Desde hace unas semanas, un nuevo palabro recorre las redes sociales en España, especialmente, Twitter; "ministéricos". No es ninguna nueva enfermedad extraña, sino el término que engloba a los fans de 'El Ministerio del Tiempo', una serie de TVE que ha conseguido en sólo cuatro capítulos algo que a otros títulos les lleva prácticamente toda una temporada de 22 episodios. Ya desde su estreno, la creación de Pablo y Javier Olivares llegó envuelta en los elogios unánimes de la crítica y creó inmediatamente una ruidosa comunidad de fans. Sí, era posible hacer en España series de ciencia ficción.
¿Pero qué tiene 'El Ministerio del Tiempo' para, por ejemplo, haber lanzado una campaña de petición de segunda temporada (con el hashtag #TVErenuevaMdT) en el segundo capítulo? Si el nivel de fandom alrededor de una serie se mide en los gifs de ella que hay en Tumblr, 'El Ministerio del Tiempo' es ahora mismo una de las más exitosas, y lo es a pesar de ser española, un prejuicio a veces demasiado grande para atraer a las ficciones nacionales al público seriéfilo, más dado a crear estas comunidades alrededor de títulos estadounidenses o británicos.
Las claves detrás de 'El Ministerio del Tiempo'
Por si algún despistado no sabe de qué estamos hablando con esta serie, resumiremos su argumento diciendo que se centra en un ministerio secreto, y centenario, del gobierno español que se dedica a guardar unas puertas que llevan a diferentes momentos pasados de la historia de España. Para él empiezan a trabajar Julián, un enfermero del SAMUR de nuestra época, Alonso, un soldado de los Tercios de Flandes del siglo XVI, y Amelia, la primera universitaria de Barcelona en 1880. Los tres tienen que cumplir diferentes misiones para impedir que las puertas se utilicen para cambiar la historia.
Cuando la serie se presentó, surgieron enseguida las comparaciones con 'Doctor Who', y aunque luego se ha visto que no eran tales, ya simplemente que a una serie española se le adjudique ese referente es un cambio significativo. En un panorama dominado por los títulos familiares con humor muy blanco, tramas sentimentales para todos los demográficos y la omnipresencia de un bar como punto de reunión, las aventuras ochenteras y el toque de ciencia ficción de 'El Ministerio del Tiempo' son un soplo de aire fresco muy necesitado.
Javier Olivares citaba, como principal referencia de la serie, la novela 'Las puertas de Anubis', de Tim Powers, y Rodolfo Sancho, uno de sus protagonistas, ha mencionado varias veces Indiana Jones a la hora de describir el tono de las peripecias que viven Julián, Amelia y Alonso. Además, el guionista quería utilizar la historia de España como marco de esas aventuras, acercándola a un público que, por ejemplo, ha convertido en trending topics a personajes históricos como Lope de Vega o el general Ambrosio de Spinola tras la emisión de sus capítulos. Esos tres componentes (la aventura, la ciencia ficción y la historia) la convierten en una apuesta muy original en la ficción española actual.
Sin embargo, no puede hablarse de 'El Ministerio del Tiempo' sin mencionar el esfuerzo que TVE está haciendo para alimentar esa comunidad de fans a través de Internet. A través de la web oficial de la serie, sus seguidores pueden ver un programa especial, 'La puerta del tiempo', en el que se desgranan los entresijos de la producción (un poco al estilo de 'Talking Dead', el coloquio que AMC emite después de 'The Walking Dead'), y también pueden ver el making of que La 1 emite tras cada episodio, recordando un poco a 'Doctor Who Confidential'. Toda esta experiencia transmedia (en la que resulta fundamental la actividad de su perfil de Twitter) hasta tiene una especie de "curso para funcionarios" para los fans, y es inevitable que recuerde a aquello que 'Perdidos' hacía con la Iniciativa Dharma.
Cómo ver El Ministerio del Tiempo en América
Toda esta charla puede dejar claro que 'El Ministerio del Tiempo' es una serie que, aunque tenga sus referentes en los 80, está hecha para los nuevos espectadores del siglo XXI, los que ven las series más en su ordenador y en su iPad que en la tele.
De hecho, los visionados en el servicio A la Carta y en diferido de la serie representan un notable incremento de su audiencia. Por Internet precisamente es la manera más cómoda y sencilla de poder ver el Ministerio del Tiempo en América.
¿Pero merece la pena la serie?
Sin embargo, podemos todavía preguntarnos si de verdad merece la pena echarle un vistazo. ¿Hay algo que sustente todo este jaleo, o no estamos más que vendiendo humo?
Pues no, todo este ruido, los podcasts dedicados sólo a ella, las campañas de renovación por Twitter y los incontables posts y artículos que la serie ha inspirado tienen realmente fundamento. 'El Ministerio del Tiempo' es una buena serie, con una mitología detrás bien pensada (aunque hay bastantes fans intentando diseccionar al detalle el funcionamiento de las puertas y, en concreto, de la ya famosa puerta 58), unas misiones por episodio entretenidas, divertidas y que siempre nos iluminan algún nuevo aspecto de los protagonistas y unos personajes bien dibujados y muy bien interpretados.
La unión de una historia fantástica con los toques tan españoles de la rutina de los funcionarios (Olivares reconoce 'Atraco a las tres' como otra influencia), o de los planes que se hacen todos en el último momento, le da el punto diferente con respecto a, por ejemplo, 'Torchwood', y aunque hay una villana cuyos planes tienen que intentar averiguar nuestros héroes, el viaje emocional que ellos hacen es igualmente importante. Pese a que el trauma de Julián por la muerte de su esposa es el que inicia la serie, es el tumulto interno de Amelia a partir del tercer capítulo uno de los puntos que mejor representa la importancia que las emociones de los personajes tiene en la trama.
No nos olvidamos de una galería de secundarios que no sólo acompañan perfectamente al trío principal, sino que tienen sus propios arcos, especialmente Ernesto e Irene, los dos "hombres de negro" que reclutan a los protagonistas y que guardan sus propios secretos. La presentación de la segunda, por ejemplo, es un buen ejemplo de las virtudes del título de TVE, no sólo por la economía con la que retratan a la perfección a los personajes, sino por el humor con el que se hace todo. 'El Ministerio del Tiempo' es una serie que la ficción española nos debía hace tiempo porque diversifica los temas tratados en ella, se atreve con un género (las aventuras de ciencia ficción) que no es habitual en la televisión nacional y está hecha con un enorme cariño y entusiasmo por sus responsables. Y eso se nota.
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