Uno de los "mantras" que a mí más me rechinan cuando hablamos de series, películas y demás, es el que pretende hacer la relación entre calidad y espectadores. A lo largo de la historia de la televisión surgen muy buenas propuestas que, por algún motivo, no logran captar al gran público a pesar de su clara calidad. Una de las heridas del fandom de toda la vida fue 'Firefly', creada por Joss Whedon y que duró once episodios en antena.
Si bien esta semana ha estrenado Netflix la segunda temporada de 'Daredevil', no es la única serie que ha llamado la atención a los amantes de las series: el martes la plataforma ponía a disposición del público español los catorce episodios de 'Firefly', emitidos originalmente por FOX en 2002 (no llegó al año nuevo). Es la primera vez que la serie llega a España.
'Firefly' es un space western ambientado en un sistema estelar en el año 2517. El capitán Mal Reynolds (Nathan Fillion), antiguo combatiente de guerra, lidera la variopinta tripulación de la Serenity, nave de tipo "firefly" dedicada al contrabando. A su lado están Zoe (Gina Torres), la segunda de a bordo; Wash (Alan Tudyk), el piloto; Jeyne (Adam Baldwin), mercenario; Inara (Morena Baccarin), meretriz y Keylee (Jewel) la mecánica. Al ya de por sí coral reparto se le unirá Simon (Sean Maher), médico; su hermana River (Summer Glau), que ha sufrido experimentos a manos de la Alianza y Derrial (Ron Glass), pastor cristiano.
Derrotados desde el comienzo
Es curioso el paralelismo que se ve entre la idea y tema de 'Firefly' y los problemas de desarrollo y producción que tuvo Joss Whedon para sacar adelante la serie. El western espacial está inspirado en los derrotados de las guerras, concretamente los de la Guerra de Secesión estadounidense por los que el creador se interesó tras la lectura de 'Ángeles Asesinos', de Michael Shaara.
De ahí que nos encontremos con un grupo de forajidos, de rechazados, vagando por el espacio visitando colonias que bien podrían haber sido de colonos norteamericanos del salvaje oeste. Los protagonistas de 'Firefly' son personas derrotadas, a las que la Serenity les da una oportunidad de escape. La serie habla de sobrevivir, que el sufrimiento no destruye y quizás por eso 'Firefly' ha sobrevivido.
Ya a la hora de grabar la serie Whedon luchó por que se emitiera en formato 16:9, que por aquel entonces no era todavía el estándar televisivo, y FOX se negó. Aún así Whedon decidió rodarla así y crear dos másters: una en el formato estándar 4:3 y otra en 16:9 cara a un eventual lanzamiento en DVD.
A FOX no le gustó demasiado el piloto, por lo que 'Train Job', el segundo episodio, fue el encargado de abrir la serie en su emisión semanal. Episodio que se encargó de reintroducir a los personajes, pero sin obviar demasiado lo ocurrido en el piloto, que sería, precisamente, el último episodio emitido antes de su cancelación en diciembre.
El salto de episodios y el estilo "independiente" que caracteriza a Joss Whedon y a Tim Minear (showrunner de la serie), con su estilo de cámara en mano asemejándose al documental, no terminó de convencer a la audiencia congregando a un premedio de "solo" 4.7 millones de espectadores. Dato que hoy haría que los ejecutivos saltasen de alegría pero que por aquel entonces eran muy pobres.
Los Browncoats al rescate
Que los fans podemos llegar a ser muy pesados es un hecho. Pero sin fenómeno fan probablemente la serie hubiera quedado en el olvido. 'Firefly' tuvo una gran base de aficionados: los browncoats. Llamados así por el uniforme de la facción que buscaba independizarse de la Alianza al que pertenecieron Mal y Zoe. Gracias a su incansable campaña en diciembre de 2013 FOX se decidiría a editar el DVD de la serie completa.
No sólo eso, sino que dos años después este movimiento fan logró que, a falta de que la serie regresara, Universal diera luz verde a la película secuela 'Serenity' que, al contrario que con la serie, recibió críticas algo mixtas tirando a malas.
Un esfuerzo que, por cierto, no pasó desapercibido y al año siguiente los propios fans realizaron 'Done the Impossible', un documental que según sus creadores trata del "auge, caída y renacimiento de la serie de culto 'Firefly' contada desde el punto de vista de los fans que ayudaron a salvarla".
Y su labor no ha terminado. Los browncoats no han dejado de pedir el rescate de esta serie, y usan tanto las buenas ventas de los DVDs como la buena acogida que parece haber tenido en Netflix USA (que lleva desde 2011) como argumentos para reivindicar su rescate. Eso sí, ya ha aclarado Reed Hastings, CEO de la plataforma de streaming, que no es una opción.
El éxito póstumo de 'Firefly' se explica gracias al boca a boca aumentado por internet, amén de su calidad. El DVD fue, además, clave a la hora de expandirse fuera de las fronteras estadounidenses, ya que su distribución televisiva era prácticamente inexistente en el terreno internacional, mientras que 'Serenity' sí se estrenó en varios países.
'Firefly' es una serie que ha sobrevivido al olvido gracias a haberse establecido como serie de culto. El ser además una serie de Joss Whedon, que ya de por sí consiguió antes de crear este drama una buena base de fans gracias a 'Buffy', ayuda a que cada vez más gente conozca una serie de ciencia ficción que quizás no encontró su publico hace catorce años, pero hoy lo tiene.
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