Hoy hace 10 años que el vuelo Oceanic Airlines 815 se estrellaba en una isla del Pacífico. Con el accidente daba comienzo una de las series más populares de la historia y que más influencia han tenido sobre la ficción posterior. Millones de personas nos sentábamos delante del televisor cada semana a ver qué se habían inventado aquella vez en 'Lost', con la incógnita de si, al final del todo, todas las piezas encajarían y habría una explicación que diera sentido a la historia.
Pero no, las piezas no encajaron. Depende de a quién le preguntes, la historia se ha cerrado con más o menos acierto (en mi caso yo me incluyo entre las últimas y no tengo problemas en reconocer que sí que me gustó el final de 'Lost'), pero tras años de teorías, de fans analizando hasta el último detalle de la serie, de preguntas sin respuesta... nada. Cero respuestas. Cero explicaciones. Hasta hubo gente que no llegó a entender del todo qué es lo que había pasado en los últimos minutos del capítulo.
Y entonces llegó el enfado de muchos. Si bien no lo comparto, lo entiendo, de verdad que sí. A fin de cuentas, si sigues una serie de más de 6 temporadas e inviertes todo ese tiempo en una historia, el hecho de que no le den un final cerrado o que mínimamente te guste es lógico que cause decepción. ¿Puede arruinar un final todo lo que se ha disfrutado una serie? Paradójicamente fue la propia 'Perdidos' la que intentó hacernos ver con su historia que lo que importa no es tanto el final, sino el camino para llegar a él. Para muchos no fue suficiente.
'Lost', el bebé de Damon Lindelof
Mucho se ha hablado de 'Lost' durante la última década, aunque poco se ha publicado sobre el origen real de la serie. No, no fue Damon Lindelof el que la ideó en un principio. Tampoco fue J.J. Abrams, como la mayoría puede creer. El responsable fue Jeffrey Lieber, un guionista de segunda fila al que la ABC contrató para escribir el piloto de una serie parecida a la película 'Náufrago'. Spelling Productions, el estudio para el que trabajaba Lieber, llevaba tiempo queriendo desarrollar un drama inspirado en el reality 'Survivor', así que fue la unión perfecta.
Lieber comenzó a trabajar entonces en la serie, que por aquella época se llamaba 'Nowhere', con un enfoque particular: una sociedad que tiene comenzar desde cero al quedar aislados en una isla con una narrativa parecida a la de la novela 'El señor de las moscas'. El enfoque gustó a la ABC, pero el resultado no tanto. Después de leer el guión propuesto para el piloto, la cadena despidió a Lieber.
El elegido para tomar las riendas del proyecto fue J.J. Abrams, al que la cadena tenía en muy alta estima por 'Alias'. Abrams pronto dio una vuelta al argumento, convencido de que si no no tendría suficiente contenido para rellenar una temporada completa (y mucho menos una serie): ¿y si en la isla pasaran cosas extrañas y sobrenaturales? El problema es que iban mal de tiempo. La serie tenía que estrenarse en otoño y ahora tocaba partir desde cero. Fue entonces cuando ABC decidió traer a Lindelof para ayudar a Abrams. Ambos se pusieron mano a mano con el piloto mientras que otro grupo de guionistas bajo su supervisión se encargaban de desarrollar la "biblia" que iba a seguir la serie (y en la que, por cierto, mintieron como bellacos).
El resto de la historia ya la conocéis: un piloto que fue todo un éxito de audiencia (y que fue el más caro que se había rodado hasta la fecha), una serie con una repercusión internacional que hasta entonces pocas habían conseguido y un éxito personal para Damon Lindelof. Abrams ya se había encargado de darle forma a la serie, pero ahora todo quedaba en manos de Lindelof y Carlton Cuse, que fueron los verdaderos responsables del rumbo que fue tomando la misma.
Explicando lo inexplicable
Lindelof, en un encuentro de 2012, recordaba una conversación que resume los problemas con los que se encontraron después al intentar llevar el día a día de la serie. Lindelof propuso la idea de los flashbacks para poder salir de la isla cada semana y Abrams añadió que él metería una escotilla y otra gente desconocida en la isla. Además, según Abrams, iba a haber un sonido misterioso en medio de la jungla. "¿Qué es el sonido?", preguntó Lindelof. "No lo sé, nunca van a dar luz verde a esto de todas formas".
Cuando la ABC, sorprendentemente, dio luz verde a la serie, Lindelof reconoce que estuvo pensando en dimitir por las enormes responsabilidades que tenía: "si sacamos esto al aire y decimos, por ejemplo, que hay un oso polar en una jungla, más vale que alguien sepa de dónde c**** salió ese oso. La presión era muy debilitante". Para colmo, y de nuevo según Lindelof, Abrams se desligó de la historia porque estaba ocupado trabajando en otras películas. Siempre que le preguntaban algo, les remitía al propio Damon.
Lindelof seguía decidido a dejarlo hasta que trajeron a Carlton Cuse para ayudarlo, y juntos pudieron ir capeando el temporal. Al final consiguieron que la ABC se atreviese a algo que pocas cadenas se atreven: ponerle una fecha de caducidad a uno de sus mejores éxitos. Por aquel entonces iban por la tercera temporada y la cadena les dijo que llegarían hasta la sexta, nada más. Tenían tres años para darle un final a una serie cuya historia se había ido complicando con el paso de los capítulos.
De showrunner a uno de los tipos más odiados de Internet
Hace unos años, y si estábamos descontentos con el final de una serie, la mejor forma de desahogarnos era hablar largo y tendido con algún amigo que la siguiera. Pero después llegó Internet, con tan mala suerte para Lindelof que las redes sociales estaban en pleno apogeo cuando se emitió el final de 'Perdidos'. El mismo día en el que se vio el capítulo (que, por cierto, consiguió ser el primero que se retransmitía en directo a la misma hora por medio mundo), las críticas no dejaban de llegar.
Lindelof y Cuse respondieron con silencio. No se pronunciaron al respecto durante semanas. En una entrevista que le hicieron a Lindelof en The Verge dos años después de todo, él mismo reconocía que sentía una mezcla de estrés, miedo y tristeza por cómo se había recibido el final pero aseguraba con firmeza que no se arrepentía de nada, salvo de un detalle: prometer respuestas en las entrevistas que dio durante el rodaje. "No pido disculpas por el final. Es el final que yo siempre quería haberle dado".
Respecto al final en sí, y sin entrar en detalles para aquellos que no la hayan visto, mucho se ha escrito en Internet desde entonces, sobre todo críticas a que muchas preguntas planteadas en la serie no se hayan respondido. Sobre esto, desde College Humor hicieron un vídeo bastante gracioso que recopila casi todos los misterios cuya explicación no llegamos a conocer. Más de cuatro minutos de preguntas que muchos se hicieron durante meses.
El odio hacia Lindelof y el resto del equipo se fue apagando con el tiempo, pero el final de 'Lost' sigue siendo un tema recurrente cuatro años después. Y no sólo por culpa de los espectadores, sino por ellos mismos. Con motivo del final de 'Breaking Bad', Damon Lindelof escribía una columna invitada en The Hollywood Reporter donde decía lo siguiente: "He aceptado escribir este artículo porque estoy profundamente obsesionado con buscar formas de revivir el final de 'Lost' y el triste huracán de mierda que le siguió".
En el mismo artículo reconocía que en Twitter muchos le echaban en cara que eso era un final, y no el que él había escogido para su serie. "Dios, me odio a mí mismo. Pero ¿no es eso lo que se espera de mí? ¿No tengo que hacer eso? ¿Cómo puedo comentar cualquier cosa que me gusta sin guiñar un ojo a la audiencia y decir, "qué se yo de esto si en realidad yo arruiné 'Lost'"? Lindelof simplemente reconocía estar harto. Harto de escuchar quejas, pero también harto de justificarse y defenderse.
Poco después de publicar dicho artículo, Lindelof borraba su cuenta de Twitter. Si bien no dio una razón oficial en su momento, viendo lo que había escrito no sólo no era un buen lugar para él, sino como decía algún crítico televisivo, era hasta "poco saludable". Su mujer lo reconocía poco después: "los tweets eran imposibles de soportar". Imagínate que haces algo mal a los ojos de la gente (aunque tú crees que lo has hecho bien) y durante cuatro años tienes a muchas personas insistiéndote en lo mal que lo has hecho. Eso quema a cualquiera y, en este caso, Internet ha ayudado.
¿Qué ha hecho Lindelof desde entonces?
Pese a sus declaraciones, no pensemos que Damon Lidenlof se ha encerrado a oscuras en su casa a ver, una y otra vez, el final de su serie estrella. No. Desde el final de 'Lost' ha estado ocupado con otros proyectos. En la gran pantalla participó en 'World War Z', 'Cowboys & Aliens', 'Prometheus' y 'Start Trek Into Darkness'. En el caso de 'World War Z', Lindelof llegó a última hora para reescribir algunas partes. Puede decirse que, en lo que a cine se refiere, su trabajo no ha conseguido deslumbrar.
En televisión, y después de varios años de descanso, se ha atrevido con un nuevo y ambicioso drama para HBO: 'The Leftovers'. Para los que no sepan de qué va el tema, la serie está basada en la novela de mismo título y cuenta lo que ocurre en la Tierra cuando el 2% de la población desaparece misteriosamente. Lindelof volvía (no sin dudas) a la pequeña pantalla por todo lo alto y con un high-concept de libro.
Si bien 'The Leftovers' acaba de terminar su primera temporada (ya ha sido renovada para una segunda), son muchos los que temen que se vaya a repetir la historia. Ante la polémica, Tom Perrotta (autor del libro y co-creador de la serie) publicaba en Wired un artículo bastante rotundo justo antes de su estreno: 'The Leftovers' no será como 'Lost', tendrá un final. Ya sabía que la polémica surgiría y decidía ir frontalmente contra ella. Veremos el tiempo le da la razón aunque, por el bien de la salud de Lindelof, esperemos que sea así.
Imagen de cabecera | Ewen Roberts
En ¡Vaya Tele! | 'Lost', el comienzo de la serie que marcó una época
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