La llegada de la producción audiovisual más ambiciosa (y aparatosa) inspirada en el Universo Marvel hace que sea inevitable echar la vista atrás. Sobre todo, porque no hay más remedio: el camino hacia 'Infinity War' es el de diez años de películas entrecruzadas entre sí, a veces de forma sutil, a veces de forma obvia y abierta. Pero también conviene no dejarse cegar por la a veces asfixiante y aparatosa dimensión del UCM, y atender a otras adaptaciones de los comics de la editorial que también nos han dado alegrías.
Por una parte están las producciones no-Disney, es decir, las películas que adaptan personajes de los que Fox mantiene derechos (o mantenía, hasta su reciente compra por Disney), como los mutantes o los Cuatro Fantásticos, así como el caso aislado y más entretejido en el MCU de Spider-Man, propiedad de Sony. Por otra parte, tenemos las series de Netflix y otras cadenas que están proponiendo visiones alternativas del Universo Marvel, menos cósmico, menos colectivo y a veces, incluso, más experimental.
Cabe decir que el Universo Marvel, el oríginal en papel, es un monstruo editorial donde cabe todo eso. Hace unas décadas, Marvel tenía cierta imagen de universo de superhéroes intrascendente y colorista, mientras que DC capitaneaba la edad adulta del comic mainstream. Ahora parece que ese choque se ha trasladado al cine (entendiéndolo DC todo mal), porque el universo Marvel en los comics, sencillamente, es inabarcable: los clásicos son reformulados continuamente, hay comics más orientados a un público maduro y joyitas para los aficionados jóvenes. Marvel, actualmente, tiene mil caras, y su plasmación audiovisual responde a ello.
Vaya también por delante que la idea de enfrentar a series de televisión de Marvel, modestas y concisas (y casi nunca con protagonismo grupal) y las brutales películas de la casa no tiene ningún sentido. Pero lo usaremos como excusa para ver qué define a una y otra encarnación de los héroes de la casa. No se trata de ver quién gana, sino de qué nos enseña esa pelea. Vamos allá: es la hora de las tortas.
Las películas del MCU: pasión por lo ostentoso
No hay más que revolotear por encima de 'Vengadores: Infinity War' para pasmarse ante el aparatoso mastodonte en el que se ha convertido el Marvel Cinematic Universe. Diez años de películas individuales y grupales que confluyen en un combate épico que está batiendo records de taquilla. La película es el fruto lógico de una serie de films que no se caracterizan por su modestia, y con razón: todas han sido apabullantes éxitos, consagrando el género superheroico como la gran baza comercial reciente del cine mainstream (si te crees muy "friqui" porque te gustan las pelis de superpersonas en mallas, háztelo mirar).
Hay excepciones, por supuesto: 'Iron Man 3' es una película navideña con niño; 'Ant-Man', una de atracos; 'Doctor Strange', un viaje psicodélico. Y en un término medio, dos películas del Capitan América, 'El primer Vengador' y 'Soldado de invierno' son, respectivamente, un drama ligero bélico y una película de espías setentera. Pero son (notabilísimas: a título personal, mis favoritas) excepciones ante el tono que todos asociamos a Marvel: epopeyas cósmicas, con una mitología compleja y cada vez más firmemente entrelazada entre sí.
Curiosamente, el MCU cinematográfico tiene una narrativa serial heredada de los comics, y que ha confluido en esa película literalmente única que es 'Infinity War'. Es una filosofía que sería muy aplicable a series de televisión y que, realmente, no vemos improbable a medio plazo, con Disney / Marvel tomando las riendas de forma absoluta de la producción (sin la colaboración de otras compañías como Netflix, como sucede ahora). El anuncio de una futura plataforma VOD de Disney y Marvel parece confirmarlo.
Realmente, lo de menos es que las series de Netflix vayan a estar ahí o no: el espíritu serial que hemos visto en las películas será, muy posiblemente, puesto en práctica en formatos más apropiados para héroes no tan cósmicos y espectaculares como los Vengadores. De ese modo se solucionaría el gran "problema" del MCU cinematográfico actual (por otra parte, funciona en taquilla, así que posiblemente a Marvel no le resulta nada problemático): según qué héroes no terminan de encajar con la narrativa mayestática de los blockbusters superheroicos, especialmente los de tono ligero (Ant-Man) o los solitarios (Dr. Strange).
Las películas fuera del MCU: qué hacemos con Fox
Con el Spider-Man de Sony confortablemente instalado en el MCU (y con un 'Venom' en perspectiva del que lo mejor que se puede decir es que recuerda quizás demasiado a los momentos más medianos de la trilogía de Raimi), son bien conocidos los esfuerzos de Fox por encontrar una dinámica serial con sus mutantes desde antes de que arrancaran las producciones de Marvel. Nunca terminaron de encontrarla porque no lograron abrazar la estética y espíritu superheroico como sí hizo Marvel desde el primer 'Iron Man', y cuyas bases se asentaron con firmeza en la primera 'Vengadores'.
Así, las películas de X-Men han ido encontrándose con éxitos de taquilla y unos cuantos actores icónicos (Hugh Jackman, Patrick Stewart y Ian McKellen en cabeza), pero sin lograr asentar el continuismo que obliga a estrenar un par de películas al año. Con eventos aislados entre sí, X-Men no se han consolidado como marca, y cuando crítica y público han dado su beneplácito de forma conjunta y elocuente ha sido a través de experimentos aislados como 'X-Men: Primera generación', que no tienen visos de continuar.
Esa parece ser la gran maldición de Fox: cuando consiguen un éxito, parecen llegar a él por casualidad, como sucedió con 'Deadpool', un proyecto en el que nadie confiaba y que se saldó muy positivamente, con una secuela casi inmediata -e influyendo (para mal) en películas como 'Suicide Squad', que antes de cerrar su producción se intentó deadpoolizar-. Y ahora, justo ahora, no pueden exprimir 'Logan', cine superheroico de autor que ya nace como punto final crepuscular a una forma de entender los mutantes.
La compra de Fox por parte de Disney ha desatado todo tipo de conjeturas, pero Ken Feige, jefazo de Marvel, ya ha dicho que hasta 2019 como mínimo, no habrá referencias al Universo Mutante en el MCU. Por otra parte, sería ridículo pensar que, del mismo modo que se ha hecho con Spider-Man a golpe de pactos con Sony, no se está pensando ya como imbuir a los mutantes o a los Cuatro Fantásticos (que vuelven a tener cómic... ¿señal de algo?) en el MCU. Mi predicción: en algún momento muy estudiado alguien pronunciará la palabra "mutante" para delirio de la platea e Internet. La Bruja Escarlata y Mercurio son mutantes, también es verdad, pero a saber como funciona la cosa en el MCU.
Las series de Marvel: el lado oscuro
La recién anunciada nueva temporada de Luke Cage no parece llegar con cambios para lo que se ha confirmado como un universo que pertenece a una especie de versión alternativa del MCU. Es decir, las series de Netflix pertenecen al universo de las películas de forma nominal, pero parece poco probable que los veamos cruzarse en un futuro. Y eso que había ciertas intenciones: los hermanos Russo afirmaron en alguna entrevista que los Defensores podrían jugar cierto papel en el choque contra Thanos, pero de eso no ha quedado nada.
Y ha quedado en nada hasta un extremo ridículo: a lo más que llegan las series de Netflix es a mencionar la invasión alien de los primeros Vengadores, pero por lo demás... ¿tiene sentido que Daredevil no haga referencia a Spider-Man siendo los dos héroes muy de trotar por los tejados de Nueva York? ¿Tiene sentido que Luke Cage no esté en primera línea de defensa contra las abundantes amenazas que Nueva York ha sufrido en las películas? Desde el punto de vista argumental. Desde el empresarial, posiblemente, Marvel no quiere liar las cosas.
Ese no querer complicarse la vida también ha afectado, de forma más progresiva, a otras series en teoría más entrecruzadas con las películas: el caso más claro es el de 'Agentes de SHIELD', que hace cinco años prometía cruces constantes con las películas. Pero en cinco años el MCU cinematográfico se ha convertido en algo que va mucho más de un producto para fans (a diferencia de la propia 'Agentes de SHIELD') y la perspectiva ha cambiado.
En su arranque, el Nick Furia de Samuel L. Jackson y la Lady Sif (secundaria de las películas de 'Thor') de Jaimie Alexander se dejaron ver por la serie, e incluso la serie se entrecruzó, en su trama de dobles agentes de SHIELD y HYDRA, con 'Capitán América: Soldado de Invierno'. Pero esa condición le hizo más mal que bien: en todo momento la serie claramente iba esperando al estreno de la película para no hacer spoilers, lo que afectó a su ritmo. A partir de ahí los cruces se limitaron: un cameo común con 'Vengadores: La era de Ultron', una mención a la trama de 'Civil War' y un toque sobrenatural que coincide con 'Doctor Extraño'. Del mismo modo, 'Agente Carter' se conectó con 'Agentes de SHIELD' a través de cameos, pero poco más.
Otro caso: 'Inhumanos', la infausta serie que arrancó como proyecto de película para la Fase 3 y con sus miembros como parte esencial de futuras sagas Marvel, quizás como posible sustitución del papel de "renegados con poderes" que hasta ese momento ostentaban los mutantes. Pero el pulso de poder entre Marvel y Disney (los Inhumanos eran personajes muy queridos por el CEO de Marvel previo a Kevin Feige, Ike Perlmutter) acabó arrinconándolos a una serie de televisión que muy posiblemente no pase de su primera temporada.
Nada de esto condiciona la calidad per se de las series. Por ejemplo: 'Runaways' es estupenda y es poco probable que se cruce con el resto del MCU, como posiblemente pase con las -en principio- interesantes 'Cloak and Dagger' o 'The New Warriors'. Pero sí que es buena señal del interés y el apoyo que Marvel le da a su facción televisiva: no quiere que contamine el prefijadísimo y algo granítico camino que marcan las películas. Lo que, por una parte, es una pena; pero por otra parte, deja a la televisión como un reducto de posible experimentación y paseo por caminos menos trillados.
Las series de Marvel fuera de MCU: malditos mutantes
¿El ejemplo más claro de eso? 'Legion', posiblemente, la mejor serie jamás producida sobre un personaje Marvel y que, significativa o paradójicamente, no solo no se cruza con el MCU, sino que apenas roza la franquicia de X-Men. En su línea temporal, los mutantes apenas han salido a la luz pública, pero la serie va de otra cosa: el periplo de autodescubrimiento de un mutante casi omnipotente, pero con severos problemas mentales.
El brutal talante de experimentación visual y narrativa de 'Legion' no es comparable a la otra serie que Fox está desarrollando basada en el cosmos mutante, pero también es muy interesante. 'The Gifted: Los elegidos' tiene un tono más teenager y se centra en los dramas de unos cuantos adolescentes (algunos de ellos mutantes muy notorios del universo X-Men) que descubren sus poderes, con el mensaje habitual de integración y crítica a los totalitarismos... aderezado con tragedia y acné.
Hemos recorrido el amplio manto y la influencia de Marvel por el cine y la televisión, integrados o no en el MCU. Gustos aparte, algo parece claro: el MCU (y más ahora que Marvel y Fox están bajo el paraguas de Disney) es el canon por el que se va a regir el futuro narrativo de las ficciones Marvel, en mayor o menor medida. ¿Acabará resultando un corsé o enriquecerá las narrativas?
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