'Spider-Man: No Way Home' ya tiene una amortizadísima carrera comercial e todo el mundo. Poco antes de Navidad hablábamos de una recaudación inicial de 260 millones de dólares en Estados Unidos, un fin de semana solo superado por el histórico estreno de 'Vengadores: Endgame'. En un día superó las recaudaciones de todas las películas estrenadas durante los últimos meses, y la cosa no ha hecho sino crecer: 1.800 millones de recaudación, record absoluto de 2021, de Sony Pictures y sexta película más taquillera de la historia. Pero faltaba la importante taquilla China.
China no quiere Spider-Man. Las autoridades chinas tienen un problema con el clímax de la película. Según informa nextshark, aparece de forma demasiado preeminente la simbólica Estatua de Nueva York, aunque en este caso porte un escudo del Capitán América (incluso puede que empeore la situación, bien visto). China ha solicitado a Marvel que la elimine (después de rebajar la petición original de que se eliminara por completo el climax) o, al menos, que se atenúe su importancia en planos de "excesivo patriotismo".
Pero el coste de retocar tantos planos habría sido demasiado elevado, y Marvel prefiere no estrenar en China. Coste de la negativa en pérdidas: entre 170 a 340 millones de dólares en ventas. Marvel deja atrás, así, unas sustanciosas posibilidades de taquilla, sobre todo teniendo en cuente lo que recaudaron las anteriores entregas en China: 'Spider-Man: Homecoming', recaudó alrededor de 117 millones de dólares en 2017 y 'Spider-Man: lejos de casa', 204,9 millones.
Por qué la taquilla de China sigue siendo importante. Lo fundamental para el negocio de la taquilla en China es algo que lleva siendo bien sabido y asimilado como parte de las estrategias de explotación de Hollywood desde hace unos cuantos años. El caso de 'World of Warcraft', película prácticamente desconocida en Estados Unidos y Europa pero bombazo de taquilla en China (47,7 millones de recaudación en Estados Unidos, 386,3 en el resto del mundo) es el ejemplo clásico para contrastar la necesidad de prestar atención a ese mercado.
Y aunque Marvel no va a ceder con 'Spider-Man: No Way Home' a las cada vez mayores exigencias de China, desde luego no se puede decir que en Estados Unidos no estén atentos a los condicionantes. Por sus características y también por los gustos del mercado chino (que lleva impreso a fuego el ADN del cine de acción, e inyectan secuencias acrobáticas hasta en dramas románticos de tercera), sucede especialmente con el cine de acción: repartos parcialmente asiáticos, viajes argumentalmente justificados a China, product placement de marcas de allí...
Que nadie se moleste: ... y del mismo modo, también se recortan o directamente se eliminan secuencias o alusiones que podrían resultar ofensivas para el público chino o para su muy susceptible gobierno. Por supuesto, se podan las alusiones racistas, pero también las referencias conflictivas a los dirigentes chinos y su política interna y externa.
Por ejemplo, el virus que desencadena la plaga zombi de 'Guerra Mundial Z' pasó de ser chino a ruso. Una escena de borrado de memoria de unos peatones chinos en 'Men in Black 3' fue eliminada porque podía entenderse como una referencia velada a la censura del país. Y el guión del remake de 'Karate Kid' (allí, 'Kung Fu Kid') fue modificado para que los niños chinos que atacan al protagonista no pareciera que lo hacían sin provocación previa.
Los inesperados efectos de la pandemia. Sin embargo, y aunque en 2017 se andaba pronosticando que China se convertiría sin dificultad en el mercado cinematográfico más importante del mundo, algo que pareció corroborarse en 2020, cuando por primera vez la taquilla de China superó a la estadounidense, quedaba por llegar un invitado a la fiesta: el COVID. La pandemia obligó a cerrar cines de todo el mundo y catapultó de forma inesperada el uso del streaming doméstico, acelerando una situación que ya estaba incubándose desde hacía años.
Ese año cerraron las salas de todo el mundo, y estrenos esperadísimos como la última entrega de 'Mission: Impossible' (que aún está en post-producción) o la despedida de Daniel Craig como James Bond (que se estrenó hace unos meses) se retrasaron. Las pérdidas se multiplicaron, los estudios tomaron medidas extremas y China adelantó a Estados Unidos en 2020 gracias a ingresar 2500 millones de euros: sí un 68% menos que en 2019, pero lejos de la caída del 80% que experimentó EEUU.
Esto se debe a que China consiguió contener el virus con más rapidez y efectividad de lo que lo hizo el resto del mundo. Centros comerciales, grandes almacenes y calles principales volvieron a abrirse con relativa rapidez, y a finales de año habían recuperado el aforo máximo en los cines. En 2020 las restricciones a los estrenos extranjeros limitaba su número a 34, y a un porcentaje de ingresos del 25% de la taquilla. La mezcla de proteccionismo y gestión de la pandemia catapultó las cifras, pero aún quedaba un último giro en la situación.
Regreso complicado. Desde hace aproximadamente un mes, China ha vuelto a la casilla de salida: mientras el resto del mundo iba recuperando la normalidad, ciudades tan importantes como Shanghai permanecían bajo un encierro casi absoluto. Alrededor de 500 casos confirmados por esas fechas y, solo unos días más tarde, un solo caso grave de COVID eran cifras oficiales que sonaban casi a chiste comparado con lo que se ha vivido en el resto del mundo, pero lo cierto (y dejando de lado la veracidad o no de las cifras oficiales) servían para mantener confinadas a 26 millones de personas... y los cines cerrados.
Y por eso, desde hace un par de semanas, la taquilla china bate records a la baja. El encierro, la ausencia de estrenos de importancia (y la cosa no va a cambiar... por culpa de la Estatua de la Libertad, porque la última 'Animales fantásticos' ya viene arrastrando una taquilla floja en Occidente) y las restricciones al cine de Hollywood no están ayudando. Y aunque la situación apunta a que poco a poco se va a ir restaurando la normalidad, las excelentes cifras cosechadas en 2020 no van a repetirse de momento.
Por eso, quizás Marvel no debería preocuparse de esos entre 170 y 340 millones de dólares en ventas que pierde saltándose el mercado chino. El gigante asiático no es lo que era, al menos en términos de necesidad de atención por parte de Hollywood. La situación pandémica ha dado tantos giros al statu quo de la distribución cinematográfica que es complicado predecir en qué dirección irá a continuación, pero quizás la preeminencia asiática no esté tan clara como hace unos pocos años.
Ver 20 comentarios