Vamos a explicarte cuáles son las diferencias entre las tarjetas gráficas dedicadas y las compartidas, que también pueden llamarse integradas. Todos los ordenadores ý móviles van a tener gráficas compartidas, pero en algunos ordenadores de sobremesa y portátiles dedicados a los juegos, también podrás encontrarte las gráficas dedicadas.
Vamos a intentar hacer este artículo lo más accesible posible, ya que las definiciones más técnicas las hicimos en el dedicado a tarjetas gráficas en general. Pero igualmente empezaremos explicándote de una manera sencilla qué son las tarjetas gráficas, para seguir después con las diferencias entre los dos tipos que puedes encontrarte.
Qué son las tarjetas gráficas
Tal y como te explicamos de manera más extensas en nuestro artículo sobre tarjetas gráficas en general, son un componente que puede venir integrado en la placa base de un ordenador, o que puede instalarse aparte para ampliar sus capacidades. Se trata de una tarjeta dedicada al procesamiento de datos relacionados con el vídeo y las imágenes que se están viendo en el ordenador o dispositivo móvil.
Todo lo que ves en el monitor o la pantalla de tu ordenador o dispositivo, desde la interfaz del sistema operativo hasta los juegos o aplicaciones que abres, son imágenes que deben ser procesadas por el dispositivo. Las tarjetas gráficas reciben los datos del procesador, y los transforman en información visual, lo que quiere decir que coge datos que son unos y ceros y los convierte en imágenes.
Cuanto más exigentes puedan ser los procesados de datos visuales en aspectos como los videojuegos o edición de vídeos o fotos de gran tamaño y resolución, más potencia va a necesitar una tarjeta gráfica. Por lo general, para las tareas sencillas son suficientes las tarjetas integradas o compartidas, que son lo mismo, pero cuando hay que hacer procesados exigentes suele ser necesario tener una gráfica dedicada.
Las tarjetas gráficas más potentes también suelen incluir sus propios ventiladores integrados, ya que debido a sus trabajos tan exigentes suelen calentarse mucho, y con los disipadores de temperatura generales del interior de un ordenador no suele ser suficiente.
En cuanto al funcionamiento, si lo simplificamos podríamos hablar de dos funciones principales. Primero se realiza el procesamiento de vértices, que obtiene la información de vértices calculada por la CPU y procesa su ordenamiento espacial, su rotación, y qué segmentos de estos serán visibles gráficamente.
Y luego, se pasa a procesar lo que realmente vas a ver en el monitor. Es aquí donde la potencia de la gráfica es más importante, ya que es el proceso más complejo y pesado, y donde se aplican las capas de gráficos necesarias y los efectos que se necesiten para crear las texturas complejas y gráficos realistas que luego debes ver en pantalla. Y cuando esta operación se termina, se envía esta información al monitor o pantalla para que tú veas el resultado.
Diferencias entre gráficas dedicadas o compartidas
Como te hemos explicado un poco más arriba, hay dos tipos de tarjetas gráficas. Las tarjetas gráficas compartidas, que también pueden llamarse integradas, son esas que vienen incluidas dentro del propio procesador. Por lo tanto, entre los varios chips que tiene el procesador de un ordenador o un smartphone o tableta, se encuentra uno para el procesado de imágenes, una pequeña tarjeta gráfica.
Y luego tienes las tarjetas dedicadas, que se llaman así porque son componentes exclusivamente dedicados al procesador de imágenes. No es solo un chip dentro de una tarjeta como pueda ser el procesador, sino toda una tarjeta, todo un componente que integras en el ordenador para dedicarse en exclusiva al procesado de imágenes.
Las tarjetas gráficas dedicadas suelen ser muy grandes, cuanta más potencia tienen más grandes, y tienen sus propios ventiladores. Por lo tanto, son componentes independientes, mientras que las gráficas compartidas forman parte de la propia CPU.
En los teléfonos móviles, tabletas y muchos portátiles suele haber solo tarjetas compartidas que van integradas directamente como parte del procesador. En algunos casos, puede haber ordenadores portátiles especialmente preparados para jugar que sí tengan algunas gráficas dedicadas, aunque no suelen ser tan potentes como la de los ordenadores de sobremesa.
Las gráficas dedicadas las puedes encontrar en las torres de los ordenadores y algún portátil**, ya que son componentes muy grandes. Los portátiles que tienen gráficas dedicadas suelen ser mucho más gruesos y pesados, mientras que la mayoría de las torres suelen tenerlo.
Por lo general, lo único que debes buscar son referencias a nVidia GeForce o AMD Radeon en las especificaciones, que son las dos marcas de gráficas dedicadas más populares, y cuando vas a una tienda a comprar un ordenador, siempre vienen indicadas para que puedas saber que el equipo tiene una gráfica dedicada.
La diferencia del tamaño influye en la potencia. Las gráficas dedicadas son más grandes, tienen más chips, y por lo tanto mucha más potencia bruta para mover juegos exigentes o procesar imágenes de grandes resoluciones. Mientras, las compartidas no pueden con tanta potencia, y si juegas a un juego especialmente exigente, posiblemente la gráfica compartida no pueda con él y no lo puedas ejecutar o este no se mueva bien ni con buenas resoluciones.
Muchos ordenadores de sobremesa suelen tener ambas, tanto las gráficas compartidas como las dedicadas. Cuando pasa esto, los procesados normales los hace el ordenador en la gráfica integrada, mientras que la dedicada saltará y empezará a funcionar cuando la del procesador se quede corta. Esto lo hace el ordenador automáticamente, y tú no tienes que preocuparte por decidir cuál utilizar.
En cuanto a los móviles y tabletas, los juegos y aplicaciones que usas en ellos están adaptados. Los gráficos de los juegos han ido evolucionando a la par de la potencia de las gráficas compartidas de los procesadores de móviles, por lo que si tienes uno de último modelo, vas a poder jugar a todos. Sin embargo, con un móvil de gama media o baja, es posible que su gráfica integrada no sea suficiente para algunos juegos, y estos se vean mal o vayan lentos.
Por último, debes saber que todos los ordenadores y dispositivos van a tener gráficas compartidas, ya que estas forman parte de todos los procesadores. Simplemente, no puedes comprar un ordenador sin gráfica compartida dentro del procesador. Lo que sí podrás es decidir entre tener o no tener una gráfica dedicada dentro de tu ordenador, todo dependerá de sus características, su precio y lo que vayas a hacer con él.
El precio de las gráficas dedicadas puede llegar a pasar los 1000 euros en el caso de las más potentes del mercado, mientras que los procesadores con gráficas compartidas suelen rondar la mitad del precio. Cuanto más potente sea el procesador, más podrá hacer su gráfica compartida, y lo mismo pasa con las dedicadas.
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