El director y guionista de 'Joker 2' no quería una película de superhéroes, y Warner le dio carta blanca. No fue buena idea

Sueldazos, nada de pases previos, renuncia a DC... una avalancha de malas ideas para un pinchazo semi-anunciado

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Conforme pasan los días después de la debacle en taquilla de su primer fin de semana, comienzan a llegar datos sobre el tumultuoso proceso de producción de 'Joker: Folie á Deux'. Y esa historia no viene sembrada de los habituales problemas o desencuentros entre actores y directores, o interferencias de la productora. Más bien, de hecho, todo lo contrario.

Lejos del canon DC. La primera 'Joker' fue elogiada en su día por ser una película que plantaba ciertas raíces en la cosmogonía de la editorial DC (rasgos de la personalidad de su protagonista, ambientación en Gotham, aparición de Bruce Wayne), pero que a la vez se negaba a rendir pleitesía al mismo universo que las otras películas de Batman, con sus villanos extravagantes y sus aires góticos. La conexión con el universo DC de la secuela es aún más tenue, por expreso deseo del director Todd Phillips, y prácticamente se limita a la aparición fugaz del futuro Dos Caras, del que contemplaremos un origen apócrifo.

No se va, le echan. Este rechazo al universo DC ha llevado a unas muy publicitadas tiranteces entre Phillips y James Gunn, arquitecto del futuro relanzamiento fílmico del sello. Phillips afirmó que esta película era la última que hacía para DC y Gunn se apresuró a decir que, para empezar, nunca lo fue. Es el motivo por el que no aparece el logo de DC Studios en los créditos. Y, posiblemente, también el motivo por el que Gunn y su socio Peter Safran no se dejaron ver por la fiesta de estreno en Los Angeles de 'Joker: Folie á Deux', por donde sí apareció muy ufano el CEO de Warner, David Zaslav.

Mano dura es lo que hace falta. El apabullante resultado comercial de 'Joker' (película calificada 'R' más taquillera de la historia hasta la llegada de 'Deadpool y Lobezno', y primera con esa calificación en superar los mil millones de dólares de recaudación) garantizó a Todd Phillips carta blanca para plantear su secuela. Eso le permitió cerrar las puertas a las interferencias de Gunn y Safran, que supervisan todos los proyectos vinculados a DC. Está claro que Phillips quiere distanciarse de un cine con cada vez peor fama, el superheroico, pero la pregunta está en el aire: ¿habría gustado tanto 'Joker' si su protagonista no fuera, bueno, el Joker?

Directo al corazón. El posible problema comercial de 'Joker: Folie a Deux' no es que no pertenezca al universo DC, sino que su forma de procamarlo a los cuatro vientos es "traicionando" a toda la base de fans que encumbraron la primera película. En su discurso final en la secuela, Joaquin Phoenix clama que el Joker no existe, que solo quiere ser Arthur Fleck, lo que genera un abandono masivo por parte de sus fans en la ficción, que le dejan a su suerte en el juicio. Un abandono que ha tenido un indiscutible paralelismo en la vida real, donde los fans no se han visto identificados con el mensaje de la película y han abandonado la taquilla.

Poder absoluto. Según cuenta Variety, Phillips solo rendía cuentas con los productores de la película Michael De Luca y Pamela Abdy, flamantes jefes del departamento de películas de Warner desde verano de 2023, y que aprobaron con éste su primer proyecto. De ese modo, Phillips quería distanciarse del aliento superheroico de DC. Algo debía de oler mal desde dentro, ya que el CEO, Zaslav, llegó a reunirse en persona con Phillips para pedirle que redujera el presupuesto. Una forma de ahorrar un 20% habría sido rodar en Londres, pero el director se negó a salir de Los Angeles. Zaslav tampoco veía claro el estreno en Venecia, pero Phillips quería repetir el camino que siguió la primera película.

Nada de pases de prueba. Los pases de prueba son un trámite a menudo doloroso para los creadores de Hollywood, que ven sus proyectos sometidos a abundantes recortes por culpa de malos resultados en estos pases. Phillips se negó a hacerlos, y Warner llegó a justificarlo diciendo que no querían filtraciones. Una excusa, cuando menos, peculiar: las películas de Marvel, por ejemplo, son mucho más sensibles a los spoilers, y todas pasan por el mal trago de los pases de prueba. Y son un buen termómetro para anticiparse a la opinión del público.

Altos sueldos, productores fuera. Nos preguntábamos cuánto había cobrado Todd Phillips por este bolo, y ya lo sabemos: 20 millones de dólares, tanto como la estrella de la película. Sumado a los 12 que se ha embolsado Lady Gaga, entre los tres suman más de una cuarta parte del presupuesto. Por cierto, un viejo conocido de Gaga, Bradley Cooper, no repite como productor, papel que cumplió en la primera 'Joker'. Hay voces en Warner, de nuevo según Variety, que hablan de que su singular instinto comercial no habría permitido que la película descarrilara de esta manera.

Tiempos abruptos para Warner. Paradójicamente, Warner acaba de rubricar uno de los mayores éxitos del año, la espléndida 'Bitelchús Bitelchús', que no borra del mapa tropiezos previos como 'Furiosa', 'Aquaman y el Reino Perdido' o 'El color púrpura'. La compañía está pasando por un 2024 que es una auténtica montaña rusa, pero la desintegración de una franquicia tan valiosa como 'Joker' es un golpe especialmente duro. En ese sentido, el analista Jeff Bock la compara con 'Speed 2': un éxito inesperado, una secuela impredecible, un fracaso de taquilla, y ahora... ¿alguna carrera que sufrirá los efectos del pinchazo?

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