La primera impresión con 'Solar Opposites' es que Justin Roiland ("el otro" creador de 'Rick y Morty', junto al más mediático Dan Harmon) y Mike McMahan (guionista de la serie de Adult Swim desde sus inicios y creador de 'Star Trek: Lower Decks') no se han esforzado demasiado en diferenciarse de su claro referente. El protagonista en ambas, aquí el alienígena Korvo y allí el científico Rick Sanchez, son doblados por Roiland. Y en ambos casos son cabezas de familia algo egoístas e intelectualmente superdotados.
Sin embargo, el tono de 'Solar Opposites' no es tan abrumadoramente nihilista como el de 'Rick y Morty'. Que nadie espere una serie típicamente Disney: en los dos episodios que ha estrenado Star, la nueva categoría de contenidos adultos de Disney+ (y que hereda series de canales como Hulu, de donde viene ésta), reinan la ultraviolencia, la sátira social fuertecita, las palabrotas y el humor decididamente adulto. Y la inevitable crueldad marca de la casa: de las piernas mecánicas que escapan al control de su usuario al coleccionismo de humanos reducidos por parte de uno de los niños alienígenas.
Y sin embargo, hay algo en el tono de 'Solar Opposites' que la hace más luminosa y optimista que la demoledora y desesperanzada 'Rick y Morty'. Quizás sea cosa del argumento: un grupo de alienígenas se instalan en la Tierra después de que su planeta haya sido destruido, e intentan adaptarse a nuestras costumbres. Son el científico Korvo, el gandul Terry (con voz de Thomas Middelditch, protagonista de 'Silicon Valley'), los adolescentes Yumyulack y Jesse y un pup, criatura que viene a ser un Baby Yoda asilvestradísimo.
Hay, por supuesto, parodia a raudales de las costumbres terrestres. Estos alienígenas no terminan de entender cómo funcionamos los humanos, y eso da pie a innumerables secuencias cómicas: mi favorita, cuando descubren que quizás no todo lo que sale en la televisión es cierto. Lo que da pie a la mejor frase de estos dos primeros episodios: "Si descubro que Frasier no es real, me mato".
'Rick y Morty', pero con menos inquina
Eso no convierte a 'Solar Opposites' en una serie precisamente suave, pero está más en sintonía con aquella memorable 'Cosas de marcianos' (¿para cuándo en streaming?) que con su predecesora animada. Hay más crítica de las costumbres terrestres y humor extravagante (o extraterrestre) que esa carrera por llegar a la siguiente pirueta argumental que caracteriza a la serie de Adult Swim.
Eso sí, el ritmo es igual de febril que en 'Rick y Morty'. Los gags se apelotonan, las lineas argumentales se cruzan, y todo está puntuado por el excelente doblaje de Roiland, no tan áspero como cuando pone voz a Rick Sánchez (y a su nieto). Aquí se encarga solo de un personaje y lo matiza, paradójicamente, con algo de humanidad, pero sigue puntuándolo con los balbuceos y tartamudeos marca de la casa, y que tanto hacen por redondear esa sensación de que el siguiente chiste va a desnucar a los protagonistas.
La estética de la serie también se lo debe todo, claramente, a 'Rick y Morty'. Se ha llevado a cabo un esfuerzo a la hora de diseñar a los alienígenas protagonistas, pero los secundarios humanos podrían haber salido perfectamente de la otra serie de Roiland y McMahan. No es exactamente un problema, pero no ayudará a que 'Solar Opposites' se desembarace del prejuicio de muchos espectadores de que es una derivación descarada.
Sin embargo, 'Solar Opposites' tiene la suficiente personalidad como para brillar por sí misma. De estructura más convencional, como una sitcom tradicional y sin los tejemanejes con las multidimensiones y el espacio-tiempo que hacía que 'Rick y Morty' fuera absolutamente única. 'Solar Opposites' es quizás menos ambiciosa y retorcida, pero la calidad de su humor está fuera de toda duda.
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