de los que dos deben haberse registrado a lo largo de la última década y media, pero reconoce también que hay ciertos supuestos en los que se permite optar a la jubilación con menos edad de la establecida a modo de pauta general. Casos especiales son por ejemplo los discapacitados o colectivos profesionales como los mineros, bomberos, policías locales o personal ferroviario.
¿Y qué cantidades pueden recibirse? El importe se calcula teniendo en cuenta la base reguladora, el porcentaje en función de los años cotizados y, si se diera el caso, otro extra por la prolongación de la vida laboral. El porcentaje que se aplica a la base varía en función del tiempo que se ha contribuido: arranca con el 50% a los 15 años y aumenta a partir de ese momento un 0,21% por cada mes adicional entre los meses 1 y 49. Para los siguientes se aplica un 0,19%.
¿En cuanto se traduce eso? Suena complejo, pero hay otra forma más sencilla de entender la horquilla en la que se mueven. En 2024, la prestación máxima ha subido en un 3,8% hasta los 44.450 euros anuales, 3.175 euros al mes junto a sus dos pagas extra. Las pensiones mínimas son de 813 euros al mes sin cónyuge, 771 euros al mes con cónyuge no a cargo, o 1.003 euros al mes con cónyuge a cargo.
¿Cuál es la pensión media? Según los datos del Gobierno, en España la pensión contributiva media era de 1.197,9 euros mensuales en 2023 cuando tenemos todas en cuenta, la de jubilación, incapacidad permanente, orfandad, viudedad o en favor de los familiares. Ahora, con la subida del 3,8% se va a situar en 1.243 euros al mes.
¿Cómo solicitarla? Si te estás acercando al momento de despedirte de tu vida laboral y solicitar la pensión contributiva, debes tener en cuenta algunas claves. La primera es que hay una fecha a partir de la que puedes solicitarla: tres meses antes de que cumplas los requisitos. Esa es la antelación máxima de la Seguridad Social, que aclara en cualquier caso que el expediente no se tramitará hasta que llegue esa fecha y se haya verificado que quien solicita la pensión ha dejado de trabajar.
Si estás en un convenio especial o percibes el subsidio por desempleo la letra pequeña es ligeramente distinta. Puedes consultarla en esta web del Ministerio de Inclusión. En cualquier caso, necesitarás tu documento de identidad y aquellos que acrediten tu vínculo con tu cónyuge o hijos, en caso de que los tengas. También es probable que tengas que presentar certificados en función del tipo de jubilación que solicites, como los expedidos por la empresa o de discapacidad.
La solicitud puedes presentarla online, usando por ejemplo el certificado, cl@ve permanente e identificación con selfie o directamente en las oficinas, de forma presencial. En este link puedes consultar las que te quedan más cerca.
Imagen de portada: Vidar Nordli-Mathisen (Flickr)
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