Vamos a decirte 15 formas de recuperar la velocidad de tu PC con Windows. Son varios consejos que van desde los más básicos hasta otros más avanzados, de forma que puedas ir probándolos todos para ver cuáles de ellos te sirven. No es necesario que los sigas todos, quizá solo con los primeros ya te sirva, pero si no es suficiente siempre podrás seguir avanzando. Los consejos sirven tanto para Windows 10 como para Windows 11.
Con el tiempo, es normal que tu ordenador acabe yendo cada vez más lento. A veces el problema es simplemente que hay algún malware, pero en otras ocasiones es el normal funcionamiento del dispositivo según vas acumulando aplicaciones y otros residuos digitales, o incluso puede que otras veces son ordenadores ya viejos en los que cualquier ahorro de recursos puede marcar la diferencia. Nuestros consejos intentan cubrir todos estos supuestos, y recuerda que también te dijimos cómo recuperar velocidad en Android.
Desinstala aplicaciones que no utilices
El primer paso es el más simple y sencillo de todos, y es el de desinstalar todas las aplicaciones que no sean necesarias. Durante los años podemos haber tendido a acumular algunas que ya no usamos, las cuales pueden estar realizando procesos en segundo plano que ralenticen el PC. Para hacerlo, entra en la Configuración de Windows, y en ella pulsa sobre la opción Aplicaciones, y aquí dentro pulsa en Aplicaciones instaladas.
Llegarás a una lista con todas las aplicaciones instaladas en el ordenador. Aquí, pulsa sobre una que no uses o haz clic derecho sobre ella, y elige la opción de Desinstalar para borrarlas del ordenador. Ten cuidado de no borrar las creadas por Microsoft para las funciones básicas del sistema ni ninguna que consideres que es útil para el ordenador.
Mantén limpio el escritorio del ordenador
Cuando un ordenador inicia Windows, tiene que cargar todos los elementos del escritorio, por lo que si el tuyo tiene pocos recursos es posible que lo pase mal si lo tienes lleno de accesos directos. Por eso, es recomendable que mantengas todo lo limpio que puedas el escritorio del equipo. Si hay cosas que necesitas tener accesibles realmente, puedes probar con simplemente crear una carpeta en el escritorio y meterlas todas allí.
Controla las aplicaciones que se ejecuten al inicio
Hay aplicaciones que cuando las instalas se configuran solas para ejecutarse automáticamente cuando se inicie el equipo, y tener demasiadas puede ralentizar el inicio del ordenador. Para evitar que esto suceda, pulsa Control + Alt + Suprimir y elige la opción Administrador de tareas. En él, pulsa en Más detalles para acceder a toda la información.
Una vez estés en la versión completa del Administrador de tareas, pulsa sobre la sección Aplicaciones de arranque de la columna de la izquierda. Verás una lista con todas las aplicaciones que intentan arrancar al inicio. Aquí hay dos columnas importantes, la de Estado porque si pone Habilitado es porque la aplicación arranca automáticamente al encender el PC, y la de Impacto de inicio porque te dice cuánto penaliza esta aplicación a tu ordenador cuando arranca al iniciarse el ordenador.
Con estos datos ya puedes tomar decisiones informadas. Ahora, pulsa sobre la aplicación que quieras que deje de arrancar automáticamente al encender el ordenador, y una vez la tengas seleccionada pulsa en el botón Deshabilitar para que deje de arrancar, y que para ejecutarse tengas que ser tú quien la inicie deliberadamente. Intenta hacerlo con las aplicaciones con mayor impacto en el arranque de tu ordenador, algo que se indicará en la columna Impacto de inicio.
Comprueba que el PC esté libre de malware
También es posible que la lentitud de un ordenador se deba a que tiene algún tipo de virus o malware, por lo que también es conveniente pasarle un antivirus al ordenador. Existen varias alternativas, pero te vamos a enseñar a hacerlo con Windows Defender, la solución nativa de Windows. Para empezar, entra en el apartado Privacidad y seguridad de la configuración de Windows, y en él ve a Seguridad de Windows, donde tienes que darle a Abrir Seguridad de Windows.
Irás a la pantalla principal de Windows Defender. Una vez allí, pulsa sobre la opción Protección antivirus y contra amenazas que tendrá el icono de un escudo. Esto te llevará al escáner de amenazas, donde sólo tienes que pulsar sobre el botón Examen rápido. Se trata de un análisis rápido que no encontrará todas las amenazas, pero sí detectará las más importantes. También puedes pulsar en Opciones de examen, la opción de debajo, para hacer un análisis más detallado.
En esta pantalla vas a poder escoger cuatro tipos de análisis. El primero es el rápido que también podías hacer en la pantalla anterior, y luego tienes uno completo y minucioso que analizará a fondo el ordenador y tardará más de una hora en completarse. También puedes hacer uno personalizado de las carpetas que quieras, y otro rápido sin conexión de Windows que tardará apenas 15 minutos.
Libera espacio en tu disco duro
También es útil hacer liberar espacio en tu disco duro. Aquí es importante no utilizar aplicaciones como CCleaner que molestan más de lo que ayudas, sino recurrir a la alternativa nativa del propio Windows 10. Para ejecutarlo abre el menú de inicio y escribe cleanmgr para que te aparezca la aplicación Liberador de espacio en disco, y ejecútala como administrador.
Lo primero que te aparecerá es una ventana en la que tienes que elegir el disco duro que quieres limpiar para liberar espacio. Luego, el liberador de espacio en disco calculará qué archivos puede limpiar en Windows y cuánto espacio puede ahorrarte con ello. Este proceso puede tardar desde unos segundos a algunos minutos dependiendo de tu ordenador, tu disco duro y los archivos que haya acumulados.
Cuando termine, la aplicación ahora te mostrará una lista con varios tipos de archivo que puede eliminar y el tamaño que se liberaría con ello. Cuando pulses sobre cada uno te explicará detalladamente qué se borra, o sea que aquí selecciona los tipos de archivo que quieras eliminar y pulsa Aceptar. Te saldrá un aviso preguntándote si estás seguro, y aquí confirma la acción.
Desfragmenta el disco duro
Los archivos dentro de tu ordenador no son piezas completas en sí, sino que están compuestos por pequeños fragmentos que a veces Windows no localiza tan rápido como debiera. Por eso, una manera de agilizar el ordenador es desfragmentar el disco duro. Para ello, abre el menú de Inicio y escribe desfragmentar. Cuando lo hagas, pulsa sobre la aplicación Desfragmentar y optimizar unidades que te aparecerá como el principal resultado de búsqueda.
Una vez abierta la aplicación de desfragmentar, lo primero que tienes que hacer es pulsar sobre el disco duro que quieres desfragmentar (1). A continuación, pulsa sobre el botón Analizar (2) para saber primero cual es el estado en el que está el disco. En la aplicación se te mostrará el estado del disco en la columna Estado actual.
Si el resultado no te convence, pulsa sobre el botón Optimizar para proceder a desfragmentar la unidad de disco duro que tengas y listo, el programa se encargará de iniciar automáticamente el proceso de desfragmentación.
Configuración memoria virtual
También puedes permitirle a Windows que utilice más memoria virtual para añadírsela a la memoria RAM física y hacerla crecer. Para eso, ve a la configuración de Windows, pulsa en Sistema y dale a Información. Aquí, pulsa en la opción de Configuración avanzada del sistema que te aparecerá debajo de los datos del PC.
Se te abrirá una ventana, en la que en sus pestañas superiores debes pulsar sobre Opciones avanzadas***. Una vez ahí dentro, pulsa el botón *Configuración* de la categoría de *Rendimiento para entrar a configurar el rendimiento del equipo.
Se te abrirá una nueva ventana más. En ella, en las pestañas superiores pulsa en Opciones avanzadas. Una vez las despliegues, en el cuadro perteneciente a la categoría Memoria virtual pulsa el botón Cambiar .
En la siguiente ventana desmarca la casilla Administrar automáticamente el tamaño del archivo de paginación para todas las unidades para poder cambiar el tamaño en MB de la memoria. Ahora ve a la ventana que te muestra las unidades disponibles y el espacio en megabytes disponible para asignar al archivo de paginación, y escribe el número que quieras. Puedes empezar aumentando unos 1000 o 2000 MB, que equivalen básicamente a 1 o 2 gigas extra de RAM virtual.
Cambia el plan de energía del ordenador
¿Rendimiento o consumo? Windows estará configurado para buscar un equilibrio entre ambos factores, pero siempre podrás mejorar el rendimiento a costa de que tu ordenador consuma más energía. Para ello ve al menú de inicio y busca Panel de Control para acceder al clásico panel de control de Windows 7. Una vez en él, primero entra a la categoría de Hardware y sonido, y en ella pulsa sobre la opción Opciones de energía.
Cuando entres a la página de Opciones de energía verás los planes que tiene configurados Windows 11. Es posible que tengas que pulsar el botón Mostrar planes adicionales para verla, pero en esta pantalla deberías seleccionar la opción de Alto rendimiento para maximizar la velocidad. Recuerda hacer esto sólo si tu ordenador va lento de verdad, porque por lo general será siempre recomendable usar un plan equilibrado o asignado por el fabricante.
Menos efectos visuales
Microsoft ha hecho un enorme esfuerzo para que Windows tenga un buen aspecto. Sin embargo, sacrificando algunas de sus vistosas animaciones algunos equipos con pocos recursos podrían notar una mejora en su rendimiento. Para eso, ve a la configuración de Windows, pulsa en Sistema y dale a Información. Aquí, pulsa en la opción de Configuración avanzada del sistema que te aparecerá debajo de los datos del PC.
Una vez en Sistema, en la columna de la izquierda pulsa la opción Configuración avanzada del sistema. Se te abrirá una nueva ventana, en la que en sus pestañas superiores debes pulsar sobre Opciones avanzadas. Una vez ahí dentro, pulsa el botón Configuración de la categoría de Rendimiento para entrar a configurar el rendimiento del equipo.
Cuando se te abra la nueva ventana de Opciones de rendimiento, automáticamente lo hará con la pestaña Efectos visuales activada. En ella tendrás una lista con todos los efectos visuales de Windows 10, y sólo tendrás que deseleccionar los efectos de los que quieras prescindir para aumentar la velocidad del sistema operativo.
Quítale transparencias a la interfaz
Otro pequeño sacrificio estético que puedes hacer para acelerar un poco Windows es quitar las transparencias de la interfaz. Para eso, empieza abriendo la Configuración de Windows, y una vez dentro pulsa sobre la sección Personalización en la columna de la izquierda.
Una vez estás dentro, pulsa en Colores. Aquí, simplemente desactiva la opción de Efectos de transparencia, lo que supondrá un pequeño cambio para la interfaz que puede ayudar a aligerar un poco el ordenador.
Haz que Windows se quede callado
Y ya que estás en la Configuración de Windows, ahora entra en la sección de Sistema, y pulsa en la sección Notificaciones. En la pantalla donde entras, puedes simplemente desactivar la opción Notificaciones para que todas las de Windows se desactiven.
En esta pantalla, también puedes abrir la opción de Notificaciones para mostrar los tipos de ellas que puedes desactivar. De la misma manera, puedes configurar un modo de No molestar para que simplemente no se te moleste en determinados horarios. Además, también puedes silenciar las notificaciones de aplicaciones determinadas o incluso de todas, algo que también podría ayudar en la aceleración.
Busca actualizaciones de sistema y controladores
También cabe la posibilidad de que la lentitud de tu ordenador se deba a un problema con el software que ya ha sido solucionado. Por eso, es conveniente asegurarte de tenerlo todo actualizado. Para hacerlo con Windows, ve a la sección Windows Update de la Configuración de Windows. Allí, en la sección Windows Update pulsa sobre el botón Buscar actualizaciones Windows buscará y descargará automáticamente actualizaciones.
También es importante tener actualizados los drivers o controladores de tu hardware. Pero esto es un poco más difícil, ya que primero debes identificar tu hardware y bajarte de la web oficial que corresponda las nuevas versiones de sus controladores. También es posible que el fabricante de tu equipo tenga su propio programa desde el que descargar las actualizaciones de los controladores.
Reinstala Windows desde cero
Si todo lo anterior falla, quizá debas considerar realizar una instalación limpia de Windows. Para hacerlo, ve a la sección Sistema de la Configuración de Windows. Allí, pulsa sobre la sección Recuperación, y una vez estés dentro, verás las opciones de Restablecer, y debes pulsar en Restablecer este equipo.
Durante este proceso para restablecer Windows se te darán varias opciones, como mantener tus archivos y aplicaciones o Quitarlo todo para hacer una reinstalación limpia. Si el ordenador te va lento posiblemente prefieras quitarlo todo y empezar desde cero, aunque mejor será que te acuerdes primero de hacer las copias de seguridad necesarias.
Y si ni con esto tienes suficiente, en la página de descargar Windows 11 puedes bajarte una herramienta que te permitirá crear un USB de instalación y realizar un formateo completo. Este proceso tiene bastantes pasos, para bajar la herramienta, crear el USB y luego proceder al formateo, los cuales te los detallamos en este artículo.
No te olvides de limpiar tu torre
Aunque pueda parecer una tontería, la acumulación de polvo en el interior de tu equipo puede penalizar su velocidad, sobre todo cuando impide el flujo de aire y hace que se caliente demasiado. Por eso, de vez en cuando conviene abrir tu torre, portátil o todo en uno para pegarle una cuidadosa limpieza a fondo. También puedes medir la temperatura del ordenador para saber cuándo puede estar haciéndole más falta.
Reemplaza o actualiza hardware
Y si con nada de esto es suficiente, quizá deberías plantearte actualizar el hardware de tu ordenador. El cambio que más notarías sería el de pasar de disco duro mecánico a SSD, aunque también podría venirte bien aumentar la memoria RAM para darle más músculo a la hora de manejar varias aplicaciones abiertas a la vez o una tarjeta gráfica si el problema está con los juegos.
Aunque si tu ordenador simplemente es ya considerablemente viejo, tampoco deberías descartar la opción de comprarte uno nuevo. Sea cual sea tu decisión, si buscas buenas ofertas para equipos nuevos o componentes para actualizar tu ordenador deberías pasarte por Compradiccion.com o los posts de Cazando Gangas que publicamos cada viernes en Xataka.
*En Xataka Basics | Windows 11: 42 funciones y trucos para exprimir al máximo el sistema operativo
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