Vamos a explicarte cuales son las opciones que tienes para conectarte a una WiFi portátil, de manera que puedas contar con tu propia red sin tener que recurrir a poco seguras WiFis públicas. E incluso cuando no hay ninguna WiFi alrededor y ninguna posibilidad, estos métodos te ayudarán a tener una manera de conectarte.
Vamos a centrarnos en los dos principales métodos más asequibles, aunque también te hablaremos de uno más. Eso sí, debes tener en cuenta que todos pasan por utilizar redes 4G o 5G como alternativa para conectarte, sea utilizando la conexión que ya tienes en el móvil o contratando otra.
Consejos previos
Antes de ponerte a elegir el método que prefieres para utilizar Internet portátil cuando vas a viajar, hay dos cosas que debes tener en cuenta. La primera de ellas es tu destino y el tipo de contrato que tienes. Y la segunda es ser consciente de tus necesidades.
Si vas a viajar por España o por la Unión Europea, debes saber que tu operadora te va a ofrecer roaming sin coste adicional, lo que quiere decir que podrás hacer llamadas y usar Internet sin gasto adicional. Tendrás los mismos límites y los mismos precios que en España, aunque deberás tener activado el roaming en tu móvil para navegar con normalidad.
Si viajas fuera de la Unión Europea la cosa cambia, ya que no suelen ofrecer roaming gratuito fuera de territorio comunitario. Aquí, vas a poder actuar de tres formas diferentes dependiendo de lo largo que sea tu viaje
En primer lugar, puedes usar tu SIM de siempre. Las operadoras suelen establecer tarifas especiales para territorios fuera de la UE, y conviene que te informes de ellas. También debes asegurarte de que vas a tener cobertura en tu país de destino, por lo que para informarte de ambas cosas es recomendable comunicarte con la operadora. Esto es lo recomendable para viajes cortos.
Si el viaje es largo, hay dos cosas que puedes hacer. Puedes comprarte una SIM de prepago en el destino donde estés, aunque dependiendo del país los precios variarán, o comprar una SIM internacional, teniendo varias alternativas con diferentes precios.
Con respecto a la tarifa, hay otra cosa más que debes tener en cuenta. Debes asegurarte de tener los gigas necesarios, tanto si optas por el tethering con el móvil como si utilizas un router 4G o 5G. En ambos casos necesitarás una tarjeta SIM, y necesitas tener los suficientes datos para el uso que le vayas a dar tanto al móvil como a los otros dispositivos con los que te vayas a conectar.
En el caso de que no sea una tarifa suficiente, puedes pensar en cambiar temporalmente de tarifa con el mismo operador, o si lo permite, contratar algún bono de datos extra para cubrir tus necesidades durante el viaje.
Y más allá de las tarifas, también es importante saber cómo vas a necesitar utilizar Internet en tu viaje. Por ejemplo, en el caso de que vayas a necesitar conectarte en movimiento, ya sea en un tren o autobús, las necesidades son totalmente diferentes a si simplemente quieres tener Internet en una segunda residencia sin pasar por el trámite de contratar la fibra.
Convierte tu móvil en un router
Vamos a empezar con el método más sencillo, el de crear un punto de acceso con tu móvil para compartir la conexión con otros dispositivos. Con él, vas a convertir tu móvil en un router WiFi que genere una señal a la que vas a poder conectarte con tus otros dispositivos de forma inalámbrica.
La parte positiva de este método es que no vas a necesitar contratar ningún tipo de servicio ni comprar ningún dispositivo para conectarte a Internet. Tanto Android como iOS tienen implementado este sistema en la configuración de los teléfonos, para poder crear los puntos de acceso, elegir sus nombres y configurar la contraseña que quieras usar para esta WiFi que vas a crear.
Además de esto, debes tener en cuenta que cuando nos vamos de viaje se nos pueden olvidar muchas cosas, pero casi nunca se nos va a olvidar el móvil. Por lo tanto, tampoco necesitas cargar con nada más en tu equipaje, ya que solo vas a necesitar el móvil para configurar tu WiFi. Luego, solo tendrás que conectarte a ese punto de acceso desde otro dispositivo como si te estuvieras conectando a una red WiFi.
La parte negativa de este método es que vas a gastar los datos de tu tarifa del móvil, por lo que todo lo que navegues con el dispositivo con el que te conectes al punto de acceso será como si navegaras con tu móvil. Esto quiere decir que deberás tener cuidado con las páginas a las que entras y con lo que haces, ya que por ejemplo ponerte a descargar cosas podría liquidar rápidamente tu tarifa de datos.
A tener en cuenta
Si vas a decantarte por esta opción, debes tener en cuenta algunas cosas. En primer lugar, tienes que asegurarte que la tarifa de datos de tu móvil tiene gigas suficientes como para asumir el trabajo online que vayas a tener que hacer.
Hoy en día, con la mayoría de tarifas no tendrás problemas si lo que quieres hacer es navegar por Internet. Pero si necesitas descargar archivos o compartir algunos que sean especialmente pesados, mantén siempre a la vista los datos que te quedan en el móvil para evitar disgustos.
Y por supuesto, es de vital importancia crear una buena contraseña cuando vayas a generar tu punto de acceso. Tienes que crear una contraseña segura, porque la WiFi que hayas creado puede ser detectada por todos los dispositivos de tu alrededor, lo que quiere decir que si tu contraseña es débil, podrían acceder a tu red.
Configura el punto de acceso en tu Android
Para activar tu punto de acceso en Android tienes que entrar en la opción Compartir Internet del apartado Redes e Internet de los ajustes de tu dispositivo, o dependiendo del fabricante, buscar una opción dentro de las opciones de red que sirva para compartir la conexión.
Aquí, en la pantalla de Compartir Internet, podrás personalizar el nombre y la contraseña de tu punto de acceso asegurándote de utilizar una que sea segura. Y una vez lo tengas todo configurado como quieras, simplemente activa la opción de Usar Compartir Internet, o la que utilice para este fin el fabricante de tu móvil, porque en Android los nombres de las opciones de configuración pueden cambiar entre fabricantes.
Configura el punto de acceso en tu iPhone
En el iPhone el proceso es todavía más fácil, ya que solo tienes que pulsar en el apartado Punto de acceso personal que aparece al principio del menú de ajustes. A este punto de acceso no le puedes cambiar el nombre, pero sí puedes configurar su contraseña.
Luego, solo te queda activar la opción de Permitir a otros conectarse y listo, tendrás el punto de acceso activo. Luego, solo tienes que buscarlo en la lista de redes WiFi con el otro dispositivo, que tendrá el nombre de tu iPhone, y te conectarás como si se tratase de otra red WiFi.
También puedes compartir conexión por USB o Bluetooth
Existen otros dos métodos por los que también puedes compartir tu conexión. En este caso, no vas a compartir la red creando una WiFi, que es sobre lo que hacemos el artículo hoy, sino que podrás conectar un dispositivo a otro directamente, ese en el que tienes conexión hará de router, y el que conectes a él podrá obtener sus datos directamente.
Esta conexión puede ser inalámbrica o cableada. Por una parte, podrás configurar tu dispositivo para que otros se puedan conectar a él mediante Bluetooth y usar sus datos. Con este método, con el dispositivo donde quieres tener Internet tendrás que ir a las opciones de conectarte mediante Bluetooth a otro, y cuando lo hagas, en el principal se te va a pedir que confirmes la conexión de alguna manera.
El otro método es el de conectar ambos dispositivos mediante USB. Para esto, vas a necesitar un cable que tenga en un extremo el tipo de USB que use uno de los dispositivos, y en el otro el tipo que use el otro. A veces esto puede ser sencillo, pero no deja de ser un cable más que debes llevar contigo, y por eso lo más fácil suele ser crear tu WiFi.
Utiliza routers portátiles
Un router portátil es una alternativa a compartir red con tu móvil. Pueden ser routers 4G o 5G, y generan redes WiFi a través de tu tarifa de datos. Viene a ser algo muy parecido a lo que te hemos explicado con el móvil, pero hecho con un dispositivo específico. Tú metes la tarjeta SIM con los datos en él, y generará la conexión.
La ventaja de estos routers es que suelen ser pequeños y puedes llevarlos siempre contigo, y su principal distinción respecto a compartir la conexión del móvil es que no dependen de un dispositivo, son routers independientes, algo que en algunos contextos puede ser interesante.
En primer lugar, porque no va a suponer un gasto de batería extra para el móvil. Pero en segundo lugar, porque es algo más cómodo si estás en algún apartamento o habitación de hotel, ya que puedes dejar el router en una mesita o un lugar concreto y dejas el móvil completamente libre.
Igual que tu móvil, funciona con una tarjeta SIM, pero al ser un dispositivo independiente, te deja margen para que puedas contratar alguna tarifa específica para el router, tener una SIM específica para él, y que así lo que navegues no repercuta en los datos de tu móvil ni te cause problemas luego a la hora de usar el smartphone a final de mes.
Otra de las ventajas de estos dispositivos es que hay muchos modelos con distintos factores de forma. Algunos modelos son un dongle, un pincho USB que conectas al portátil de turno para que obtenga corriente de él y genere la WiFi, mientras hay otros que son enchufables, por los que puedes dejarlos en un piso o apartamento vacacional. También hay modelos totalmente inalámbricos que funcionan con una batería recargable.
En cualquiera de los casos, una de las mejores maneras de sacar mejor partido de estos routers es contratar una tarifa aparte, que tengan su propia SIM con sus propios datos. Para ello, tendrás que buscar una tarifa con datos ilimitados o con una buena cantidad de datos, aunque pudiendo prestarle menos atención a las llamadas, o incluso puedes contratar una tarjeta prepago solo con los datos que vayas a necesitar.
A tener en cuenta para elegir uno
Como te hemos dicho, por lo general los routers 4G y 5G suelen ser de tres tipos: los dongles que se alimentan de un dispositivo conectado, los que tienen forma de router tradicional pero son más pequeños, que se conectan a la red eléctrica, y esos que integran una batería interna.
Por lo tanto, lo primero que debes hacer es decidir cuál de los tres formatos es el que necesitas, ya que dependiendo del uso que le quieras dar puede que uno venga mejor que otro. El enchufado a la corriente es perfecto para segundas residencias, el de batería para tus viajes con dispositivos que no sueles dejar fijos en un sitio, y el que coge la corriente de un portátil es útil para este tipo de ordenador.
Si vas a coger un router con batería, tienes que prestarle atención a la autonomía y que esta sea suficiente para las horas que lo vayas a utilizar. Siendo unos routers destinados a la movilidad, también te interesará que sea compacto y ligero, sobre todo si es algo que vas a llevar siempre contigo, y en estos casos también es importante que su carcasa sea resistente a golpes y caídas.
Por último, también es importante fijarte con qué tipo de redes es compatible, ya que las velocidades y latencias varían mucho entre 4G y 4G+, y si tienes posibilidad de coger uno 5G entonces la velocidad nunca será un problema, aunque posiblemente tampoco vayas a necesitar tanto en la mayoría de casos. Esto también depende de tu presupuesto y lo preparado para el futuro que quieras que esté.
En cuanto a qué router 4G o 5G coger, en este artículo de Xataka Selección tienes varias recomendaciones con los diferentes tipos de modelo que hay disponibles. Los precios pueden oscilar entre los 40 y los más de 10 euros dependiendo del modelo que quieras tener y de la conectividad que quieras que ofrezca.
También puedes utilizar un viejo smartphone
Realmente, existe un tercer camino que puedes explorar, y que realmente es un punto de encuentro entre las dos anteriores alternativas. Esto es, utilizar un viejo móvil como router para crear con él un punto de acceso al que conectarte con los otros dispositivos. No nos referimos a un viejo Nokia, sino a un smartphone.
Aquí, la parte positiva es que no necesitas gastar dinero en otro dispositivo, solo reciclar uno viejo, y que a la vez vas a liberar tu móvil principal y no gastar tanta batería en él. Además, un móvil siempre va a ser relativamente pequeño y fácil de utilizar.
Sin embargo, la parte negativa es que, al ser viejo, la velocidad de conexión que ofrece no es tan buena como la de un móvil más moderna, o que no gestione igual de bien múltiples conexiones como un router específico para crear WiFis desde una tarjeta SIM. Otro aspecto negativo puede estar en el desgaste que ya pueda tener en la batería este móvil, y que puede no ofrecer tantos tiempos de autonomía para tu red WiFi.
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