Es bastante complicado que la franquicia de Harry Potter llegue a desembarazarse del todo de las opiniones de su autora. Para bien o para mal, importe a los lectores, espectadores y jugadores o no, J.K. Rowling está lejos de desdecirse de una serie de opiniones que han sido calificadas de tránsfobas, y ella de feminista radical o TERF. Sin embargo, a la autora no le afecta lo más mínimo, como ha reconocido en una entrevista con el podcast The Witych Trials of JK Rowling que recoge el semanario NME.
Para empezar, no le importa el impacto que sus declaraciones puedan tener en el legado de Harry Potter. Concretamente, afirma que "Yo no ando por la casa pensando en mi legado a todas horas todos los días. Esa sería una forma extremadamente pomposa y vulgar de vivir la vida, ¿no? Andar pensando: '¿Cuál será mi legado?'"
Y sentencia: "No me importa, tarde o temprano estaré muerta. Solo me importa el presente, el ahora, me interesan quienes están vivos". Es decir, a JK Rowling no le importa demasiado qué piense el público de la franquicia de Harry Potter, porque su conciencia, por así decirlo, está tranquila. De hecho, llega a decir que "nunca me propuse molestar a nadie. Sin embargo, no me incomodó bajarme de mi pedestal".
'Hogwarts Legacy' está encontrando muy pocos tropiezos comerciales en su camino: se ha convertido en una auténtica bomba en ventas (12 millones de unidades y 850 millones de dólares en ingresos en solo dos semanas) y la crítica la ha encumbrado como un sandbox excelente. Sin embargo, la fama de Rowling pesa y es un tema incómodo para Warner, que ya ha lanzado más de un comunicado distanciándose de la autora. Algo que, como está dejando muy claro ella misma, no podría resultarle más indiferente...
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