Algunos aficionados al cine celebran la llegada de una nueva película de Christopher Nolan como un auténtico acontecimiento. Se lo ha ganado a pulso. Muchos cinéfilos lo adoran, mientras que otros defienden que, en realidad, su cine no es para tanto. En cualquier caso, cuando menos es justo reconocer que la complejidad argumental de algunas de las películas de este director británico ha propiciado debates muy interesantes.
Lo han hecho 'Memento', 'Interstellar' o 'Tenet'. Y, sobre todo, lo ha logrado 'Origen' (Inception). En el estelar reparto de esta película de 2010 intervienen Leonardo DiCaprio, Joseph Gordon-Levitt, Marion Cotillard, Tom Hardy, Cillian Murphy, Elliot Page o Michael Caine, entre otros actores, aunque, en mi opinión, su principal atractivo reside en un hilo argumental extraordinariamente original y también inusual e intencionadamente complejo. Tanto, de hecho, que su final ha dado lugar a la elaboración de teorías variopintas.
Por qué Nolan ha decidido explicar el final de 'Origen' precisamente ahora
Antes de seguir adelante me veo en la obligación de anticiparos que a pesar de que en este artículo no vamos a indagar con detalle en la trama de 'Origen' necesitamos explicar algunas partes de su argumento, por lo que quizá los lectores que todavía no la habéis visto prefiráis darle una oportunidad antes de seguir leyendo. Dicho esto es importante que recordemos que la idea central de esta película coquetea con la posibilidad de acceder a los sueños de una persona bien para descubrir información que le pertenece en exclusiva, bien para implantar en ellos ciertas premisas.
Dom Cobb, el personaje interpretado por Leonardo DiCaprio, es un prófugo buscado por la justicia estadounidense debido a su supuesta responsabilidad en la muerte de su esposa. Cobb es un consumado experto capaz de infiltrarse en los sueños de otras personas utilizando un dispositivo de alta tecnología, una habilidad que le lleva a dirigir un equipo al servicio de un magnate japonés y a verse involucrado en un conflicto entre dos grandes empresas rivales.
No es necesario que indaguemos mucho más en el argumento de esta película, pero hay un ingrediente esencial en el que aún no hemos reparado: la autenticidad de los sueños es tal que los soñadores necesitan recurrir a un objeto en particular conocido como tótem para ser capaces de identificar si las experiencias en las que están participando en un momento en particular son reales, o, por el contrario, forman parte de un sueño. Precisamente la complejidad de esta película reside en la dificultad que tenemos los espectadores para descubrir si lo que estamos viendo es real o solo es una manifestación del mundo onírico.
Este dilema queda exacerbado justo al final de la película en un momento en el que el tótem de Cobb, que no es otro objeto que una sencilla peonza, permanece girando en una secuencia final que se interrumpe de forma abrupta sin permitirnos confirmar si el movimiento giratorio de este objeto se ve o no interrumpido. De ser así lo que estamos viendo, el reencuentro de Cobb con sus hijos, será real; de lo contrario solo formará parte de un sueño. Nolan ha explicado la intención de esta secuencia hace unos pocos días durante una entrevista en Wired:
"El final de 'Origen' es exactamente así. Hay una visión nihilista de esa conclusión de la trama, pero también [Cobb] ha seguido hacia delante y está con sus hijos. La ambigüedad no es emocional. Se trata de una ambigüedad intelectual dedicada a los espectadores. Es curioso, pero creo que hay una relación interesante entre los finales de 'Origen' y 'Oppenheimer' que merece la pena explorar. 'Oppenheimer' tiene un final complicado. Sentimientos complicados".
Nolan mantiene la postura que ha adoptado desde que 'Origen' llegó a los cines y nos invita a los espectadores a decidir cómo debemos resolver esa pretendida ambigüedad. No obstante, su explicación más reciente es probablemente la más clara que nos ha ofrecido hasta ahora. En cualquier caso, resulta inquietante que compare el final de 'Origen' con el de 'Oppenheimer', que llegará a los cines españoles el próximo 21 de julio.
A priori la trama de ambas películas no tiene absolutamente nada que ver ('Oppenheimer' describe las circunstancias reales en las que se desarrolló el Proyecto Manhattan que dio lugar a la fabricación de las primeras bombas atómicas). Sea como sea será interesante averiguar qué comparten el final dedicado a Dom Cobb, el personaje ficticio interpretado por DiCaprio, y el de Robert Oppenheimer, el científico real encarnado en la gran pantalla por Cillian Murphy. Muy pronto saldremos de dudas.
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