Estar suscrito a Netflix es una alegría cada vez más grande y la cantidad de series y pelis subidas hoy da buena cuenta de ello (en especial este clásico noventero). Pero ayer, por fin, llegó 'Luke Cage'. La nueva serie de superhéroes de Netflix, en su conocido plan "Defensores", aterrizó en la plataforma de VOD para presentarnos una intensa aventura del personaje interpretado por Mike Colter y que ya conocimos en la excelente 'Jessica Jones'.
Cuatro series y una serie evento era el plan con el que Netflix y Marvel nos sorprendió hace unos años. Cada serie dedicada a un superhéroe de la "Marvel callejera". No nos encontraríamos con los pesos pesados, sino con personajes menos conocidos (de hecho el único conocido fuera del mundillo era Daredevil) y que navegan más en una escala de grises. Luke Cage, un héroe con superfuerza y piel impenetrable, es el siguiente de la lista pero, ¿logrará convencer?
Desarrollada por Cheo Hodari Coker ('Southland'), 'Luke Cage' comienza con lo que podríamos llamar la reinterpretación del s. XXI del viaje de héroe. Después de lo que vimos en 'Jessica Jones', nos encontramos a Luke trabajando barriendo en la barbería de Pop (Frankie Faison) y de friegaplatos en el prestigioso club nocturno regentado por Cottonmouth (Mahershala Ali), uno de los magnates del crimen de la ciudad.
Un intercambio que sale mal causará el inicio de una investigación llevada por Misty Knight (Simone Missick) y la enemistad entre Cottonmouth y Luke Cage, dispuesto a acabar con el criminal y con el proyecto de renovación del barrio "Harlem's Renaissance" por parte de sus prima, la concejala Mariah Stokes, dispuesta a usar todo lo que esté en su mano por llevar a cabo sus planes.
Durante los episodios de 'Luke Cage' se nos presenta poco a poco un gran panorama del entramado criminal y político de Harlem, así como sendos orígenes de los antagonistas en una propuesta que Coker no ha dudado en vender como un 'The Wire'. Claro, no podemos esperar algo tan bueno como la obra maestra de David Simon, pero sí que se reconoce la intención de presentarnos un retrato del barrio de Nueva York.
Shaft y la blaxploitation que engendró a Cage
Aunque hoy en día el debate de la diversidad (y de la apropiación cultural) está a la orden del día, no es algo nuevo. Al personaje de Luke Cage hay que entenderle, en su origen, no solo como un producto del debate de la diversidad en el entretenimiento sino de la necesidad de captar todo tipo de público. El plan de marketing de Marvel se basaba en el "tendencia de la calle = cómic para satisfacerlo".
Stan Lee, ya editor entonces, se preocupó mucho en los primeros años por reflejar de algún modo la moda, jerga, inquietudes y gustos de los jóvenes de la generación para la que escribían. Eso explica la proliferación de títulos como 'Shang-Chi' como respuesta al éxito de 'Kung-Fu' o la reinvención continua de monstruos "de toda la vida"... por no meternos en Shanna la diablesa o La Gata.
Tras el resurgir de los cómics en la "Edad de Plata" lo cómics volvieron a perder volumen de ventas y Marvel sobrevivía a base de inundar el mercado con todo tipo de títulos basados en esa estrategia de marketing y 'Luke Cage, hero for hire' (1972) fue la respuesta comiquera a 'Shaft' (1971), película en la que un detective privado (Richard Roundtree) acepta el investigar el paradero de la hija de un jefe de la mafia para encontrarse con toda una guerra racial en pleno Harlem.
El Shaft del cómic no iba a ser un detective. Sí que iba a luchar contra las injusticias y la mafia de Harlem, pero harían su origen más problemático. Archie Goodwin, apoyado en los lápices de John Romita y George Tuska, ideó la historia de un joven encarcelado erróneamente en Seagate, donde un experimento le otorga poderes. Este ex-convicto se convertiría en un héroe de alquiler: por pasta hace cosas buenas.
No sería el único personaje de color que saliese en esos tiempos: en 1969 Sam Wilson (El Halcón) era presentado en sociedad en el título de 'Captain América'; meses después Dennis O'Neill y Neal Adams, cuyas colaboraciones aseguraban mucha carga social, crearon a John Stewart, un nuevo Green Lantern deslenguado y criado en el Bronx; y no tuvieron que esperar mucho para que Marv Wolfman idease a Blade.
Desde luego que llamar "Hombre Poder" (Power Man) a alguien debió ser una de las peores decisiones habidas en la ficción superheroica. Poco a poco el nuevo héroe fue calando y el personaje tuvo una buena época con su tándem junto a Danny Rand aka Puño de Hierro, con el que compartió una cabecera que fue de más a menos pero con buenas historias.
Luke Cage, música y Harlem
En 'Luke Cage' se respira cultura urbana, y gran parte de ello es por el uso de la música. No, no nos encontramos con 'The Get Down', también ambientada en el Harlem y con esa celebración de los orígenes del hip hop como eje central. Pero sí que tiene gran importancia con cada episodio bautizado con el título de una canción de Gang Starr para dar la sensación de estar ante un álbum.
La música está omnipresente durante el metraje de 'Luke Cage', pero no es una mera instrumentalización de stock de estas que nos encontramos en cualquier serie y cuyos acordes reconocemos casi automáticamente de tanto que se usa. En todo momento la banda sonora de la serie nos sumerge en el mundo de Cage, con su reinterpretación del hip-hop noventero, e incluso de grandes compositores como Ennio Morricone (hay un par de escenas de acción que van en esa línea).
Esto es solo una muestra de lo que le interesa a Coker: que Harlem y su cultura e identidad "en extinción" tenga tanta importancia como la trama en sí. Por muy importante que sea Hell's Kitchen tanto a Matt Murdock como a Jessica Jones les podemos cambiar de barrio, e incluso de ciudad, y la serie no se resentiría, 'Luke Cage' no se entiende sin el Harlem, de ahí que su intro veamos al héroe fundido con calles e imágenes del barrio neoyorquino.
Otro triunfo de la colaboración Netflix/Marvel
Después de soltaros todo este rollo vamos a responder a la pregunta que todos tenemos: pero ¿es buena? La respuesta corta es sí. Ya la respuesta larga tiene algún pero que otro. Yo creo que para deleitarla bien tenemos que volver al símil (con las grandes distancias) de 'The Wire'... o de cualquier otra serie de HBO, ya que el planteamiento narrativo es parecido. Es una serie que necesita paciencia para el arranque, porque tarda y eso puede hacer perder espectadores.
De hecho con 'Luke Cage' nos encontramos con esos mismos esquemas de héroe que no quiere ser héroe que ya empiezan a ser cansinos, pero los guiones de la serie hace que pronto nos olvidemos de ello. Comparte el mismo espíritu que 'Daredevil' y 'Jessica Jones', pero logra tener una identidad propia. Tan propia que su aparición en la serie de Melissa Rosenberg parece casi anecdótica.
En 'Luke Cage' hay acción, hay trama políticas y un caso de ramificaciones complejas. Estructuralmente no se diferencia demasiado de lo que hemos visto en otras series de Marvel/Netflix, pero no lo necesita. La historia es interesante, los personajes bien definidos y poco a poco la serie va creciendo en interés e intensidad. No es imprescindible, pero sí que es una serie sólida y bien realizada.
En ¡Vaya Tele! | ¿Quién es Jessica Jones, la nueva superheroina televisiva?
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