'Origen' de Christopher Nolan, catorce años después de su estreno, sigue siendo una de las películas más queridas y mejor valoradas de Christopher Nolan. Uno de los motivos es que su mecanismo de relojería está tan lleno de detalles que sigue proporcionando pistas y recompensas visuales al espectador. Una de las más conocidas es el uso de la canción 'Non, Je Ne Regrette Rien' de Edith Piaf, y que suena cuando los protagonistas están a punto de abandonar un sueño. Su letra también es un recordatorio de muchos de los temas de la película, como la imposibilidad del protagonista de dejar en el pasado a su mujer.
Consciente de la importancia de la canción, Hans Zimmer la usó para su banda sonora, tal y como contó en The New York Times. Tomó un compás de la canción y manipuló dos notas: "Tuve que extraer esas dos notas de una grabación. Me encanta la tecnología, así que me divertí mucho sacando el máster original de los archivos nacionales franceses. Y luego tuve que encontrar a algún científico loco en Francia que sacara esa única célula del ADN".
Zimmer cuenta que "toda la música de la partitura son subdivisiones y multiplicaciones del tempo del tema de Édith Piaf. Así que podía deslizarme en medio tiempo; podía deslizarme en un tercio de tiempo. Todo podía ir a cualquier parte. En cualquier momento podía caer en otro nivel de tiempo". Es decir, que no solo el argumento y las pistas visuales recalcaban la importancia del tema (ojo si no a su aparición final, que reformula el sentido de la conclusión), sino que la banda sonora lo sugería de forma no directa.
De hecho, la canción era tan importante para Nolan que su presencia casi entra en conflicto con Marion Cotillard, que da vida a Mal. La actriz había interpretado a la propia Piaf en 2007, en la película francesa 'La vida en rosa', antes de llegar a 'Origen'. Aunque la canción estaba en el guion desde su primera versión, Nolan se planteó eliminarla por esta coincidencia, pero Zimmer le convenció de que la dejara después de toda la manipulación a la que la había sometido en la banda sonora.
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cuspide
Desde las primeras notas de un Bösendorfer, Zimmer nos mete en el sueño de Time, que crece con las cuerdas hasta lo más intenso del viento metal. Cuando la peonza va dejando de girar, la música se apaga y el piano vuelve a acompañarnos al mismo lugar en el despertar.
Agradezco estos artículos, las BSOs son piezas fundamentales que también narran la historia y tienen mucho más ingenio detrás de lo que parece.
De Nolan, también merecería un artículo Oppenheimer y la BSO de Göransson, por un ritmo casi "nuclear" que transmite ciencia por todos lados. Y tantas, pero tantas otras con significados tan bien trabajados...
Pixeliano
Nolan y Zimmer, parejas que cuando se juntan, sabes que solo pueden salir cosas espectaculares.
Eagle
Menudo fenómeno es Zimmer. La dedicación y el detalle que le pone a cada BSO que compone lo convierten en uno de los mejores creadores de BSOs que haya oído en mi vida.
davicito.com
"...casi entra en conflicto con Marion Cotillard..." no veo el por qué...