Vamos a explicarte qué es el teletrabajo y cómo puedes sacarle el máximo provecho mediante 24 consejos que te dan profesionales de Webedia España que llevan años haciéndolo. Este tipo de trabajo cada vez está cobrando más importancia, y ya sea por la digitalización de los procesos o por la versatilidad y comodidad que supone, es previsible que vaya a más con el tiempo.
Si en tu trabajo te han comentado la posibilidad de empezar a hacer teletrabajo, nuestro objetivo es que entiendas bien de qué trata y cómo puedes ayudarte a ti mismo a hacerlo mejor. Empezaremos explicándote un poco qué es exactamente, y luego pasaremos a los muchos consejos que pueden darte algunas de las personas que ya llevan tiempo en ello.
Vamos a intentar que los consejos que te vayamos a dar puedan serle útiles a casi todo el mundo. Esto quiere decir que puede que haya algunos puntos que se contradigan entre ellos, ya que siempre dependerá de cómo se organice cada persona el hecho de que un consejo le resulte más o menos útil. Como siempre decimos en Xataka Basics, siéntete libre para aportar tu experiencia y tus consejos personales en la sección de comentarios.
Qué es el teletrabajo
El teletrabajo es una modalidad en la que trabajas a distancia desde tu casa o un lugar diferente de la oficina de tu empresa. Es algo que hoy en día permiten Internet y las nuevas tecnologías, mediante las cuales, hay algunos tipos de trabajo que pueden hacerse desde un ordenador en tu casa o un coworking igual que si estuvieras físicamente en la oficina de tu empresa.
Hay una gran cantidad de empresas y sectores laborales en las que hay determinadas tareas que pueden hacerse a distancia sin necesidad de estar físicamente en la oficina. Puedes hacerlo a través de tu móvil o tableta, o sobre todo desde un ordenador u ordenador portátil. Las aplicaciones de gestión de tareas, de comunicación de equipos, los faxes, correos electrónicos o videollamadas ayudan a que esto sea posible.
No todos los tipos de trabajo pueden hacerse a distancia, ya que a veces estás en un sitio que requiere la comunicación directa con otras personas, la interacción física, o tratar con papeles y documentos sensibles que no siempre pueden digitalizarse. Aún así, es una disciplina que para todas las empresas y trabajadores que puedan realizarla tiene muchos beneficios.
Para el trabajador, puede suponer varias ventajas como no gastar dinero en desplazamientos, y ahorrarte el tiempo que puedes perder en un atasco o el transporte público. También ofrece mayor flexibilidad y autonomía, una mejor conciliación de vida laboral y familiar, o mayor integración con personas que no puedan moverse fácilmente.
Sin embargo, el teletrabajo también tiene sus contras, ya que si no eres una persona organizada y disciplinada puedes acabar en un agujero negro en el que el tiempo vuela y no te ves capaz de ser productivo. Si esto te está pasando, los consejos que te vamos a dar hoy te pueden ayudar.
24 consejos para el teletrabajo
A continuación te dejamos con una lista de consejos con los que sacar el máximo partido del teletrabajo. Estos consejos vienen de parte de profesionales que llevan años trabajando. Por ejemplo, vas a encontrarte con consejos del equipo de editores de Xataka y Webedia, que ya tenemos una experiencia trabajando desde casa.
- Organiza bien tu horario: Es importante tener claro que trabajar desde casa es, o debería ser, igual que trabajar desde la oficina. Por eso, es importante mantener el horario de trabajo y de pausas, como por ejemplo para comer.
- Las alarmas pueden ayudarte: Ya sea por trabajo o por despiste, a veces es difícil poder seguir los horarios que te autoimpones. Un buen truco para que esto no pase es configurar alarmas en tu móvil, tanto para empezar a trabajar como para marcar los descansos y que no se te pasen. No tienen que ser alarmas inamovibles, pero te ayudan a ser más consciente del momento del día en el que estás o de que relajándote luego serás más productivo.
- Intenta no caer en las tentaciones: Trabajar desde casa tiene sus riesgos, y es que es muy fácil empezar a documentarte para un trabajo y acabar viendo vídeos de gatitos. Por eso, intenta no caer en estas tentaciones que acaben con tu productividad.
- Es importante desconectar: Estar todo el día pensando en el trabajo nunca le ha ayudado a nadie, y puede hacerte caer en rutinas que acaben con tu productividad. Por eso, es importante desconectar, y que cuando sea la hora a la que tienes previsto terminar cada día realmente dejes de pensar en el trabajo. El trabajo puede no acabar nunca, o sea que es importante saber parar.
- Sé consciente de cuándo eres más productivo: No todos somos iguales a la hora de trabajar, y puede que haya personas que se concentren más a determinadas horas como las mañanas, y otras a unas diferentes. Siempre que tu trabajo te lo permita, intenta organizarte de manera que puedas sacar más partido de las horas a las que te concentras mejor.
- Busca tus interruptores emocionales internos: Esto es difícil de explicar, pero algunos tenemos pequeñas cosas que ayudan a conectar mejor con tu productividad. A veces es simplemente no trabajar en pijama y ponerte ropa, otras es salir a hacer deporta, hacer la cama, o cualquier tipo de rutina matutina que te ayude a que no sea levantarte y ponerte frente al ordenador. Encuentra cuál es la rutina que mejor te activa, y no te olvides de ella.
- Es recomendable tener una zona de trabajo fija: A nivel de organización, también puede ayudar tener una zona de trabajo específica y evitar trabajar en zonas de descanso y ocio. Nada de teletrabajar desde la cama o el sofá: mejor una mesa liberada de espacio que no se asocie a actividades de ocio. Lo ideal es una habitación con luz natural, pero si no es posible, busca un rincón en el que te sientas cómodo, tranquilo y libre de interrupciones.
- Trabaja en un sitio con buena cobertura: Si vas a trabajar desde casa, no vale robarle la WiFi al vecino. Tienes que asegurarte de que tu sitio de trabajo tenga buena cobertura y no de problemas de señal. Algunos tenemos el router del operador en el despacho donde tenemos el ordenador, pero si no es posible y hay mala señal, puedes recurrir a amplificadores de señal como PLC o repetidores WiFi.
- No tengas miedo de utilizar apps para gestionar tu flujo de trabajo: A día de hoy existen varias alternativas para poder ayudarte a entender mejor tu flujo de trabajo, y así poder saber qué malos vicios tienes o en qué pierdes el tiempo. Una de las herramientas más recomendadas es RescueTime, una especie de "pulsera de actividad" virtual para entender en qué gastas tu tiempo y cuáles son tus patrones de productividad.
- No pierdas en contacto con tu equipo: También es importante no perder el contacto con tus compañeros de trabajo, algo que es fácil cuando en vez de estar físicamente juntos, cada uno está en su casa. Para ello, lo mejor es recurrir a aplicaciones especialmente diseñadas para la comunicación de equipos. Vamos, no utilizar WhatsApp o similares, sino otras apps como Slack.
- Las videoconferencias y llamadas telefónicas pueden ahorrar tiempo: Hay veces que si estás utilizando una aplicación de mensajería para tu equipo, determinadas cosas sea más complicadas escribirlas que explicarlas por tu propia voz. Por eso, a veces hacer una videollamada, reuniones periódicas, o simplemente coger el teléfono para explicar algo en 10 minutos puede ahorrarte mucho tiempo, y de paso sirve para estrechar lazos y ganar confianza.
- A veces ayuda distribuir el trabajo por tipos: Dependiendo del tipo de trabajo que tengas, puede que debas realizar tareas muy diferentes. En estos casos, puede ser bueno distribuir el trabajo por tipos y dedicarle más tiempo seguido a determinado tipo en vez de mezclar. Por ejemplo, si estás haciendo un análisis para Xataka, una tarde sacando fotos al equipo, y otra editándolas, puede ser más rápido y productivo que ir haciéndolo a la vez que escribes.
- Utiliza gestores de tareas: También es importante mantenerse organizado a la hora de gestionar tus tareas, y para ello hay varias aplicaciones que pueden ayudarte a organizarte en equipo. Estas aplicaciones permiten gestionar proyectos creando listas con ellas, invitando a otros compañeros a participar, poner fechas límite y que todos puedan dejar comentarios para un trabajo más colaborativo.
- Tampoco abuses de herramientas de organización: A veces, abusar de las herramientas de organización puede ser tan perjudicial como quedarse corto, ya que acabas teniendo que revisar mil sitios para estar al día. Céntrate sólo en las aplicaciones que realmente te aporten un valor con impacto positivo en tu día a día, y si usas una aplicación que te permita gestionar muchos tipos de cosas en vez de una para cada tipo, pues mejor.
- Las apps nativas de tu móvil también pueden ayudar: Un ejemplo de cómo no complicarse demasiado con apps exóticas es sacar el máximo partido de tus apps nativas. Google Calendar mismamente puede ayudarte a ir anotando tareas, reuniones y viajes. Es un servicio que ya viene vinculado con tu móvil (como también el calendario de Apple si tienes iOS), y se integra con las apps nativas de correo para poder añadir eventos de forma rápida y sencilla.
- Para pequeñas notas, no te compliques demasiado: Otro ejemplo de simplificar para no acabar con cientos de aplicaciones específicas puede ser el de cómo escribir esas pequeñas notas que puedes querer apuntarte rápido. Una opción es meterlo todo en apps específicas o gestores de tarea, pero también puedes ser más simple e ir a aplicaciones como Google Keep o Telegram, que te permitan anotarte eso rápido. WhatsApp también permite mandarte mensajes a ti mismo, por lo que también es una libreta de notas en potencia.
- Organiza y clasifica tus correos electrónicos: Si tu trabajo hace que recibas decenas de correos electrónicos cada día, es clave tener una buena organización. Crea filtros para clasificar bien los correos que te llegan, y así saber siempre cuáles pueden correr más o menos importancia. Una recomendación de alguno de nuestros editores es que a la bandeja de entrada sólo te lleguen los que están relacionados con tus tareas pendientes, y que el resto vaya a los filtros que hayas creado. Pero esto ya depende de cómo prefieras organizarte.
- Si hay ruido, prueba la cancelación de ruido: No todo el mundo tiene una casa silenciosa, y puede que haya ruidos en la calle o más personas en casa que hagan ruido y no siempre te dejen concentrarte. En esos casos, siempre puede ser útil recurrir a auriculares con cancelación de ruido que te puedan ayudar a aislarte un poco del entorno.
- Música relajante y que no te despiste: Hay dos tipos de personas a la hora de trabajar en casa: los que prefieren hacerlo con música y los que no. Si eres de los primeros, todo dependerá un poco de tus gustos personales, aunque es recomendable que la música no se convierta en una distracción. Quizá música instrumenta en vez de cantada pueda ayudar, aunque siempre dependiendo de tus gustos.
- Piensa en el software multidispositivo: Puede que seas fiel a tu Mac, a tu PC con Windows, tu Android o tu iPhone, pero hay veces o tipos de trabajo en los que de vez en cuando te puede tocar cambiar de dispositivo o de sistema operativo. Si ese es tu caso, a la hora de elegir herramientas intenta darle preferencia a las que sean multiplataforma y puedan utilizarse desde cuantos más sistemas operativos mejor. También que sea fácil hacer una copia de seguridad o importar los datos a otras aplicaciones en el caso de que pueda tocar hacerlo en el futuro.
- Usa herramientas donde sea fácil compartir cosas: Hay tipos de trabajos que pueden requerir estar compartiendo documentos. En estos casos, no siempre es bueno usar un editor de texto que luego no te permita compartir fácilmente lo que has hecho con el resto de tu equipo. Office y Google Docs son dos ejemplos de servicios (uno de pago y otro gratis), que permiten crear documentos colaborativos que puedes compartir con los demás, y que el resto de compañeros puede utilizar para aportar su granito de arena. Repetimos, que hay muchas apps específicas para determinadas cosas, peor a veces la simplicidad de una hoja de cálculo puede acabar siendo mejor opción.
- No descartes una agenda de papel: Cuando trabajas en un ordenador, puede que una clásica agenda de papel pueda parecer un recuerdo obsoleto de un pasado peor. Pero a día de hoy, muchos de los profesionales a los que hemos consultado las utilizan para ir escribiendo en ellas las tareas de su día a día. No descartes organizarte a base de lápiz y papel, con una libreta que tengas siempre a mano y que no requiera abrir una aplicación o web.
- Organiza tu jornada antes de comenzarla y establece tareas prioritarias: Puede parecer una tontería, pero organizarte bien al principio del día también te va a ayudar a tener claro qué vas a hacer, qué prioridades tienes y cuánto tiempo puedes tardar. Es algo recomendable, que los primeros minutos de tu jornada sean para ver cómo va a ser tu día y organizarte.
- Márcate objetivos tangibles y adaptables: Por último, hay que tener claro que habrá días donde seas más productivo que otros por diferentes razones. Por eso, es fundamental la capacidad para marcarse unos objetivos tangibles y poder adaptarlos si es necesario. Hay veces que acabas algo que no tenías previsto hasta más adelante, pero también hay tareas que se te atascan. Saber reorganizar y tener flexibilidad siempre te va a ayudar.
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