Los rumores que saltaron a los medios hace unos días han acabado confirmándose: Amazon ha comprado Metro Goldwin Mayer, una de las grandes majors de la historia de Hollywood, por la friolera de 8.450 millones de dólares. 4.000 películas y 17.000 horas de series, que suman más de 180 Oscars y 100 Emmys, forman parte ahora de las propiedades de la compañía de Jeff Bezos y, por extensión, del catálogo de Amazon Prime Video.
El listado de producciones de la compañía es prácticamente inabarcable: películas como 'Instinto básico', la saga 'Rocky', las 'Poltergeist', 'El Hobbit', 'Toro salvaje', 'Robocop', 'Thelma & Louise' las películas de la Pantera Rosa, y series como 'Fargo', 'The Handmaid's Tale' o 'Vikingos'. Aunque sin duda, la joya de la corona es la franquicia de James Bond, cuyos derechos ostentados férreamente por los descendientes del productor original de la serie son los que posiblemente han retrasado el anuncio. No hay películas, eso sí, anteriores a 1986 (quitando las de United Artists), que pertenecen... a Warner.
En la nota de prensa con la que Amazon ha hecho público el anuncio, afirma que "ayudará a conservar la herencia de MGM y su catálogo, y proveerá a sus clientes de un mejor acceso a estas piezas clásicas". Es decir, Amazon viene a afirmar abiertamente que estas películas y series clásicas pasan a engordar el catálogo de Amazon Prime Video, en un movimiento que alinea a la plataforma de streaming con Netflix, Disney+ y HBO, donde el fondo de catálogo tiene una importancia primordial.
Qué significa esta compra para Amazon
La potente inversión financiera (segunda más alta de la historia de la compañía, después de la compra por 13.000 millones de dólares de la cadena de comida orgánica Whole Foods) deja bien claro hasta qué punto este movimiento es financieramente esencial para Amazon. Este catálogo le permite no solo redifundir este amplísimo catálogo de películas en Prime Video, sino también producir secuelas y nuevas versiones de las franquicias arriba citadas. Series de televisión de 'Robocop' o James Bond, nuevas versiones de 'Poltergeist' y, cómo no, 'El Hobbit' como perfecto acompañamiento de esa nueva serie de 'El Señor de los Anillos'.
Esta compra se enmarca en una serie de demostraciones de fuerza para engordar catálogos a golpe de chequera que todas las plataformas están llevando a cabo en mayor o menor medida. Disney+ dio el pistoletazo de salida con la compra de Fox, cuyo fondo ya está incluyendo en su oferta a través de Star, pero es que WarnerMedia anunció hace apenas unos días que se fusionaba con Discovery. La competencia se endurece en contra de la indiscutible reina del streaming, Netflix, que invierte todo su poderío financiero en producciones propias.
Es importante subrayar el componente clave de James Bond en esta operación, y de hecho, la comunicación de Amazon deja bien clara su presencia dentro del trato. Por ejemplo, MGM trató de vender los derechos de distribución de 'Sin tiempo para morir' por 600 millones de dólares a Apple en plena pandemia, pero los productores de Bond, los Broccoli, no lo permitieron.
Es muy posible que el contrato de Amazon y MGM incluya una serie de cláusulas acerca de qué se puede y no se puede hacer con las películas presentes y futuras del agente secreto. Por ejemplo, sería muy raro que viéramos el estreno de la próxima película de 007 en exclusiva en Prime Video. Pero a la vez se abre la vía para spin-offs, secuelas más frecuentes y series de televisión de todo tipo. El mañana nunca es suficiente, pero en este caso, Goldfinger tiene los derechos de explotación.
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