'The Good Fight', la digna sucesora de 'The Good Wife' en (casi) todo

Cuando 'The Good Wife' anunció que la temporada pasada sería la última, una parte de mí se alegró. Sí, había sido mi serie favorita durante los últimos años (y parte de las razones ya os las conté), pero la sensación que yo percibía, y que me consta que también compartían otros seguidores, es que la trama general daba poco más de sí. Los personajes, especialmente los Florrick, habían completado ya su recorrido. Fue un buen final.

Pero la CBS no tardó en sorprendernos y, en cierto modo, meternos el miedo en el cuerpo: iban a apostar por un spinoff de la serie, centrado en el personaje de Diane. ¿Y por qué digo lo de meternos miedo? Pues porque no iba a ser una serie más al uso, sino que era un proyecto para emitir directamente en CBS All Access, su portal de streaming. No, no iba a verse en CBS, como en su día ocurrió con la serie "madre".

En cierto modo, la decisión de CBS tenía bastante sentido. 'The Good Wife' tenía una muy fiel base de seguidores que no se perdía ningún capítulo cada semana y no dudaba en predicar la "palabra de The Good Wife' a cualquiera que estuviera dispuesto a escucharla. Sin embargo, nunca llegó a conectar del todo con la audiencia de la CBS y era de las series menos vistas. En sus siete años de vida, en varias ocasiones incluso estuvo a punto de la cancelación.

Si tienen a un montón de gente apasionada de verdad por una historia que en su canal principal seguramente no duraría más de una temporada, ¿por qué no aprovecharlo para ver si les convencen para pagar por verlo online? De hecho es lo mismo que han planeado para la nueva entrega de 'Star Trek': estreno del primer capítulo en la cadena principal y luego el resto en CBS All Access. Y, a la vista de lo que ha ocurrido con 'The Good Fight', los trekkies tienen tienen motivos para la esperanza.

Puede que 'The Good Fight' no tenga tanto presupuesto como 'The Good Wife', pero no da la impresión de producción barata ni se nota en ningún momento

La gran incógnita que teníamos es cómo iba a ser 'The Good Fight': si de verdad CBS iba a apostar por ella y tratarla como una serie más, o si iba a ser una alternativa "barata", hecha para rellenar y sin llegar a ser siquiera la sombra de la serie original. Por suerte, ha sido lo primero: 'The Good Fight' es, en casi todo, un calco de 'The Good Wife', pero sin los Florrick. Y han conseguido lo más difícil: que no les echemos de menos.

Diane Lockhart y un montón de caras conocidas

Por favor, echad un vistazo al vídeo que os dejo sobre estas líneas. Pocas veces he visto una forma tan calmada y a la vez tan potente de abrir una serie. Lo primero que vemos de 'The Good Fight' es a una Diane Lockhart a oscuras sentada en un sofá, con la boca abierta, atónita ante lo que está contemplando: Donald Trump está jurando su cargo como presidente. Las referencias a la situación política actual son continuas durante la serie. 'The Good Wife', pero en la "era Trump".

Un año después de los acontecimientos que vimos en el final de 'The Good Wife', Diane Lockhart está dispuesta a retirarse y así lo anuncia a sus socios. Cuando ya está todo listo para su salida, se descubre que en realidad todo el dinero que tenía ahorrado estaba invertido en un fondo que gestionaba un buen amigo y que resultó ser una estafa. Diane se ve sin trabajo, sin reputación (por su posible relación con la estafa), sin dinero y sin amigos a los que recurrir. Todo por lo que ha trabajado se esfuma en un día.

La estafa será el gran eje argumental de la primera temporada. Diane Lockhart vuelve al trabajo para pagar el alquiler, y lo hace en el único bufete que está dispuesto a contratarla: un bufete formado en casi su totalidad para afroamericanos que se dedica fundamentalmente a casos de brutalidad policial. Junto a ella vuelve a coincidir Lucca Quinn, también de la serie original, y además la acompaña Maia Rindell (Rose Leslie, que os sonará de 'Juego de Tronos'), su protegida ahora también en problemas por ser la hija del autor del fraude. Las tres son las grandes protagonistas.

La historia principal, la de la investigación de la estafa, entretiene y poco más. Da la sensación de que la alargan artificialmente para cubrir toda la primera temporada. Pero por si algo merece la pena The Good Fight es por volver a ver a Diane en todo su esplendor, los casos episódicos (que funcionan muy bien en esta serie) y, cómo no, los constantes homenajes a 'The Good Wife'.

En el nuevo bufete volvemos a ver a Julius Cain, antiguo abogado de Diane. ¿Recordáis a Niel Gross, la mezcla entre Mark Zuckerberg y Larry Page que se sacaron de la manga? También hace aparición. Y te será imposible no aplaudir a la excéntrica Elsbeth en cuanto la ves en pantalla. ¡Queremos que sea personaje regular! Hasta Kresteva tiene su momento de gloria, y hay jueces que te resultarán familiares.

Los homenajes de 'The Good Fight' a 'The Good Wife' son continuos, pero eso no significa que no sea una serie independiente: puedes verla (y entenderla) aunque no hayas seguido la original

Esto no significa que no puedas ver 'The Good Fight' si no has visto 'The Good Wife'. Son series independientes y historias independientes, aunque con personajes en común. La disfrutarás más si seguiste la serie original, pero como historia funciona igualmente si no conocías antes nada sobre ella o sobre sus personajes.

El tono, los diálogos, la ambientación... Los creadores de la serie madre repiten en este spinoff, y su estilo se nota. ¿En qué se diferencian ambas series? Por un lado, en que se percibe que han tenido más libertad. Ellos mismos lo reconocían en una entrevista en The Hollywood Reporter: el que se emita en Internet y no por televisión les permite hacer capítulos de distinta duración o incluso meter escenas sexuales que no se podrían permitir en otras condiciones. Por otro, el componente político y racial.

Cómo sería 'The Good Wife' en la era Trump

Las referencias a Trump, tanto directas como indirectas, no se terminan con la primera escena: en otra, por ejemplo, hacen referencia a la polémica que se ha formado después de que éste anunciara un retroceso en las políticas sociales. La serie lo cuenta de forma ficticia, aunque podría ser real perfectamente. También hay sitio para las fake news y para la alt-right en otro de sus episodios. No lo explotan del todo, pero por una buena razón: "Es difícil hacer esto porque no sabes si lo que tú estás haciendo serán noticias antiguas cuando se emita la serie", decía Robert King, uno de sus creadores.

De hecho, y a modo de curiosidad, los responsables de la serie han reconocido que tenían todo grabado y planteado como si Hillary Clinton hubiese salido victoriosa en las elecciones. Que Trump ganara no sólo sorprendió a los encuestadores, sino también a ellos. Estaban ya en pleno rodaje y tuvieron que cambiar significativamente la historia, llegando a volver a rodar incluso algunas escenas.

Que Trump haya ganado sorprendió en el rodaje de 'The Good Fight', pero supieron aprovecharlo a su favor

El cambio no se nota ni parece apresurado. Tal cual lo cuentan, todo encaja: Diane está cansada, quiere retirarse y quiere huir de EEUU a un tranquilo pueblito de Francia (en la versión original, y al conseguir que Clinton, su amiga, fuese elegida, Diane decide que ha tocado techo y prefiere descansar). Lo que sí era común es el escándalo financiero por el que lo pierde todo. El añadido de Trump les ha venido bien para la historia, incluso me atrevería a decir. En Vulture lo resumen muy bien: "Esta [la de Trump] no es una historia que los Kings tenían pensado contar, pero The Good Fight ya es mejor por ello".

Pero me falla en algo: el tratamiento de la tecnología

Sin embargo, y aunque historia y personajes me han cautivado, hay algo por lo que 'The Good Wife' me encantaba y en lo que considero que 'The Good Fight', sin hacerlo mal, sí que ha bajado el listón: el tratamiento de la actualidad tecnológica. No me entendáis mal, lo hacen bien y tratando temas de los que se está hablando mucho estos meses, pero lo hacen sin tanta precisión como de costumbre.

Lo bueno: vemos a un bufete que sólo decide aceptar casos si un algoritmo dice que les serán rentables económicamente en función de multitud de parámetros (como el juez que lo juzgará), Chumhum entra en escena para plantear qué hacer con el "discurso del odio" que invade Internet y asistimos en directo a la creación de fake news (fake news) que perjudican al bufete y a nuestras protagonistas. Hasta la policía confisca un asistente tipo Echo para uno de los casos.

Sin embargo, el tratamiento es más simplón y menos exacto de los que estamos acostumbrados. ¿El "Echo" que requisan? Lo hacen para sacar las conversaciones que dentro tiene grabadas. ¿No están en la nube (nota: hubo un caso de asesinato donde también lo utilizaron en la investigación)? Desaprovechan una oportunidad genial para tratar la pelea entre tecnológicas y justicia que tanto estamos viendo últimamente.

El tratamiento de los temas tecnológicos es algo más superficial e inexacto, aunque siguen llevando a la pequeña pantalla cuestiones tech de actualidad

Lo mismo con las fake-news (sí, cualquiera puede crear contenidos falsos, pero ¿que ganen tanta notoriedad de la noche a la mañana?) y con la pelea contra los trolls (escogen a uno de los más populares y ¿lo llevan a la oficina? a ver qué pueden hacer con él y qué método anti-trolls pueden implementar en Chumhum).

El episodio final fue el que quizá me produjo un mayor desencanto en este aspecto, aunque no voy a comentarlo a fondo para no fastidiarle la historia a nadie. ¿Recordáis a Dylan Stack? Es el supuesto creador de Bitcoin (en el universo de 'The Good Wife', claro) y vuelve a contratar a Diane en un caso que implica infección de ordenadores vía USB, virus misteriosos y hackeos a gran escala. Espectacular, puede. ¿Realista? Eso ya es otra cosa, al menos como está planteado.

'The Good Fight' merece la pena

'The Good Fight' sigue poniendo todos estos temas de actualidad tecnológica sobre la mesa, y en eso son únicos al igual que lo era 'The Good Wife'. Pero me esperaba otra cosa y quizá otro tratamiento en profundidad y más realista. También es verdad que sólo han tenido diez episodios para desarrollar las tramas, y estos han sido todos bastante intensos.

La serie ya ha sido renovada para una segunda temporada, lo cual es muy bueno: tendremos más Diane Lockhart y más tiempo aún para que se pongan las pilas y recuperen ese tono tecnológico de 'The Good Wife' que tanto nos gustaba. Tanto si has visto la original como si no, te la recomiendo. ¿Su único gran gran gran fallo? Sus pesados e histriónicos títulos de crédito. No se puede ser perfectos en todo.

En Xataka | 'The Good Wife', la serie que mejor refleja la actualidad de Internet

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