Desde el uso de las inteligencias artificiales a las audiencias, los guionistas han salido ganando
Tan solo un par de días después de que se celebrara el preacuerdo al que ha llegado la industria del cine y el sindicato de guionistas, después de 146 días de huelga, tenemos acceso al contrato específico que han firmado ambas partes. Contemplándolo es fácil entender la satisfacción que expresaba la WGA ante los logros conseguidos: prácticamente todas sus demandas han sido satisfechas en su totalidad.
Vamos a repasar los puntos esenciales del trato y qué suponen para las partes, aunque hay una conclusión clara. Teniendo en cuenta que los guionistas apenas han cedido en su exigencias y que el paro de casi cinco meses ha costado a Hollywood en torno a 5.000 millones de dólares, está claro que la huelga ha ido al punto que más duele a los productores, y el único que no pueden sostener en el tiempo: el gasto continuo. Cabe pensar que no solo la huelga de actores puede estar cercana a su fin, sino que muchos otros sectores del entretenimiento (se hablaba actores de videojuegos) iniciarán sus propios paros.
Residuals y audiencias
Uno de los puntos clave de la huelga: los escasísimos residuals (bonificaciones económicas que se reciben con el éxito de una producción) que las plataformas de streaming dan a los equipos. Es uno de los puntos que ha convertido a Netflix en una de las grandes némesis del sindicato en este enfrentamiento, y hace referencia a series de alto presupuesto (en el caso de Netflix, HBO o Prime Video, casi todas: las que superan los 30 millones de dólares) y producidas exclusivamente para streaming (es decir, no importadas de lineal o cable).
La bonificación estará entre los 9.000 y 16.400 dólares por los episodios de televisión y en 40.500 dólares por las películas, en los títulos (estrenados después del 1 d enero de 2024) vistos por el 20% o más de los abonados estadounidenses del servicio en los primeros 90 días de su estreno, y también en los primeros 90 días de cualquier año posterior. Usar el porcentaje y no cifras absolutas permite poner a la misma escala plataformas de distinto tamaño. También se calcularán residuals para producciones fuera de EE.UU.
Estas audiencias se comunicarán a los guionistas bajo contratos de confidencialidad, así que salvo filtraciones ocasionales, a este lado de la cadena de producción seguiremos sin saber nada de las audiencias de las plataformas. Está claro que los popes del streaming no están nada contentos con la idea de combartir sus datos, que siempre anuncian de forma parcial y sin contraste por parte de medidores neutrales.
Cotos al uso de la IA generativa
Prácticamente no había legislación en este sentido, así que ha habido que discutir todas las nuevas disposiciones sobre la IA prácticamente de cero, empezando por la posibilidad de prohibir que se emplee el trabajo de un guionista para entrenar IAs. Principalmente y por encima de todo, la IA no podrá escribir ni reescribir material de un guionista
Además, los productos generados con IA no se pueden considerar material original, así que no puede funcionar en perjuicio del material creado por un guionista. Aunque un guionista puede emplear la IA para su trabajo si así lo considera, al contrario no: la empresa no puede obligar al guionista a que use a la IA para escribir. Del mismo modo, el guionista tendrá derecho a ser informado acerca de si cualquier material que recibe ha sido generado por IA.
Plantilla mínima en la sala de guionistas
Este apartado del trato hace referencia al mínimo de personas que tienen que trabajar en una serie. El mínimo a contratar será de tres guionistas-productores (uno de ellos puede ser el showrunner, y deben permanecer en la producción un mínimo de 20 semanas) así como un número variable de guionistas junior o de plantilla: cinco para series de entre 7 y 12, seis para las de 13 episodios o más. La excepción está en las series que explicitamente tienen por contrato a un solo guionista. Por cierto: es la primera vez que se formaliza de este modo la figura del showrunner.
Reescrituras
Otro gran avance frente a una costumbre que facilitaba la explotación de los guionistas: cuando haya que reescribir una o varias veces un guión, los guionistas recibirán un segundo pago. La AMPTP quería que esta condición, que sin duda supondrá un considerable gasto para las arcas de las productoras, se aplicara solo a guiones completamente originales, pero el sindicato temía que esta decisión hiciera que proliferaran remakes o reboots para escapar de ese segundo pago.
Trabajos en equipo
Hasta ahora, los honorarios para los equipos de guionistas se repartían entre los miembros del equipo de dos, tres o los que fueran. Es decir, se pagaba por trabajo, independientemente de cuántas personas conformaran un equipo. Ahora, a efectos de las prestaciones sanitarias y la jubilación, se acredita a cada guionista la totalidad de los honorarios. Es decir, siguen cobrando lo mismo, pero fiscalmente se acredita a cada uno por su trabajo completo.
Imagen | Flickr (Chris Long)
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