La animación Marvel de los 90 llega a Disney+: por qué es una bomba de nostalgia millennial

Aunque aún no hay confirmación oficial por parte de Disney, las perspectivas son halagüeñas: buena parte de las series de animación basadas en personajes Marvel de los ochenta y noventa podrían llegar a la plataforma de la compañía, Disney+, de cercano lanzamiento en Estados Unidos y futura llegada a Europa. De hecho, ha sido desde el viejo continente donde se ha dado la voz de alarma.

El usuario de Twitter @gjkooijman de los Países Bajos, donde se está testeando el servicio en modo beta, ha encontrado en el catálogo de la plataforma unas cuantas series de animación de Marvel producidas entre 1979 y finales de los noventa. También ha detectado algunas series de imagen real que no se habían confirmado hasta la fecha como parte del servicio, como 'Runaways'

Vale la pena recordar que estos ejemplos, como el propio usuario recuerda, podrían estar o no en el resto de los países: por ejemplo, en Estados Unidos, a donde llega el servicio el 12 de noviembre, 'Iron Man 2' y 'Thor: El Mundo Oscuro' serán las únicas dos películas del MCU disponibles de salida. En los Países Bajos, sin embargo, tienen las películas casi al completo. Algo similar pasaría con la mencionada 'Runaways', 'Los Inhumanos', o 'Agentes de S.H.I.E.L.D.', emitidas originariamente por Hulu o ABC (en el caso de las dos últimas) y que sin duda estarán o no en la plataforma según los acuerdos de distribución de esos canales en cada país.

Pero, en cualquier caso, ¿a qué es debida tanta excitación con estas series de animación? Revisémoslas una a una, al menos las que ya han sido oteadas en los Países Bajos: al fin y al cabo las posibilidades de que se emitan en el resto de los territorios son altísimas, ya que sus derechos no están tan extraordinariamente disputados como el resto del catálogo de Disney+. Así animó Marvel las televisiones de los años noventa.

Spider-Woman (1979)

Fugaz producción de solo 16 episodios, y segunda producida por DePatie Freleng tras 'The Fantastic Four'. Aunque convivía con el Universo Marvel conocido de entonces, su origen no tenía nada que ver con Spider-Man: Jessica Drew era una chica mordida por una araña venenosa que era salvada por su padre con un suero arácnido que le daba superpoderes.

En el comic (que debutó muy poco antes, en 1978), el origen de sus poderes era similar, y tenían poderes comunes (una especie de rayos aturdidores), pero en la serie animada, Jessica puede volar, su traje aparece de la nada -con un girito, a lo Wonder Woman televisiva-, y tiene sentidos arácnidos y lanzamiento de redes de las que su contrapartida en papel carece. En la serie aparecieron conocidos Marvel como Dormammu, Kingpin o el propio Spider-Man.

Spider-Man (1981)

Esta serie sirvió como lanzamiento de Marvel Productions, succesora de DePatie-Freleng Enterprises. Solo duró 26 episodios, pero los resultados no están nada mal, aunque recuerdan más a la mítica serie de los sesenta que a posteriores encarnaciones animadas del Arácnido. La estética está modernizada con respecto a aquella y recuerda a las tiras de prensa del personaje que dibujaba John Romita.

La serie tiene las limitaciones propias de los superhéroes animados de la época (nada de violencia, el héroe no puede ser visto ni dando un pequeño puñetazo correctivo), así que prima la fantasía sobre lo urbano, pero el plantel de villanos es estupendo: Octopus, Doom (en la única linea argumental que persiste entre episodios, acerca de una rebelión popular en Latveria), el Lagarto, Black Cat y un largo etcétera.

Spider-Man and his Amazing Friends (1982)

En teoría, un cross-over con la serie del arácnido de 1981, y que hacía honor a la larga tradición del Hombre Araña de los team-ups o equipos ocasionales de héroes. Aquí el plantel fijo del equipo eran Iceman (miembro de los X-Men originales) y Firestar (inventada para la ocasión). Pero la serie continuó la tradición emparejándolos episódicamente con otros héroes de la casa como Capitán América, Thor, Iron Man o los X-Men de la época.

En realidad, la serie es un intento de Marvel de replicar el exitosísimo combo de héroes DC 'Super Amigos', de más de cien episodios, pero se quedó por el camino. Aunque la idea de incluir un héroe de nuevo cuño puede parecer desafortunada (en realidad, una decisión de última hora por un problema de derechos con el héroe inicialmente pensado, la mucho más tradicional Antorcha Humana), Firestar se convirtió en un icono camp muy querido por los fans, y acabó recalando en los comics de mutantes desde 1985.

X-Men (1992)

Toda una década sin series de animación Marvel tuvo que pasar para que llegara una de las más recordadas y añoradas de todo el pack, y sin duda la que tiene la cabecera y sintonía (obra de Ron Wasserman) más espectaculares. Pese a un dubitativo arranque, con dos episodios llenos de errores de animación y escenas eliminadas por falta de tiempo, la animación permaneció en manos del estudio surcoreano AKOM, responsables hasta la fecha de, entre otras cosas, más de doscientos episodios de 'Los Simpson'.

El equipo estaba inspirado en los X-Men de Jim Lee de la época, y lo componían Cíclope, Wolverine, Pícara, Tormenta, Bestia, Gámbito, Júbilo, Jean Grey, el profesor Xavier y el inventado para la ocasión Morph (basado en el Morfo de los comics). El invento duró 76 episodios y 5 temporadas, y a lo largo de los años se revisaron con gran acierto historias de los comics tan míticas como 'Fénix Oscura', 'Días del futuro pasado' o la saga de 'Apocalipsis'.

Iron Man (1994)

Dos temporadas y 26 episodios duró esta competente versión de 'Iron Man' que obtuvo merecidos e inevitables revivals y reposiciones con el arranque del MCU en cine. La característica más llamativa de esta serie, sin embargo, es la profunda diferencia entre las dos temporadas que le dieron forma: la primera es más aventurera, con historias autoconclusivas y villanos más tradicionales.

La segunda pasó a manos del estudio surcoreano Koko Enterprises, que apretó el acelerador en términos de agresividad (ya presente desde la propia cabecera) y planteó historias más largas y basadas no en los clásicos del personaje, sino en los arcos que se desarrollaban en esa época en el propio cómic. También se oscurecieron los temas, presentando a un James Rhodes, por ejemplo, que no podía entrar en el traje de Máquina de Guerra por ataques de claustrofobia. Por desgracia, las audiencias no acompañaron al giro.

Spider-Man (1994)

Sin duda la serie de animación más icónica del pack junto a los 'X-Men' de 1992, hasta el punto de que muchos de los villanos y secuencias de acción que se ven en ella siguen influyendo en las encarnaciones en imagen real del héroe. Su dinamismo y colorido y el ingenio de sus diseños, respetuosos con el pasado pero renovadores, siguen siendo un referente.

Lo cierto es que la serie es un auténtico festival para el fan: todos los secundarios y villanos clásicos del héroe están presentes, de Gwen Stacy a los Seis Siniestros, y abundan cameos de compañeros Marvel como los X-Men, los Cuatro Fantásticos, Punisher y un larguísimo etcétera. Se adaptan comics clásicos de Spider-Man con muy buen tino e incluso sagas en las que el héroe era solo un personaje más, como las míticas 'Secret Wars' de los ochenta.

Fantastic Four (1994)

De nuevo dos temporadas muy diferentes entre sí que suman 26 episodios, tal y como sucedió con 'Iron man', que se emitía junto a ésta en programa doble en televisión los fines de semana con presentaciones en audio de Stan Lee. En este caso, la tercera serie de los 4F llegó en un momento aciago de su turbulenta relación con el audiovisual: es el mismo año del no-estreno de la indescriptible versión en imagen real producida por Roger Corman.

En cualquier caso, aquí la primera temporada tomó como punto de partida aventuras publicadas en los comics en los años sesenta, con enemigos clásicos. La segunda tuvo argumentos y diálogos más maduros y sagas más largas, como el encuentro con los Inhumanos, que abarcó tres capítulos. También en esta segunda temporada el cuarteto se enfrenta a Ego el Planeta Viviente con la ayuda de Galactus.

The Incredible Hulk (1996)

La serie de Hulk sufrió el proceso opuesto a 'Iron Man' y 'Fantastic Four', que arrancó con unas aventuras más oscuras y violentas y fue infantilizada de cara a la segunda temporada (sumando 21 episodios). Esta incluyó la participación de She-Hulk y se tituló oficialmente 'The Incredible Hulk and She-Hulk'. El resultado en ambas temporadas, sin embargo, es un disfrute continuo para fans de la masa.

Buena parte de la riquísima mitología del coloso esmeralda, que por entonces llevaba años viviendo una fase estupenda en los comics gracias al guionista Peter David, aparece en esta serie injustamente no tan popular como las de Spider-Man o X-Men. El catálogo de secundarios es estupendo, con personajes hasta entonces inéditos como Doc Samsom, el Hulk Gris, el Líder o los Hulkbusters, entre otros.

Silver Surfer (1998)

La serie más arriesgada del lote no podía ser otra que 'Silver Surfer', dedicada a uno de los héroes galácticos más icónicos de Marvel, también con una accidentada historia de adaptaciones frustradas al cine. En este caso, la personalísima imaginería de Jack Kirby, creador del personaje en el papel, empapa cada plano de la serie, rebosante de colores planos, gestos melodramáticos, construcciones colosales y rayos cósmicos puramente kirbyanos.

La serie asumió riesgos notables al utilizar animación computerizada para personajes como Galactus, mientras que desplegaba todo un catálogo de personajes cósmicos de Marvel, como el Vigilante, Pip el Troll, Adam Warlock, Ego o Drax. El origen de Silver Surfer fue parcialmente cambiado para eliminar a los Cuatro Fantásticos de la ecuación y la serie fue cancelada tras una sola temporada y 13 episodios debido a problemas de derechos entre Marvel y Saban.

Spider-Man Unlimited (1999)

Una demencial versión renovada de Spider-Man reorientada a la ciencia-ficción, en parte debido a un conflicto entre Saban, estudio realizador de la serie y Marvel, que ya había llegado a un acuerdo con Sony por los derechos del personaje. Marvel impidió a Saban, por una parte, utilizar el material primigenio de los orígenes de Peter Parker y sus enfrentamientos clásicos, y por otra, crear (como llegó a plantearse en algún momento) una dimensión alternativa en la que el tío Ben no hubiera muerto.

Así que Saban envió a Spider-Man en un cohete, con un traje mejorado con tecnología robada a los Cuatro Fantásticos, al planeta de los simbiontes a enfrentarse a Venom y Matanza. Allí se ha instalado J.J. Jameson como héroe de una resistencia contra el villano de la temporada Alto Evolucionador. Un auténtico pitote, divertido y chifladísimo, que no impidió, incluso, presentar versiones sobrehumanas de Kraven, el Buitre, el Duende Verde o Electro.

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