Chloë Grace Moretz hace brillar sin esfuerzo una película que sin ella no tendría demasiados alicientes. La que fue sorprendente revelación infantil en 'Kick-Ass' se está dejando ver de un tiempo a esta parte en películas que giran en torno a su facilidad para brindarnos personajes cercanos y de cierta complejidad, en películas a veces peores (la bajonera 'Tom y Jerry') y a veces mejores (la fantástica 'Pasajero oculto', una de las grandes sorpresas de 2021).
Aquí salva ella sola una película que se haría algo más cuesta arriba sin su presencia. Se trata de un modesto largometraje que estrenó Hulu en Estados Unidos y que Netflix ha adquirido para su distribución internacional. No es de extrañar, porque tiene no pocos ingredientes atractivos: una protagonista con gancho y prestigio, los apuntes post-apocalípticos de moda y la vieja y siempre efectiva rebelión de las máquinas, un tropo de la ciencia-ficción del que no nos cansamos.
Chloë Grace Moretz da vida en 'Madre/Androide' a Georgia, una joven que se entera de que está embarazada el día que se desencadena la rebelión de las inteligencias artificiales en un futuro muy cercano: los androides sirven en las casas, pero sin aviso comienzan a desatar el caos. Nueve meses después, a punto de dar a luz, intenta llegar a Boston en compañía del padre del niño, donde han oído que salen barcos en dirección a Corea, donde la humanidad resiste.
Como es fácil deducir, a 'Madre/Androide' no le interesa demasiado el conflicto entre humanos y robots desatados, no es una reflexión sobre los problemas éticos de las inteligencias artificiales, sino un drama en el que la protagonista intenta salvarse a sí misma y a su bebé. Por el camino hace algún apunte acerca del contraste entre la humanidad pura (la posibilidad de reproducirnos por métodos naturales) y el despiadado comportamiento de las máquinas.
El fin del mundo y de nueve meses
Claramente, 'Madre / Androide' no está interesada en la parte más tecnificada de la historia: el debutante Mattson Tomlin, que escribió 'Proyecto Power' también para Netflix, se inspiró en una historia acerca de una mujer que ruvo que dar a luz junto a su pareja en plena revolución rumana de 1989. El ambiente hostil en lo que universalmente entendemos como un momento especialmente delicado es una buena base para una historia al límite.
Sin embargo, la parte de suspense y acción es lo menos lucido de la película. Hay un momento que bebe de las historias de apocalipsis "con limitaciones" que tan frecuentemente vemos de un tiempo a esta parte desde 'Un lugar tranquilo', aquí con la obligación de mantener un silencio total, como en la película de John Krasinski. Pese a alguna imagen inquietante (a los androides se les iluminan los ojos, en un toque de ci-fi de la vieja escuela muy simpático), ya lo hemos visto en otras ocasiones.
Sin embargo, cuando la película conecta los espacios entre el drama humano y las máquinas rebeldes, sí que arroja algún resultado estimulante. El mejor, sin duda, es el encuentro con Arthur, un inquietante ingeniero informático que parece haber perdido la cabeza después del apocalipsis y que ayuda a Georgia en un momento de necesidad. La subtrama vinculada a este personaje es sin duda la más desconcertante y sugerente, la de más pura ciencia-ficción (con menciones al seminal 'R.U.R.' de Karel Capek) y la que hace pensar qué habría sido esta película con una sensibilidad más afín al género.
El conjunto, con todo, es muy resultón: la presencia de Chloë Grace Moretz, capaz de sacar a pasear su lado más melodramático sin que la película se desestabilice, y alguna idea puntual de guión (el descubrimiento inicial de que está embarazada, tragedia juvenil incluida, y que se relativiza en muy poco tiempo) da personalidad a una película amarga e intensa. Quizás demasiado en algunos momentos.
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