He visto 'CSI: Cyber' para que tú no tengas que hacerlo

Me llamo Avery Ryan. Fui víctima de un cibercrimen. Como tú, yo publicaba en redes sociales, comprobaba el saldo de mi cuenta online, e incluso mantenía los archivos confidenciales de mi consulta de psicología en mi ordenador. Entonces me hackearon y, como resultado, uno de mis pacientes fue asesinado. Mi investigación de su muerte me llevó hasta el FBI, donde me uní a un grupo de ciberexpertos para una guerra contra una nueva generación de criminales que se esconden en la Deep Web... Infiltrándose en nuestras vidas como nunca nos imaginaríamos... Sin cara... Sin nombre... Fisgando en nuestros dispositivos, a tan sólo una pulsación de teclado.

No se puede decir que 'CSI' sea una serie demasiado fiel a las nuevas tecnologías. A fin de cuentas, son los inventores del "amplía, amplía, que todavía se verá mejor". Por eso cuando la CBS anunció sus intenciones de crear una franquicia centrada en crímenes cibernéticos, a muchos nos dio miedo. ¿Optarían por hacer una aproximación más o menos fidedigna al mundo de los crímenes en Internet o volverían a repetir lo que hasta ahora ha ocurrido con todos los 'CSI'? Si has leído el texto anterior, que dice la protagonista al comienzo de cada capítulo, ya sabrás por dónde irá la cosa.

'CSI: Cyber' es muy mala. Claro, conciso y sin rodeos.

'CSI: Cyber' es una serie mala. Muy mala, y no únicamente por las barbaridades tecnológicas que se ven en algunas escenas, aunque sobre eso hablaré más tarde. Ahora nos quedamos con lo primero: la mala representación de Internet y las nuevas tecnologías en general que se ve en pantalla.

Antes de comenzar el análisis, un breve resumen de su argumento. Avery Ryan es la líder de un equipo del FBI especializado en nuevas tecnologías, que a su vez tiene un oscuro pasado relacionado con un hackeo... (primer cliché). El músculo de su unidad es el agente Mundo, además de trabajar con el hacker experto con barba, gafas y sobrepeso, y con la chica de laboratorio con el pelo de color raro (cliché, cliché y cliché). Al grupo se une un nuevo hacker al que han pillado haciendo maldades y ponen a trabajar para los buenos (¿adivináis? cliché de los gordos).

Viendo el opening de la serie, podéis haceros a una idea del nivel que estamos hablando:

¿TecnoQUÉ?

SPOILERS DEL PRIMER CAPÍTULO A PARTIR DE AQUÍ:

En el capítulo, el equipo investiga el secuestro de bebés que utilizan un determinado modelo de cámara para bebés. Lo extraño del caso es que se escuchan voces extranjeras a través de la cámara, y esto sirve de punto de partida para la investigación que, al final, acaba destapando una trama internacional de secuestro y subastas de bebés. Ojo a la moraleja del caso, según explica resignado uno de los agentes:

"Pobres padres. Compran una cámara para bebés para proteger a su hijo y eso es lo que hace que le secuestren. Es horrible"

Dejando las generalidades a un lado, os presento una lista de las "maravillas" tecnológicas que nos encontramos en el episodio piloto de 'CSI: Cyber':

  • Un programa al que metes un código y te señala en verde la parte buena y en rojo el malware que lleva incluido.
  • Éste se puede "comprar online por 40 dólares" y cualquiera "con medio cerebro" puede usarlo, dice el hacker del equipo de un programa espía sofisticado.
  • ¿Una huella dactilar? Sácale una foto con tu teléfono y al instante te devolverá de quién es.
  • Con un par de clicks, son capaces de encontrar el único bar de la ciudad donde se esconden los sospechosos. Y esto no es tecnológico, pero ojito a la escena: "van a buscar sitios altos".
  • Nada de consolas negras con texto blanco, aquí todo es visual, con grandes carteles de "alarma", "peligro" y similares.
  • Traductores de voz en tiempo real que son capaces de escuchar, traducir y reproducir lo que dice alguien en otro idioma con una perfecta entonación, precisión y pronunciación. ¡Chúpate esa, Skype!
  • El técnico que se va enchufando a los servidores de una compañía para analizar su código fuente sobre la marcha, como el cocinero que va probando de plato en plato con una cuchara.
  • Hackers super-inteligentes a los que pillan porque han usado su IP real.
  • El malo que se tatúa en el cuerpo su contraseña de 20 caracteres, porque eso de desnudarse y mirarse al espejo cada vez que usas el ordenador es lo más cómodo que existe.
  • Otro malo que se lleva una tarjeta SD con las pruebas que le incriminan y la guarda en una cajita en el bolsillo, no vaya a ser que la vean y le culpen.
  • Y, lo mejor, para el final: las autopsias remotas con hologramas. No, no me lo he inventado.

SPOILERS DEL SEGUNDO CAPÍTULO A PARTIR DE AQUÍ:

En los siguientes dos capítulos, y si bien parece que relajan un poco el discurso tecnológico, también hay despropósitos de todo tipo. En el segundo, un "hacker" utiliza una Raspberry Pi para "hackear" una montaña rusa, matando a varias personas en el intento. La Raspberry, que conecta al ordenador que controla la atracción, tiene cómo no un receptor Bluetooth con una luz azul parpadeante ("blue", "azul",...) que ayuda a los buenos a localizar el módulo rápidamente.

"Esta placa base es nuestra arma del crimen", ¡tachán!

Pero hablan de la Raspberry Pi, ¿no es bueno que estén dando a conocer esas iniciativas a la gente menos tecnológica? Bueno... es que no lo pintan así exactamente. Uno de los personajes dice que lo utiliza para controlar todos los aparatos electrónicos de la unidad ¿? y le explica a otro (con un discurso que se nota a kilómetros que el actor ha memorizado para decir del tirón) en qué consiste:

- "¿Estás listo para la parte que da más miedo? Un ordenador de una única placa como éste puede comprarse online por 50 dólares. Con instrucciones capaz de hacer todo lo que acabas de ver."
- "Pero tiene que ser mucho más difícil hacer chocar una montaña rusa que gastar bromas con un ascensor."
- "En realidad, no. El código es muy similar y es tan fácil que hasta un niño de 9 años podría hacerlo"

Al final resulta que el asesino es un usuario de la Deep Web que quiere demostrar al administrador de un foro gore que tiene lo que hay que tener para ser miembro del mismo. Otra escena para el recuerdo: cuando uno de nuestros polis cibernéticos se hace pasar por el administrador y chatea con el asesino. El administrador real le descubre y le "expulsa" de su web con un pantallazo azul (¿?) que le deja frito el ordenador. Cosas de hackers, ¿verdad?

Los hackers de 'CSI: Cyber' dedican gran parte de su tiempo a diseñar interfaces llamativas

SPOILERS DEL TERCER CAPÍTULO A PARTIR DE AQUÍ:

En el tercer episodio, un tipo asesina haciéndose pasar por conductor de una app tipo Uber. He de reconocer que me sacaron una sonrisilla cuando el CEO de la empresa repitió su discurso de "nosotros sólo ponemos en contacto a pasajeros con conductores" y cuando en un momento sospecharon de un taxista. Al menos hay que reconocer que algo miran a la actualidad.

Dejando de lado "hackeos" rápidos (ojo a la animación del firewall recibiendo intentos de intrusiones y repeliéndolos como si fueran pelotas de tenis) y filtros milagrosos (en un par de clicks son capaces de localizar a todos los clientes de Uber que están en uno de sus coches, que utilizan tarjetas prepago y que han comprado su teléfono hace menos de tres horas... ¡magia!), también hubo algún que otro discursito adoctrinador, en este caso del jefe del equipo:

"¿Sabéis? ZoGo ha hecho socialmente aceptable el subirse a un coche con un extraño. Por lo menos los taxis están regulados. Hay una responsabilidad, pero no ocurre lo mismo con esta aplicación. Cuando entras en un coche, estas jugando a la ruleta rusa".

Ahí queda eso.

Más allá de los fallos tecnológicos, la serie es mala

Además de los clichés y de las meteduras de pata tecnológicas, todo lo demás está forzado. Intentan generar una sensación de peligro inmediato constante que cansa al espectador ("el asesino mata siempre a las XX, y quedan veinte minutos" o "el tren se va a estrellar, hay que pararlo") que no encaja con la paciencia, la dedicación y el tiempo que debería llevar una investigación forense de este tipo en la realidad.

Y oye, por si en algún momento te olvidas de que esto es 'CSI: Cyber', constantemente te lo recuerdan con efectos visuales generados por ordenador y pantallas, muchas pantallas que muestran código en verde moviéndose rápidamente. Las confesiones ya no las toman en directo, sino que las leen de una tablet, que es más cool. ¡Ah! Y no se llama por teléfono: se hacen videoconferencias con una calidad de imagen casi en 4K, super estable y mirando directamente a cámara.

Videoconferencias casi en 4K con cámaras frontales de tablets que sostienen casi en horizontal...

Despropósito general

En cierto modo, que sea un desastre no es una sorpresa. CBS es una cadena con una audiencia que no es precisamente joven, y especialmente con sus series procedimentales de crímenes. Hacer una serie sobre tecnología que sea fiel a la realidad y que a su vez tenga gancho no debe ser fácil, y es comprensible que se tomen algunas licencias.

No tienen excusas para hacer algo así: la CBS tiene otra serie en antena que cuenta mucho mejor los asuntos técnicos, y no es aburrida para nada

El problema es cuando se inventan tanto y fuerzan de esa manera el tema tecnológico. CBS no tiene excusas: sin falta de entrar tanto en el detalle técnico, tiene otra serie en parrilla que refleja la actualidad de Internet de forma magistral. Sí, hablo de 'The Good Wife' y sus casos.

En definitiva: 'CSI: Cyber' es un despropósito general. Han intentado sacarse de la manga una nueva franquicia con la excusa de los crímenes en la red y el resultado no funciona. Si sabes algo de informática, los continuos errores y situaciones forzadas te estarán sacando continuamente de la historia. Los continuos efectos visuales tampoco ayudan. Y si los ordenadores no son lo tuyo, miedo me da de los conceptos técnicos (o más bien los errores) que puedas asimilar como válidos viendo esta serie.

'CSI: Cyber', lo que necesitaban las generaciones más mayores y sin mucha idea de informática para "temer" a la tecnología

Cuando veía la serie con mi pareja, ingeniero informático, él me decía algo así: "Si a nosotros nos parece una barbaridad esto porque sabemos de ordenadores e Internet, imagínate lo que nos llevan colando con los análisis de pruebas y otros asuntos policiales con los CSI anteriores". El problema es que, como denuncian algunos expertos, pueden estar creando miedo, incertidumbre y duda sobre la tecnología. ¿Cuántos monitores de bebés se desconectarían en EEUU desde el primer capítulo? Me temo que más de uno...

En ¡Vaya Tele! | 'CSI: Cyber': un procedimental más, pero con la ganadora del Oscar, Patricia Arquette

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