Aunque te gusten los videojuegos de terror, es muy posible que no hayas oído hablar nunca de 'Garage: Bad Dreams Adventure', un videojuego de terror japonés para PC y Mac lanzado en 1999 y que pasó por las tiendas de su país sin pena ni gloria. Sin embargo, diversas reediciones y un flamante aterrizaje en Steam demuestran que el aterrador poder de sus retorcidas imágenes no termina de disiparse del todo.
'Garage' es una pesadilla que podríamos describir como biomecánica (el término que inventó H.R. Giger para referirse a los engendros de sus libros 'Necronomicon' que luego recalaron en los diseños de 'Alien', cuya estética más sucia, fálica y grasienta tienen mucho que ver con este juego). El diseño del juego lo dirigió el surrealista japonés Tomomi Yuki Sakuba, y lo pusieron en pie apenas un puñado de personas donde destacaron los programadores y grafistas Akiya Hayashi, Gengo Ito y Hiroki Watanabe.
Sakuba es un autor completamente autodidacta: aprendió a programar en el gratuito 'Hypercard' después de quedar fascinado con el ignotísimo clásico blanquinegro para Mac 'Cosmic Osmo' en 1990. Entre los proyectos con los que experimentó estaba una versión personal de 'El Hobbit', pero pronto se embarcó en un proyecto completo. El resultado es insólito, desasosegante y vale la pena recuperarlo: salió a la venta en PC y Mac en 1999, fue recuperado para Android y iOS en 2021, y como decimos, hace un par de semanas fue relanzado en Steam en sus formatos originales.
El garaje de las pesadillas
'Garage: Bad Dream Adventure' arranca enfrentando al jugador consigo mismo: en una habitación oscura, cuando encuentra un interruptor, se ve reflejado en un espejo. Es Yan, una criatura horrenda, mitad carne deforme, mitad cuerpo metálico. Una serie de notas indican que tiene que intentar salir de esa pesadilla y encontrar sus zapatillas.
Así, sin recuerdos, comienza a explorar un entorno árido, una especie de mansión inhumana llena de cañerías, tablones de madera, motores, manivelas, pasillos y pasadizos. Tendrá que mejorar su cuerpo para poder acceder a distintos niveles del escenario (ya que es, básicamente, un vehículo rodado con partes de carne) y vigilar su "sense of self", es decir, su conciencia. Si Yen pierde este sentido de la identidad más de la cuenta comenzará a descomponerse.
El escenario a explorar es lo que convierte el juego en un título de terror, aunque carece de cualquier tipo de violencia, más allá de la existencial. Pero el escenario lleno de detalles desasosegantes y que sugieren extraños experimentos con vida artificial, o el diseño de los personajes, criaturas entre lo anfibio y lo robótico que vuelven a favor del juego las limitaciones gráficas de la época, son puro horror. Todo ello aderezado con una banda sonora siniestra y que suena en crispantes bucles infinitos.
Y esto es solo la superficie. El juego delata continuamente que está hecho por un puñado de novatos, lo que lo hace especialmente confuso y con unas mecánicas muy torpes, a medio camino entre las aventuras gráficas de jugabilidad más abrupta y puzles imposibles, estilo 'Myst', y un collage de conceptos perturbadores. En 'Garage' hay clones, montones de habitaciones vacías que no llevan a ninguna parte, muertes injustas e imprevisibles y una historia críptica, casi incomprensible, detrás del aspecto decadente y semi-ruinoso del garaje-laboratorio donde tiene lugar la acción.
Culto máximo
El juego salió a la venta exclusivamente en Japón con 3.000 copias. El motivo de su bajísima tirada es que la editora del juego, Toshiba-EMI, abandonó el negocio de los juegos en CD poco después del primer lanzamiento. Incluso en términos japoneses el juego original es extremadamente raro, y andaba dando tumbos por páginas de subastas japonesas como Suruga-ya por casi tres mil dólares.
Fue el canal de juegos retro de 4chan, /vr/, el que organizó una colecta para comprarlo y preservarlo. Parte de estas históricas discusiones y la labor de redigitalización han quedado también registradas en los foros de HG101. Los usuarios de 4chan descubrieron que esta copia era en realidad una "versión privada" que Sakuba había puesto a la venta a principios de este siglo a través de su web. Sakuba no estaba del todo de acuerdo con reeditarlo, y además no poseía los derechos.
Finalmente, bajo esta etiqueta de "versión privada" el juego comenzó a moverse de nuevo por canales alternativos, hasta que en 2014, la gente de HG101 volvió a localizarlo en Yahoo Auctions Japan y lo compraron por 600 euros. El proceso de conservación se completó y culminó con las versiones para móvil que incluían una revisión de los mecanismos del juego, una buena cantidad de niveles extra y, al fin, una traducción al inglés, que es la que se ha usado en la nueva versión de sobremesa. Una auténtica pesadilla.
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