Cuando hablamos de ficciones sobre viajes en el tiempo, pensamos de inmediato en la pizarra de Doc Brown en ‘Regreso al futuro 2’ o en las palabras de un agotado Bruce Willis frente a su yo del pasado en ‘Looper’, precisamente quejándose de que al hablar de viajes en el tiempo tendemos a diagramas y flechitas.
Claro que hay aventurillas sobre alguien que viaja a una época que no es la suya, pero tendemos a asociar el sub-género a una sucesión de peripecias entrelazadas, una maraña donde la línea entre causa y efecto se difumina.
Y ‘Steins;Gate’ no es una excepción a esto último. Es sólo que lo hace tan bien, con unos personajes que llegas a querer y una trama, al más puro estilo japonés, capaz de mezclar géneros como quien se hace un batido de proteínas, ginebra y chocolate para ir al teatro.
Así que agarra un par de aspirinas, una pizarra bien grande y prepárate porque, querido lector… nos vamos a Akihabara. Intentaré no soltar destripes y, en caso de haberlos, estarán debidamente señalizados.
¿De qué va 'Steins;Gate'?
Rintaro Okabe es un estudiante universitario con un evidente problema con la realidad. Se ha autoproclamado científico loco y dice que su nombre verdadero es Kyouma Hououin: traducido, algo así como el fénix de una verdad malvada, ¡no muy alejado de lo que se espera de un científico loco!
Le gusta fingir que habla por el móvil con sus secuaces (incluso si está apagado), piensa que “la Organización” le espía y sabotea y en general tiene delirios de grandeza y paranoicos. En su Laboratorio de Artefactos del Futuro, un piso minúsculo en el barrio tecnológico de Tokio, Akihabara, hay otros dos miembros: su mejor amiga y “rehén”, Mayuri Shiina, y su amigo y súper hacker, Daru.
Un día de 2010 va a una conferencia sobre viajes en el tiempo y conoce a Kurisu Makise, una brillante científica de su edad e hija de una eminencia de la física. Más tarde, cuando presencia una tragedia y envía un mensaje de texto a Daru... todo cambia.
Y es que resulta que ha inventado lo que él llama un teléfono microondas (nombre provisional) que es capaz de enviar mensajes de texto al pasado: al avisar de la tragedia a Daru, ha cambiado la línea temporal y ahora ese evento traumático no ha sucedido. La ventaja es que tiene un poder, que él llama Reading Steiner, que le permite conservar los recuerdos a pesar de haber cambiado el pasado y con el que podrá orientarse cuando los juegos con el tiempo se salgan de madre.
¿Cómo funciona el artefacto? ¿Cómo puede meterse en problemas por algo, en principio, tan inocente como enviar SMS atrás en el tiempo? Y en base a esto, ¿por qué afirmar que es la ficción de viajes en el tiempo definitiva? Bueno, de entrada...
Tiene una base real
Podrías pensar que este epígrafe no es cierto y por eso es el primer punto que quiero destacar. Cuando digo que tiene una base real, no me refiero a, por ejemplo, los llamados “turistas temporales”, esa gente aparentemente contemporánea que de vez en cuando se descubre en fotos con más de un siglo de antigüedad. Me refiero a John Titor, un supuesto viajero temporal que se hizo famoso en foros de Internet en el año 2000 y que estuvo posteando hasta el 2001 (aunque luego siguió teniendo presencia en línea).
A lo largo de ese año, describe que viene del 2036, que primero viajó a 1975 y que está en el 2000 por motivos personales. Su objetivo es conseguir un IBM 5100, ya que este ordenador tiene una funcionalidad, en ese entonces conocida por muy poca gente, que le permitía emular sistemas de ordenadores más grandes y lo necesita para, entre otras cosas, solucionar el efecto 2038, que te explicamos en Xataka. La tecnocháchara sólo tiene cierto sentido, pero también algo de verdad y eso lo hizo un poco más creíble.
Por el camino, Titor suelta varias predicciones (una de las cuales acierta: que un hombre de color estaría en la Casa Blanca en el 2015), deja indicaciones para fabricar una máquina del tiempo, y explica el funcionamiento del viaje en el tiempo junto a varias teorías sobre universos múltiples.
‘Steins;Gate’ bebe mucho de esta historia, empezando por que el propio Titor es un personaje relevante, así como la búsqueda del IBM 5100 es parte central de la trama. También toma su explicación de mundos paralelos o los porcentajes de divergencia respecto a una línea de universo.
Interludio explicativo: líneas de universo y porcentajes de divergencia
Lo que Titor en la realidad y ‘Steins;Gate’ en la ficción se refieren a línea de universo es, por ejemplo, la realidad en la que vivimos nosotros. Pero hay otros universos, otras líneas, en las que hay variaciones de lo sucedido, a veces pequeñas y otras veces importantes, que a su vez convergen alrededor de grandes acontecimientos.
¿Suena lioso? Pues espera, que hay más. Imagina que escribo este artículo y se publica: ésta es la línea de universo original, A o 0%; si lo escribo, pero no se publica, estamos en la línea de universo B o 1%; si no lo escribo siquiera, estamos en la línea de universo C o del 2%.
Los porcentajes señalan la divergencia. Las líneas de universo parten y convergen en grandes acontecimientos a pesar de haber pequeñas diferencias entre ellas. Dentro de una cifra de porcentaje hay multitud de pequeñas variables, y sólo los cambios grandes hacen que dicha cifra sume un número entero.
En este vídeo, cuyos subtítulos traducidos automáticamente al español son bastante entendibles, se explica todo este lío y viene de la serie de animación de 'Steins;Gate'. O podemos seguir con mi ejemplo.
Si después de publicar el artículo me como un bocadillo de nocilla, estamos en el 0,02%, pero si me tomo un pulpo a la gallega, en el 0,045% (números al azar, para ilustrar la diferencia). Si lo escribo y no se publica, pero después me tomo el bocadillo de nocilla, estaríamos en el 1,02% y si simplemente me tomo el bocadillo de nocilla sin escribir una palabra, el 2,02%.
En la ficción, Okabe ha fabricado un dispositivo, el medidor de divergencia, que le permite saber en qué línea de universo se encuentra. Además, posee eso del Reading Steiner, que le permite mantener los recuerdos de una línea de universo a pesar de haber cambiado el pasado.
Concluyo la explicación: si estoy en la línea de universo C, viajo al pasado, me empujo a mí mismo a escribir el artículo y éste tiene la calidad suficiente como para que se publique, cambiaré a la línea de universo A, mis recuerdos cambiarán y no debería recordar no haberlo escrito. El poder de Okabe le permite retener esas vivencias.
Distintos modos de viajar en el tiempo y trastear con él...
‘Steins;Gate’ funciona también como un grandes éxitos sobre viajes en el tiempo y su manipulación. No se conforma con un sólo método, por lo que tienes metidos, en la misma ficción, varios.
Para empezar, está la manipulación del pasado mediante mensajes de texto. El artífice no se desplaza para intervenir, sino que lo hace de forma indirecta. Este método lo vimos, por ejemplo, en ‘Frequency’, aquella magnífica película de ciencia ficción (y luego serie cancelada) en la que un policía contacta con su padre, muerto hace treinta años, mediante un equipo de radio. También en la película ‘Sucedió mañana’ y la serie ‘Edición anterior’, en las que sus protagonistas reciben hoy el periódico del día siguiente y pueden evitar tragedias.
Luego está el viaje mental. Ésta es una de las formas más antiguas de viaje en el tiempo, en tanto que no requiere una base científica: puede ser un personaje que duerme tanto que acaba en el futuro ('Rip Van Winkle' de Washington Irving), la visita de fantasmas del pasado, presente y futuro ('Cuento de Navidad' de Charles Dickens) o un golpe fuerte en la cocorota ('Un yanki en la corte del Rey Arturo' de Mark Twain).
Al final, el modo más conocido para viajar en el tiempo es mediante una máquina. Por increíble que parezca, la primera máquina capaz de transportar en el tiempo a un ser humano es idea de un español. Enrique Gaspar y Rimbau en su novela 'El Anacronópete', describe una caja enorme y voladora capaz de ir adelante o atrás en el tiempo. Luego vendría H.G.Wells y 'La máquina del tiempo' y una larga tradición que culminaría en ingenios como el Delorean de 'Regreso al futuro'.
En su odisea, Okabe empieza usando mensajes de texto (que los miembros del laboratorio bautizan como D-mails, forma corta de Delorean Mail, en honor a la película de Michael J. Fox), y acaba pasando tanto por el viaje mental como mediante una máquina.
...así como de experimentar sus consecuencias
De la misma manera, cualquier manipulación del tiempo entraña ciertos riesgos y, para desgracia de los protagonistas de ‘Steins;Gate’, van a sufrir por ello.
Uno de los riesgos es el efecto mariposa. Cualquier acción, por nimia que sea, puede acabar teniendo repercusiones tremendas, algo que las ficciones sobre viajes en el tiempo avisan una y otra vez. El ejemplo más conocido, 'El ruido de un trueno' de Ray Bradbury, en el que un turista temporal, al pisar una mariposa en la era jurásica, acaba en un presente distópico. Una de las mejores adiciones a este efecto es el videojuego ‘Life is strange’, que lleva esta metáfora en la frente con letras de neón.
En ‘Steins;Gate’ este efecto se deja notar desde el principio, ya que el primer mensaje de texto que manda Okabe al pasado tiene ramificaciones inesperadas… y terribles. Más tarde, el efecto mariposa afecta a sus amigos cuando juegan con los D-Mails, si bien ellos no pueden recordar qué vivieron en el universo inalterado.
Intriga para darle emoción, drama para darle corazón
Todo esto quedarían como tragicómicas peripecias temporales si ‘Steins;Gate’ no tuviera corazón, si los personajes fueran planos y se hubieran limitado a desarrollar a Okabe, dejando al resto del plantel como secundarios coloridos.
No es así: cada uno tiene una historia que se ve afectada por el lío con los D-Mails, hasta el punto de que el protagonista sentirá como una puñalada cada manipulación en las vidas de sus amigos. Y tú con él, por supuesto.
El drama se potencia cuando se descubre que hay dos potenciales futuros desastrosos… y cada uno está ligado al destino de sus amigos. Lee el resto del párrafo bajo tu propio riesgo, porque se viene un destripe importante: Okabe tiene que elegir entre una línea de universo donde Kurisu está muerta y se produce una Tercera Guerra Mundial… y otra en la que inevitablemente muere su amiga Mayuri y el CERN (sí, la Organización Europea para la Investigación Nuclear ) ha creado una distopía.
No querría terminar este epígrafe sin resaltar un efecto narrativo igual al de ‘Guardianes de la galaxia’. ¿Recuerdas que las manías e inseguridades de Starlord estaban ligadas a los recuerdos de su madre o cuando se te detuvo el corazón al escuchar “Nosotros somos Groot”? Pues es lo mismo: se trata de cómo las frases y expresiones icónicas de Okabe esconden un significado profundamente emocional o terminan adquiriendo uno. Vamos, que cuando él achaca algo a “una decisión de Steins;Gate”, en ese instante puede que no signifique nada, pero más tarde será vital.
¿Dónde disfrutar de ‘Steins;Gate’?
‘Steins;Gate’ forma parte de un mismo universo narrativo, llamado Science Adventure, formado por varias novelas visuales japonesas (un videojuego que es una novela con imágenes y algunas animaciones bonitas) de las compañías 5pb., Nitroplus, y Chiyomaru Studio. Su primera entrega, relacionada tangencialmente, es 'Chaos;Head'.
Respecto a esta entrega en particular de la saga Science Adventure, empezó como exclusiva para Xbox 360 en Japón. En la mejor tradición de los chicos de Microsoft, dejaron escapar una franquicia millonaria como harían después con ‘Dead Rising’, ‘Bioshock’, ‘Mass Effect’, ‘Deadly Premonition’ y etcétera.
El videojuego fue adaptado a manga y más tarde a una serie de animación que, de hecho, sirvió para hacer una versión remasterizada del juego, ‘Steins;Gate Elite’, con diseños y escenas sacadas del anime. Los completistas encontrarán además otras pequeñas aventuras disponibles en PC.
Si te quedas con ganas de más, tiene una especie de secuela, ‘Steins;Gate: 0’ que desarrolla la vida de Okabe en una de las líneas de universo que evita y que no sólo incluye más juegos con el tiempo (y un glorioso episodio 21), sino que posee ideas interesantes sobre inteligencia artificial.
En España, los juegos se pueden adquirir para PC (en inglés), y para Nintendo Switch y PlayStation 4 están ‘Elite’ y ‘0’. Los mangas los ha editado Ivrèa. En cuanto a las series de animación, Selecta Visión se encargó de traer la franquicia y tanto ‘Steins;Gate’ como su secuela están en Netflix, mientras que la película de animación ‘Load Region of Déjà vu’ está en Filmin y Rakuten. También puedes encontrarlo todo en formato físico.
En resumen, si te atraen las historias con viajes en el tiempo, no puedes dejar pasar esta franquicia que ha sabido incorporar más de un siglo de tradición y crear una historia emocionante. Y si te gusta… sabrás que ha sido una decisión de Steins;Gate.
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